Mi amor imposible © |#1 ✔|

3. Las típicas mariposas.|✔

Le pagué al taxista y bajé. Abrí la puerta. Al entrar me encontré a Flor y a mi "mamá". Ellas conversaban alegres, y  al verlas en ese instante me sentí triste, a veces solía pensar que Jessica ya no me quería, ya que antes me trataba de maravilla, pero ahora, todo era diferente, su trato conmigo. Ella se ha vuelto fría y justo ahora sentí más su lejanía.

¿Qué hice? Siempre me hacía la misma pregunta, sin embargo no encontraba la respuesta. Algún día dejaría de preguntarmelo.

¿Y la fiesta sorpresa? No había nada, ni siquiera un pastel. Y eso me confirmó que, Flor seguía siendo una estúpida que solo quería herirme, pero no lo conseguiría. No podía permitir que me lastimara. No otra vez.

Subí a mi habitación, tiré mi mochila a mi cama y me acosté. Lo que me dolía de este dia siendo mi cumpleaños no era Jessica, ni Flor. Lo que me lastimaba era mi padre. No vino a felicitarme y eso dolió tanto. La última felicitación que obtuve de él, fue cuando cumplí 8 años, el mismo día en que todo se arruinó, en donde todo cambió. Y el día en que comencé a odiar mis cumpleaños. Nada vuelve a ser como antes. Por mucho que queramos que así sea.

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Me levanté y me fui a duchar, salí y me puse mi uniforme. Salí de la casa junto a Flor.

— ¿Cómo te fue en tu primer dia, Camila? — Preguntó, Flor.

Ella y yo no éramos tan unidas, casi siempre peleamos. Más bien, siempre, no hay un solo día en el que no discutamos. Siempre fue así, desde pequeñas, pero no por mi, sino por ella. Sé que tiene algo en mi contra y sigo sin entender qué.

— Bien y ¿a ti?

— También, por cierto, te vi con un chico, y vaya que estaba guapo, ¿es tu novio? — Preguntó con emoción. Me puse roja.

— ¿Qué? No, es solo mi amigo y ni eso. — Murmure. Evité su mirada a toda costa.

— ¡Mírate! ¡Estas colorada! ¡Son novios! — Gritó, captando la atención de varías personas.

— Flor, baja la voz y ya te dije que no es mi novio. — Reproché.

— ¿Cómo? — Preguntó haciéndose la tonta. Aunque lo es.

— No somos novios. — Sentencie.

— Vaya que eres lenta. — Giré los ojos por su tonto comentario.

— Si, Flor. Claro, andaré con él, en el primer día de conocerlo. Muy estúpido. — Dije, pero claramente Flor, me ignoró. Aunque llevaba dos semanas en la escuela, a Axel lo había tratado apenas. ¿Cómo podría fijarme en él? ¿o sentir algo por él siquiera?

Cuando llegamos a la secundaria, Axel me esperaba en la entrada, o eso pensé. Le sonreí levemente. Flor se dió cuenta de mi sonrisa pensando otra cosa y me codeó. La empuje para que dejara de molestar y caminé hacia, Axel.

Al llegar a su lado, me abrazó. Su calidez me invadió. Al igual que una corriente eléctrica. Me quedé estática. Sentí como algo dentro de mi se movía. Las típicas mariposas.

Me separé de él con brusquedad. ¿Qué demonios? No quería volver a sentir ese estúpido cosquilleo y menos con Axel, con nadie para ser exactos. Ya tuve suficiente del amor.

Como si te hubieras enamorado muchas veces.

Buen punto. He tenido sólo un noviazgo que para variar no resultó nada bien.