Epílogo

547 32 7
                                    

Años más tarde...

Un joven de unos dieciocho años se balancea en un columpio mientras se fuma un cigarro.

- ¡Aiden!- una chica de la misma edad, cabello color caoba y unos ojos azules camina hacia el muchacho.- Sabes que no soporto la impuntualidad Kylie.

- Yo también me alegro de volver a verte hermanito.- Aiden pone los ojos en blanco y recibe el cálido abrazo de su hermana.- te veo cambiada, ¿cómo llevas la carrera?

Ambos se van alejando poco a poco del parque que, curiosamente, también tiene un significado especial para sus padres.

- Estoy agobiadísima, sé que el abuelo espera mucho de mí pero apenas tengo tiempo para nada.

- Eres inteligente Kylie, todos lo sabemos, tú incluida. ¿Quieres uno para liberar la tensión?- pregunta él ofreciéndole un pitillo a la joven. Kylie lo acepta encantada.- Dime hermanito, ¿cómo vas en la academia?

- Bastante bien, es una suerte que los tíos me diesen todos esos consejos, se alegran de que su sobrino siga sus pasos.

- No te olvides de mamá, fue la mejor inspectora de homicidios de todo Nueva York.

El trayecto finaliza en un edificio demasiado familiar para ambos, el viejo portero les reconoce y les abre la puerta con una gran sonrisa. Aiden se detiene en mitad del pasillo.

- Deberíamos haber avisado de que veníamos, hoy es acción de gracias, ¿y si no tienen comida suficiente?- Kylie alza una ceja sorprendida.- ¿lo dices en serio? Sabes cómo es papá, si es por la comida, no te preocupes.

Kylie saca sus llaves y busca la del loft, al abrir se encuentran con un divertido espectáculo. Johanna y Martha tocan el piano mientras que Jim ve el partido en la televisión del despacho.

- ¡Aiden, Kylie!- exclama una niña de once años que corre hacia sus hermanos mayores.- ¡Alexis, que grande te veo y que guapa!- responde Kylie besando la mejilla de su hermana pequeña.

- Hola renacuaja, ¿me has echado de menos?- Aiden coge a su hermana en brazos y le da un fuerte abrazo.- Pensaba que no vendríais, mamá me lo dijo.

- Es que queríamos que fuese una sorpresa, corazón.

Al finalizar la canción, los abuelos se percatan de la presencia de sus nietos.- ¡No puede ser! ¡Habéis venido!- los tres abrazan y colman de besos a la pareja.- ¿qué hacéis aquí? Vuestros padres nos dijeron que no vendríais.

- Pensamos que sería genial dar una sorpresa en este día tan especial.- responde Aiden alegre por volver a casa aunque sea una visita breve.

- Y tanto que es genial, vuestros padres han ido a por vino y no tardarán en volver, ¿queréis descansar del viaje?- Pregunta Martha secándose las lágrimas rápidamente, ver a toda la familia es lo único que ella deseaba y se va a cumplir.

Mientras tanto, en el piso de abajo...

Aiden entra al despacho para ver a su abuelo.- ¿Puedo unirme?- pregunta el joven provocando que Jim de un respingo en el sofá.- ¡Aiden, ¿eres tú?!

- El mismo, o eso creo. Los alienígenas no me han abducido todavía.- el hombre se levanta con dificultad y abraza a su nieto.- pensaba que en la academia no daban días libres.

- Es acción de gracias, además, es una ventaja que tu madre sea capitana de una de las mejores comisarías.

- Eso es cierto, ¿dónde está Kylie?

- Arriba con Alexis, no me apetece tener charlas de chicas, ya sabes, las abuelas se han puesto a cantar otra vez.

- Llevan así toda la mañana, van a volvernos locos.- Aiden sonríe, busca las cosas de su madre en el despacho y observa las medallas colocadas cuidadosamente bajo un cristal.

- Abuelo, ¿crees que algún día seré tan bueno como ella?- Jim ignora el partido y se acerca a su nieto.- tu madre ha trabajado duro para llegar a la cima, ha metido en prisión a personas muy influyentes e importantes.

- Lo sé, me encantaba escuchar sus historias, le admiro muchísimo y por eso quiero seguir sus pasos. Lucha por la justicia y eso es lo que yo deseo.

Minutos más tarde...

Kate es la primera en salir del ascensor, Rick le sigue con una botella de vino; sabe que a su mujer le pasa algo y cree saber de qué se trata.

- Cielo, intenta animarte, faltan unos pocos días para verles. Hablaste con ellos por Skype.- Castle besa a su mujer, ambos presentan unas canas en sus cabezas pero no es algo que les haya preocupado.

- Lo sé pero es que...es acción de gracias y hubiese dado lo que fuese por celebrar este día con ellos. Les echo tanto de menos.

- Todos queremos que vuelvan pero ahora deben seguir su camino, tenemos a Alexis; esa niña hará lo imposible por vernos felices.

La pareja entra al loft con una sonrisa forzada, al menos en el rostro de Kate. Sin embargo, los demás sí que parecen felices, Alexis corre hacia sus padres.

- ¿A qué viene esto? Hemos estado fuera unos veinte minutos.- nadie responde, al menos no con palabras, Beckett va hacia la cocina para sacar el pavo del horno.

- ¿Necesitas ayuda?- esa voz, recorre todo el cuerpo de la capitana que hace lo imposible para no caerse y con ella la cena.- ¿Aiden?- el joven asiente con los ojos llorosos por la emoción.- ¡Oh Dios mío, has venido!

- ¿Pensabas que nos perderíamos esta noche? No hemos olvidado la tradición de la familia Castle, ¿verdad Kylie?- su hermana baja con el traje de Pocahontas que su madre le compró el año pasado.

- ¡Kylie!- Richard abraza a su hija, ésta no reprime las lágrimas y esconde su rostro en el hombro de su padre.- ¡Qué alegría!

Los cuatro se dejan llevar por los sentimientos, Martha aprovecha para hacer una foto y así recordar siempre esa noche; Alexis no tarda en unirse, Aiden la coge en brazos.

- Creía que pediría deseos de cosas imposibles pero me he dado cuenta de que, si crees en ello...ocurre.- comenta Rick besando a su mujer y sonriendo por poder disfrutar de su familia.

- ¡¿A qué estamos esperando?! ¡Todos a cenar! 



Y hasta aquí llega esta historia, creo que me han entrado ganas de llorar, no lo niego. Ha sido magnífica y espero de verdad que os haya gustado, creo que he acertado con el final. De nuevo, gracias. 

Deseos De Cosas ImposiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora