Era Martes, otro día en el cual le tenía que ver la cara a, Sofia.
Hice lo habitual, bañarme, vestirme, peinarme, etc.
Hoy no tenía ganas de desayunar, así que solo me cepille los dientes. Bajé las escaleras, y no había nadie. Suponía que era muy temprano.
Decidí ir caminando, así me distraía un rato. Quería olvidar un momento a esa chica.
Se me hizo eterno el camino, todavía ni llegaba a la secundaria. Creo que debería caminar más rápido. Parezco una anciana.
Llegué creo que después de una hora.
La puerta de la secundaria ya estaba abierta. Entré y me fui a mi salón. Solo estaban unos 10 compañeros y de entre esos no vi a mis primas, aún no llegaban, así que me senté.— Hola, Mila. — Oí decir a alguien. Ese apodo hace dos años que ya no lo escuchaba. — recuerdas que te decía así. Y tu me decias Sof. — miré a Sofia. No se por qué me recordaba eso. Sofía me regaló una sonrisa triste.
— Antes de que me traicionaras. — dije con calma. Eso hace meses que ya no me afectaba. — Sofia, solo déjame, no estoy de humor. — solté un suspiro de cansancio.
— Te conozco perfectamente.
— Por desgracia si.
— Deja tu orgullo para otro día, era tu mejor amiga, no puedes terminar esta linda amis...
— Era, tiempo pasado. Yo no fui la culpable, si no tú. Te enredaste con mi novio, bueno ex-novio y ni siquiera te importó lo que pude sentir. — la miré mal.
— No sé si te lo dijo, pero eso era una apuesta. Tenía que hacerlo, sino, me iban a seguir acosando. — me miró. Por desgracia ella me conocía perfectamente al igual que yo, y vi la sinceridad en sus ojos. Pero no me conocía ahora.
— Ya no me importa. Quedó atrás. Sólo déjame, en serio, Sofia. Quiero estar sola. — Dije, mi cabeza ya me empezaba a doler. Sofía asintió y se fue.
Últimamente la palabra "déjame" y "sola" salían a cada rato de mi boca.
Minutos después sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, luego un dolor punzante llegó a mi cabeza.
— Justo a la que quería ver. — sentí como mi cuerpo se estremecia. No, esto no puede ser posible, ella no debería estar aquí. Subí la mirada y la vi, sus ojos verdes me miraban con diversión. — ¿Me extrañaste? — me preguntó.
Creo que ahora me encontraba como una hoja de papel.
No sé si fue por no haber desayunado nada, o por el dolor punzante de mi cabeza, o por el simple hecho de mirar a la chica loca, que hasta en mis pesadillas veo. No supe que fue lo que hizo que me desvaneciera. Vi puntos negros y después todo se volvió oscuro.
|•••|
Abrí mis ojos… Tardé en acostumbrarme a la luz que entraba en las pequeñas ventanas de la enfermería.
— ¿cómo te sientes? — me preguntó la enfermera, que no me acuerdo como se llama.
— Supongo que bien. — reí nerviosa.
— Debes desayunar antes de venir. Te desmayaste, porque gastaste todas tus energías, pero estás bien. — Me explicó la enfermera. Abrí mi boca en una "0".
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Mi amor imposible © |#1 ✔|
Ficção AdolescenteCamila McCrory Holly. Una chica con un gran corazón, pero todo a su alrededor dará un giro inesperado. Para ella la familia es lo más importante. Hay verdades que deben quedar enterradas por el bien de ciertas personas, pero hay verdades que deben s...