Capítulo 27

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El fin de curso se aproxima, todos los colegios están enfrascados en la compleja tarea de realizar las obras de teatro y los bailes.

Kylie, emocionada, canta, salta y ronda a su abuela mientras ésta intenta coser el traje de la brujada malvada; la pequeña ha heredado el talento de su abuela para actuase sobre los escenarios.

- ¡Abuela, ¿falta mucho?!- Martha suspira y pone los ojos en blanco, así no puede trabajar en condiciones.- ¡Richard!- Alza la voz para cerciorarse de que su hijo no huye.

Éste sale de su despacho con la ropa acorde a las altas temperaturas que marcan los termómetros.- ¿Si, madre?

- Si no me concentro no terminaré el traje, ¿por qué no te ocupas de tu hija? Está muy nerviosa.

- ¿No me digas?- Su hija conoce de sobra esa mirada, se prepara para salir corriendo y así evitar que su padre le pille.

Ambos empiezan a recorrer todo el primer piso, Kylie termina rindiéndose y se detiene con los brazos cruzados y arrugando la frente, señal de que se ha enfadado.- ¡No es justo, tú eres más grande!

La pequeña, indignada, se va hasta el sofá exagerando sus pasos. Rick reprime una carcajada, se sienta junto a ella.- Oh venga cielo, solo es un juego.

Kylie se aleja cada vez que su padre se acerca, ella es cabezota pero su padre lo es el doble.- ¿por qué te enfadas?
- Porque sí.- responde sin mirarle, y exagerando todos sus gestos. Castle, estupefacto, decide imitarle y conseguir que su hija se ría.

De repente, Kylie, aprovechando que su padre se distrae, se abalanza sobre él para hacerle cosquillas.- ¡Te pillé!- Exclama orgullosa, por fin ha ganado contra su padre.

- ¡Eso no vale, me has engañado! ¡Tramposa!- pero su hija persiste mientras se ríe al ver las expresiones de su padre.

- ¡He ganado, he ganado!- los dos terminan jadeando y sudando en el sofá.

- Creo que es hora de un refresco, ¿qué me dices?- su hija vuelve a ganarle para ir hacia la nevera y cogiendo un zumo de naranja.

- Papi, ¿crees que Kate podrá verme en el teatro?- Éste abre el bote de coca cola y se la sirve en un vaso.- No lo sé, su trabajo le ocupa gran parte del día y además, también tiene que ver a Aiden.

- Yo quería que viniese, ojalá fuese mi mamá.- Rick se atraganta con la coca cola y comienza a toser para poder respirar con normalidad.

- ¡Querido, ¿qué ha pasado?!- Martha baja lo más deprisa que puede y golpea la espalda de su hijo.- nada, es que se me ha ido por el otro lado, eso es todo.

- Papá se ha sorprendido porque le he dicho que...- pero su padre llega justo a tiempo para interrumpirla poniendo la mano en su boca.- shhh princesa, es un secreto.

Martha no comprende nada, decide dejarlo pasar, y continuar con sus tareas.

En el apartamento de Kate...

La inspectora pone en marcha el aparato del aire acondicionado, lleva unos shorts y una camisa de tirantes para combatir el bochorno que azota hoy la gran ciudad.

Aiden está pintando mientras bebe un zumo recién sacado de la nevera, mientras él pinta su madre aprovecha para rellenar el papeleo.

- Mami, ¿vendrán Rick y Kylie al teatro del cole?- ésta no contesta, piensa la respuesta, no quiere que su hijo se enfade.- No lo sé cariño, Kylie también tiene una obra de teatro, ¿recuerdas?

- Y si Rick fuera mi papi, ¿vendría?- Beckett le mira con la boca abierta, ¿y qué se supone que debe responder?

- Aiden, cariño, ¿es qué quieras que sea tu papi?- Éste encoge los hombros.- Es muy gracioso, a mi me gusta.

Esa misma noche...

Kylie se duerme en el sofá, su padre la lleva hasta su cama, le besa en la frente antes de irse directo a su despacho. Se sirve una copa de vino antes de encender el ordenador.

Observa la imagen del fondo de pantalla durante casi veinte minutos, no puede creerse que su hija haya dicho algo semejante; pero tampoco es una locura.

Su mente comienza a crear un mundo en el que Kate y él están casados y tienen un hijo en común, ¿tan extraño sería?

Castle coge el móvil y marca el número de Kate, espera que no sea demasiado tarde para hablar con ella. El teléfono se descuelga para dar paso a esa dulce voz.

- ¿Rick?- Éste cierra los ojos y respira profundamente.- Hola Kate, siento llamarte a estas horas pero quería escuchar tu voz antes de dormir.

Kate se sonroja, sin darse cuenta enreda el dedo en su cabello.- ¿un día duro? Deja que adivine, ¿Kylie?

- La adoro pero desde que empezaron el teatro se emociona demasiado y es difícil controlarla.

- Te comprendo, me ocurre lo mismo con Aiden, es una lástima que coincidan en el mismo día.

- Sí...lo es...- ambos dejan de hablar y piensan en las conversaciones con sus hijos.- Oye Kate, hoy Kylie me ha dicho algo sobre ti.

- ¿En serio? Aiden también te ha nombrado hoy, casi me desmayo.

- Pues yo casi me atraganto, bebiendo coca cola.- Kate sonríe ante la posible expresión de Rick.- sé que te estás riendo.

- Nunca podrás probar eso, y ahora ¿vas a contarme lo que te ha dicho Kylie? Mañana trabajo, ya lo sabes.

- Bueno pues verás...Kylie quiere que vayas a verla y...es posible que haya nombrado algo sobre ti y que ojalá fueses su madre.

Kate traga saliva, tiene la sensación de que se le seca la garganta al escuchar eso.- ¿De...de verdad te ha dicho eso?

- Cito textualmente: Ojalá fuese mi mamá, y entonces es cuando casi me atraganto.

- La verdad es que...tiene gracia, Aiden me ha comentado algo muy similar; cito textualmente: Y si Rick fuera mi papi.

- ¡Vaya! Ya es casualidad.- Castle se bebe la copa de un trago, apaga el ordenador y se mete en su habitación.- Y...¿qué hacemos?

- No...no lo sé, sé lo que supondría pero quiero ir poco a poco, quedamos en eso.

- Tienes toda la razón, ya que hablamos de ir poco a poco, podríamos pasar el verano en los Hamptons, no hace falta que me des una respuesta ya, medita sobre ello.

- Lo haré, te lo prometo. Buenas noches, Rick.

- Que descanses, Kate.

Deseos De Cosas ImposiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora