Capítulo 8

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Un par de años más tarde...

Kate golpea el saco con fuerza y decisión, lanza golpes rápidos con los guantes de boxeo. Suelta un grito al girar su cuerpo y terminar con una patada.

- Vaya, esto veo que estás enfadada con alguien.- un chico algo más mayor que ella se acerca para presentarse.

- Es así como nos enseñan en la Academia, es necesario si quiero aprobar; soy Kate.

- Un placer, yo me llamo Will.- Beckett no puede evitar echarle un vistazo, cuerpo atlético, tez morena, barba, pelo castaño acorde con el color de sus ojos y una sonrisa muy mona que no pasa desapercibida.

- Bueno Will, ¿vienes mucho por aquÍ?- Los dos se dirigen a las taquillas para coger la bolsa con la ropa limpia.

- Me gusta estar en forma, sobre todo si eres miembro del cuerpo de policía.- Kate se asombra con ese comentario, jamás hubiese imaginado que ese chico tan joven fuese alguien de la autoridad.

- ¿En serio? ¿En qué distrito estás?

- En el 12th, me asignaron allí.

- Yo quiero ir a ese también, es el que más cerca me pilla de casa y, además, el capitán es un buen amigo de mis padres. Espero aprobar.

- Te he observado machacando a ese pobre saco, creeme, estás más que preparada.- Kate se sonroja, mira la hora en su móvil, ya es muy tarde.

- Ha sido un placer Will pero tengo que irme, la práctica la llevo bien pero la teoría ya es otra cosa.

- Toma.- éste le da una tarjeta con un número.- Si quieres que te ayude en algo, no dudes en llamarme. Estoy dentro de narcóticos, por si decides visitarme.

- Muchas gracias, adiós.

Mientras tanto, en Los Ángeles...

Rick camina sin rumbo fijo, el cielo se torna de un color anaranjado con los últimos rayos de sol. El joven ya hace horas que salió de la universidad y no le apetece nada volver a su casa.

- Joder Beckett, ¿por qué no me coges las llamadas?- Murmura para sí mismo, se siente fatal, quizás no tendría que haber escrito esa carta; fue el detonante.

- ¡Rick, Ricky!- Una joven rubia corre hacia él, cuando lo alcanza se detiene para recuperar el aliento.

- Gina, ¿qué haces aquí?

- Ver cómo estás, desde que te dije lo de esa llamada has estado muy raro, ¿quién era?

- Una...vieja amiga que es mejor olvidar.- pero es más fácil decirlo que hacerlo, Gina decide acompañarle pero no vuelve a abrir la boca hasta que llegan al paseo marítimo.

- Escucha Rick, he estado hablando con el profesor Darlington y tiene razón, deberías publicar esa historia. Es muy buena.

- Por favor Gina, ese tema ya lo zanjamos.- su amiga y compañera de clase se adelanta y le para los pies.

- Te equivocas, tú quieres cerrarlo y yo no. Tienes un don, ¿por qué quieres tirarlo a la basura?- Sus ojos azules de ella se encuentran con los de él.

- No quiero tirarlo a la basura, es sólo que...¿y si las demás personas no opinan lo mismo?

- Ricky, tienes que confiar en ti mismo, eres un gran escritor. Yo pienso ayudarte, conozco a una amiga que trabaja en una editorial.

- No lo sé Gina, no lo veo tan claro.

- ¿Quieres olvidar a esa amiga? Pues esto es la mejor forma, céntrate en tu futuro porque tiene pinta de ser muy prometedor.

- Estás loca, ¿lo sabías?

- Puede ser pero ya verás como me lo agradecerás.

Semanas más tarde...

- Cielo, ¿puedo pasar?- Johanna toca la puerta de su hija con los nudillos, no obtiene respuesta por lo que decide abrir la puerta. Kate duerme profundamente con el libro apoyado en el vientre, su madre sonríe.

Al principio no les gustó la idea de que su única hija se hiciese policía pero es su futuro y no pueden hacer nada al respecto. Johanna le quita el libro y le pone una manta encima.

- Buenas noches.

El sol se posa en lo más alto del cielo, Beckett tiene que liberar toda la tensión acumulada durante la semana. Se pone su chándal para ir a correr, la música del ipod a un volumen moderado. Antes de nada estira todos los músculos para evitar agujetas.

Su cuerpo agradece estos momentos, ella sola, sin nadie más, observando Central Park a primera hora de la mañana. Se cruza con varias personas que también se cuidan o tan sólo lo hacen porque es un pasatiempo más.

Tras recorrer un largo tramo, Kate opta por tomarse un café de camino a casa, observa los escaparates, comercios a punto de abrir para comenzar otro día. Entonces, de pronto, se detiene en una librería.

- ¡No puede ser!- Exclama quizás con un tono demasiado alto ya que algunas personas le miran al cruzarse. Kate se frota los ojos y parpadea varias veces, se acerca al cristal. Esto tiene que ser una broma, piensa la joven.

La librería abrirá en media hora por lo que Beckett entra a una cafetería cercana y se pide un café con doble de leche desnatada y un toque de vainilla. Ahora no deja de pensar en lo que acaba de ver, ¿cómo es posible? Jamás pensó que volvería a verle tan pronto y menos en la contraportada de un libro.

En Los Ángeles...

- ¡Estoy tan orgullosa de ti! ¡Has publicado un libro!- Martha no esconde su alegría, es más, lo celebra por todo lo alto, invitando a los amigos más cercanos de su hijo, entre ellos Gina que ha sido la responsable de que esto haya ocurrido.

- Mamá, tranquila, lleva dos semanas en las librerías, esperemos que alguien se digne a comprarlo; o al menos a leerlo.

- No seas pesimista, yo lo he leído y es genial. Lo que no sabía es que te apasionase este tema.

- Bueno...el tema del suspense siempre me ha llamado.

- Venga Ricky, tómate algo, tienes que disfrutar este momento.- Rick asiente, lo disfrutaría todavía más si Kate estuviese con él pero eso es imposible, ¿qué estará haciendo ella?

De nuevo, en Nueva York...

- Veo que está interesada en el nuevo libro que hemos recibido.- la encargada de la librería le dedica una sonrisa, sus pequeños ojos se hacen más grandes tras los enormes cristales de sus gafas.

- Yo...yo conozco al autor.-comenta Kate con el libro en las manos, es un libro sobre crímenes, ¿es casualidad? ¿Acaso Rick ha descubierto que va a ser policía? Eso es una estupidez.

- Es uno de los autores más jóvenes y yo ya he vendido nada más y nada menos que cien ejemplares, Richard Rodgers tiene mucho potencial.

- Me lo voy a llevar.

- ¡Fantástico! ¡Te gustará, ya lo verás!

Gustarle o no, en parte lo ha comprado por la foto que han escogido para promocionar a Rick, se le ve tan guapo y maduro; ojalá pudiese verlo en persona una vez más. 


Deseos De Cosas ImposiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora