Desperté gracias a mi alarma, me metí a bañar, salí, me vestí, después me lavé los dientes. Tomé mi cabello y comencé a hacerme una trenza de lado.
Ya habían acabado las vacaciones y bueno, pues eran las clases hoy.
Bajé y me encontré a Axel en la entrada de mi puerta. Maldito. Descarado. Desgraciado. ¿Cómo se atrevía a venir?
— ¿Qué haces aquí? — Pregunté con calma. Fingiendo que no me dolía verlo.
— Vine por ti y por tu hermana para irnos a la secundaria.
¿En serio? Hablaba como si no hubiera pasado nada. Agh.
— Oh, que bien... Pero yo no me voy contigo. — Dije mirándolo con rabia.
Mi hermana bajó corriendo las escaleras y se le abalanzó a Luis, a quién no había visto hasta ahora. Ellos dos se me quedaron viendo, comprendiendo mi reacción.
— Cam, perdóname. Pero también debiste decirme que andabas con ese... — Dijo refiriéndose a Angel.
— ¡No me llames así después de como me trataste, McCrory para ti! — Le grité cabreada.
Salí de mi casa y tome un taxi. No tarde mucho en llegar a la secundaria, bajé del taxi, le pagué y le di las gracias. Mis ojos vieron a Wendy, fui hacía ella y la abracé. La había extrañado.
— ¿Qué tienes, Bombón?
— Sabes que no me gusta que me digas, bombón. — Murmuré frunciendo las cejas.
— Y sabes que no dejaré de decirte, bombón, ¿qué tienes? ¿Y por qué no vienes con, Axel? — Dijo buscando con la mirada al mencionado.
— No me hables de él, es un imbécil.
— ¿Qué pasó?
— No sé que le dijo Silvia y le creyó a ella, me corrió de su casa y un ladrón entro a mi casa y estaba sola.
— ¡ESPERA! ¿¡QUE!? ¿Cómo que ladrón?
Wendy me arrastró hasta una banca y me miró esperando mi respuesta.
— Si, un hombre entró a mi casa y yo estaba sola, ya que Axel me corrió de su casa y Flor se quedó con Luis. Afortunadamente no me hizo nada.
— Lo siento, aunque me guste mucho... Axel fue un imbécil.
Asentí. Esperen, esperen, ¿qué acaba de decir?
— ¿Te gusta Axel? — Le pregunté conteniendo el aire.
— Si. — Dijo sonrojada.
Oh por dios, no, no, no.
Sin pensarlo me paré y salí huyendo de Wendy. Corrí hacia los baños, hasta que choqué con alguien, quién me tomó de los brazos impidiendo que me cayera. Francisco. El hermano de Wendy.
— ¿Estás bien? — Preguntó al verme.
— Claro, estoy perfectamente bien. — Mentí, aunque él lo nota.
— Oye, espera, ¿qué tienes? ¿te puedo ayudar?
— No, no me puedes ayudar. Es asunto mío. — Respondo con la voz quebrada. Trato de liberarme de él, pero no me lo permite.
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Mi amor imposible © |#1 ✔|
Novela JuvenilCamila McCrory Holly. Una chica con un gran corazón, pero todo a su alrededor dará un giro inesperado. Para ella la familia es lo más importante. Hay verdades que deben quedar enterradas por el bien de ciertas personas, pero hay verdades que deben s...