19. Te diré...|✔

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Desperté gracias a mi alarma, me metí a bañar, salí, me vestí, después me lavé los dientes. Tomé mi cabello y comencé a hacerme una trenza de lado.

Ya habían acabado las vacaciones y bueno, pues eran las clases hoy.

Bajé y me encontré a Axel en la entrada de mi puerta. Maldito. Descarado. Desgraciado. ¿Cómo se atrevía a venir?

¿Qué haces aquí? — Pregunté con calma. Fingiendo que no me dolía verlo.

Vine por ti y por tu hermana para irnos a la secundaria.

¿En serio? Hablaba como si no hubiera pasado nada. Agh.

Oh, que bien... Pero yo no me voy contigo. — Dije mirándolo con rabia.

Mi hermana bajó corriendo las escaleras y se le abalanzó a Luis, a quién no había visto hasta ahora. Ellos dos se me quedaron viendo, comprendiendo mi reacción.

Cam, perdóname. Pero también debiste decirme que andabas con ese... — Dijo refiriéndose a Angel.

¡No me llames así después de como me trataste, McCrory para ti! — Le grité cabreada.

Salí de mi casa y tome un taxi. No tarde mucho en llegar a la secundaria, bajé del taxi, le pagué y le di las gracias. Mis ojos vieron a Wendy, fui hacía ella y la abracé. La había extrañado.

¿Qué tienes, Bombón?

Sabes que no me gusta que me digas, bombón. — Murmuré frunciendo las cejas.

Y sabes que no dejaré de decirte, bombón, ¿qué tienes? ¿Y por qué no vienes con, Axel? — Dijo buscando con la mirada al mencionado.

No me hables de él, es un imbécil.

¿Qué pasó?

No que le dijo Silvia y le creyó a ella, me corrió de su casa y un ladrón entro a mi casa y estaba sola.

¡ESPERA! ¿¡QUE!? ¿Cómo que ladrón?

Wendy me arrastró hasta una banca y me miró esperando mi respuesta.

Si, un hombre entró a mi casa y yo estaba sola, ya que Axel me corrió de su casa y Flor se quedó con Luis. Afortunadamente no me hizo nada.

Lo siento, aunque me guste mucho... Axel fue un imbécil.

Asentí. Esperen, esperen, ¿qué acaba de decir?

¿Te gusta Axel? — Le pregunté conteniendo el aire.

Si. — Dijo sonrojada.

Oh por dios, no, no, no.

Sin pensarlo me paré y salí huyendo de Wendy. Corrí hacia los baños, hasta que choqué con alguien, quién me tomó de los brazos impidiendo que me cayera. Francisco. El hermano de Wendy.

¿Estás bien? — Preguntó al verme.

Claro, estoy perfectamente bien. — Mentí, aunque él lo nota.

Oye, espera, ¿qué tienes? ¿te puedo ayudar?

No, no me puedes ayudar. Es asunto mío. — Respondo con la voz quebrada. Trato de liberarme de él, pero no me lo permite.

Mi amor imposible © |#1 ✔|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora