Mi amor imposible © |#1 ✔|

9. Encanto.|✔

|Narra Axel|

Me encontraba en mi habitación viendo la película que Camila me había recomendado.

Mi papá y Luis no estaban en casa. Ellos cada mes iban a visitar a mi mamá. Yo la iba a ver todos los días y le dejaba flores, pero hoy no fui, sabía que ella me perdonaría. Le había contado sobre, Camila.

La extrañaba tanto, extrañaba tanto a mi madre, quería que estuviera aquí conmigo y que no me hubiera dejado, pero ella no lo haría. Y tenía que aceptarlo de una buena vez.

La película habia terminado, así que me dispuse a recoger mi habitación ya que era un desastre total. Cuando acabé, fui a la de mi hermano Luis y arreglé un poco su habitación.

Luis y yo, no éramos gemelos, no nos parecíamos en nada, pero había muchas cosas en las que éramos iguales. Por ejemplo: fijarnos en hermanas. Si, era como un juego cruel para ambos.

Luis y yo, casi nunca peleamos. Rara la vez que pasa, como cuando me mandó a la mierda junto con William. Ya que William y yo hablamos más, que mi hermano y yo. Un dia él me vio con William conversando sobre la chica quién rompió mi corazón. Se enojó tanto por eso, ya que él siempre me preguntaba qué tenia y yo evadia contarle el tema... Pero ese dia se fue y dejó de hablarme por dos semanas.

William es nuestro chofer, él nos lleva a dónde queramos ir. Él sabe todo de mi, ya que le tengo mucha confianza. Es un buen compañero. Es muy bueno y nos ayuda en todo lo que puede.

Oigo mi celular sonar, lo tomo y veo de quién es. Número desconocido. Contesto con el ceño fruncido.

- ¿Bueno?

- Axel, mi amor. No sabes cuanta falta me haces. - Esa voz la reconocía en donde sea.

- Silvia, ¿qué carajos quieres? Deja de molestar, ¿quieres?

- Mi amor, sabes que te amo y te extraño mucho. Tienes que volver conmigo. - Suplicó. ¿pero quién se creía?

- Tengo cosas más importantes que hacer, como para estar con una tipa como tú. Por ejemplo: Salir con mi chica, ella si es importante para mi. - Dije refiriéndome a Camila.

- ¿¡Qué!? Tú no me puedes dejar. Tú no eres como los demás. Tu no romperías mi corazón, ¿o si? - Oí como se sonaba la nariz. Esto ya me estaba haciendo enojar.

- Silvia, sabes que aquí la farsante eres tú. Sabes que yo no soy una persona que trata asi a las chicas, pero tú, tú eres poca cosa. Por que no te vas y jodes al imbécil de Angel, él estará dispuesto a estar contigo, pero a mi déjame. - Dije ya irritado. No soportaba oir su voz.

- ¡Es por esa zorra de Camila! Dime, es por esa, ¿verdad?... Yo no voy a dejar que esa chica estúpida me quite lo que es mio - Y sin más colgó.

Lancé mi celular a mi cama. No soportaba estar cerca de, Silvia y saber que también estaba en mi salón.

Ella en un tiempo fue mi novia, pero me engañó con Angel, si, el mismo Angel de mi salón. Yo la quería, pero el verla con otro me devastó por completo.

Vi la hora y casi me da un infarto. 1:20. La hora me odia.

Me duche y luego me arreglé lo suficientemente bien. Luego busqué a mi amigo.

— William — Dije cuando lo vi.

— Ahí está mi tierno gusano — Giré los ojos ante lo que dijo.

Will me decía así, por que me daban asco los estúpidos gusanos. Y lo hacía solo para fastidiarme.

— Vamos, tienes que llevarme a la casa de una amiga — Dije. Will me miró y vi como sonreía. — ¿Qué? — Pregunté, ya que no me quitaba la mirada.

— No me digas que esa chica es la que te trae loco en estos días.

— Posiblemente, pero vámonos que no quiero llegar tarde con ella.

— ¿Le pedirás que sea tú novia? — Tragué saliva. No me esperaba eso.

— Will, apena la conozco. Es mi amiga. Ya apúrate — Dije. Subí al carro y Will igual.

Le indiqué por donde. Me encontraba muy nervioso y no sabía por qué.

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Cuándo la vi por aquella ventana, literalmente sentí mi pulso mas rápido de lo común, ella me dedicó una sonrisa radiante, en ese momento mi corazón dio un vuelco.

Se veía hermosamente bien, todo en ella me gustaba. Ella misma me gustaba. Demonios que si.

¿Por qué no la conocí antes? Tal vez, solo tal vez, ella sea la indicada y deseaba que lo fuera. De verdad rogaba porque ella fuera para mi. Me sentía demasiado bien con ella.

Deseaba que ella fuera para mí. Porque yo sabía que ya le pertenecía completamente a ella.