Como era de esperar, los niños terminan agotados después de jugar todo el día en la playa, Kate los ha bañado juntos y ahora duermen profundamente en el sofá.
- Tienes un hijo muy guapo.- Martha le sorprende entrando para beber algo refrescante.- Sí que lo es, tiene la cara de su padre.- responde ella con la voz temblorosa.
- Querida, no tienes por qué sentirte de esa forma, todo pasa por alguna razón.- la mujer le agarra la mano para hacerle saber que todo queda en el pasado.
- Richard escribió esa carta para evitar que sufriese al estar alejados y yo sólo lo hice todo mal. Y luego tuve a Aiden y...
- Shh, mi hijo también fue un idiota al casarse con esa mujer que sólo quiso aprovecharse de su dinero; la situación cambió al nacer mi nieta.
Las dos observan cómo los pequeños duermen ajenos a los problemas de los adultos, ojala todo fuese más sencillo para sus padres.
- Martha, hablando de tu hijo, ¿dónde está?
- Me comentó algo de dar un paseo por la playa y estar solo pero estoy casi segura de que se alegrará al verte.
Kate prepara dos copas de vino y sale por la parte trasera de la casa, recorre la playa en busca del escritor, lo encuentra a unos cincuenta metros; paseando por la orilla.
- Hola.- éste se gira sorprendido porque no esperaba encontrar a nadie.- ¿Sigues queriendo estar solo?- Rick niega con la cabeza aceptando la copa de vino que Beckett le ha traído.
- Tenías esa mirada, la que pones cada vez que te preocupa algo, puedes contármelo.- la pareja camina hacia la casa, sentándose en unas sillas con vistas al mar.
- Sólo recordaba el pasado, concretamente el tiempo que pasamos aquí. Han cambiado tantas cosas desde entonces...
- Nosotros seguimos siendo los mismos, ¿no?- Pregunta Beckett sin saber muy bien qué decir, su primera vez fue en los Hamptons pero no en esa casa; hubiese sido incómodo para ambos.
- Eso creo, sólo que algo más adultos y con responsabilidades, pero, ¿y los sentimientos?- Rick no aparta la mirada del horizonte, tampoco ha bebido vino.- Kate, ¿sabes por qué vendimos la otra casa? Porque mi madre no podía seguir viviendo y recordando a Andrew, demasiado doloroso.
- Rick, ¿qué pasa? ¿Por qué me cuentas todo esto? Pensaba que estábamos bien.
- Esta mañana, en la playa, vi a Kylie tan feliz con Aiden...contigo.- es entonces cuando Kate lo comprende todo, su hija lleva años sin ver a su madre y ahora aparece ella.
- Rick yo...no fue mi intención, lo prometo. Aiden y ella se han hecho muy amigos y sólo estábamos jugando.
- No, no pasa nada, si me encantó verla así pero...se me hizo muy extraño, sólo nos tenemos el uno, y bueno, también está mi madre.
- Te comprendo a la perfección, me ocurre lo mismo con Aiden, cuando le ayudas con algo o te bañas con él...Will hacía lo mismo y se me rompe el alma pero a la vez estoy feliz.
El sonido de las olas rompiendo en la orilla acompaña al silencio que se prolonga durante unos largos segundos,
- Kate, tenemos que solucionar esto, afirmaste que sentías algo por mí y me pediste tiempo. Estoy dispuesto a esperar pero con una condición.
- ¿Cuál es?- Rick se levanta y Beckett le imita sin saber muy bien por qué lo ha hecho.- necesito que confíes en mí, por favor.- ella asiente con la cabeza, claro que confía en él, fue su primer amor, ¿fue...?
- Cierra los ojos, quiero que te dejes llevar por los sonidos, es muy importante.
- ¿Es algún juego? Porque sí lo es...no soy muy buena.
- Tranquila, cierra los ojos.- Kate obedece no muy convencida, en el momento que deja el sentido de la vista, sus otros sentidos se ponen a trabajar para captar todo lo que hay a su alrededor.
El olfato se encarga de oler la sal y todo lo que contiene el agua, el perfume de Castle se mezcla con la humedad a que allí se respira. El oído permanece atento a las olas, na voz de otras personas y los pies del escritor moviéndose muy despacio.
Pero lo que más le sorprende es el sentido del gusto, una textura dulce y suave se instala en sus labios, consiguiendo que un escalofrío recorra su cuerpo hasta llegar a las extremidades. Beckett quiere preguntar, el olor de Rick es más intenso, tanto que es como si estuviese pegado a ella.
Sin abrir los ojos, levanta sus manos y las echa hacia delante, encontrándose lo que pensaba; el cuerpo de Rick situado a unos escasos centímetros de ella. Él le está besando y ella sólo lo atrae hacia su cuerpo, deseando más de él; su mente se difumina impidiendo pensar con claridad.
El beso se intensifica, Kate abre su boca lentamente permitiendo que Rick pase su lengua siempre con delicadeza y dudando por si ella termina por arrepentirse.
- Rick.- éste se separa rápidamente, temiendo perder a la mujer de su vida por algo que deseaba hacer desde que volvió a verla.- ¿estás completamente seguro? Tengo a Aiden y tú a Kylie, no somos como en el instituto.
- No, somos mejor, ya no tenemos por qué escondernos como si estuviésemos cometiendo un delito. Cosa que es una ironía ahora que eres policía.
- Creo que estamos forzando lo que sea que tengamos, te pedí tiempo, ¿por qué no puedes respetarlo?- Esa es la reacción que el escritor temía ver, coge la mano de Kate y le mira a los ojos.
- Sólo es un beso que quería darte antes de volver a la ciudad, no volveré a repetirlo a no ser que tú me lo pidas. Lo prometo.
En ese momento Martha les llama para coger el coche y marcharse, la pareja no habla más durante el viaje; los pequeños se entristecen por tener que despedirse de la playa.
- Papá, ¿Aiden podrá venir más días a jugar a casa?- Kate lleva todo el trayecto mandando mensajes sin apenas prestar atención a los demás.
- Eso se lo tienes que preguntar a Kate, ella es la mamá de Aiden.- éstos se miran sin comprender por qué sus padres no intercambian palabras; ¿se han enfadado?
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Deseos De Cosas Imposibles
FanficAU. Rick y Kate se conocen desde pequeños ya que sus padres son vecinos. Prácticamente crecen juntos, hasta la universidad. Rick deberá dejar su hogar de la infancia para irse con su madre, se despedirá de Kate y no volverá a saber nada de ella ha...