Mi amor imposible © |#1 ✔|

21. Soy culpable.|✔

(Recapitulemos)

— ¿Usted qué busca de, Camila? — Pregunté firme.

— ¿De qué hablas, Axel? — Preguntó confundido.

— Mire profesor, he visto como mira a Camilla, usted está mucho mayor que ella, que demonios le pasa. — dije claramente molesto.

— No te entiendo. — dijo todavía confundido.

— A usted le gusta Camila. — No era una pregunta, era una afirmación, éste trago saliva.

Por favor diga que no, diga que no. Supliqué mentalmente.

— No, claro que no me gusta, Camila, es muy hermosa de eso no hay duda, pero no me gusta. Es una niña. — ¿Qué? Claro que es hermosa.

— Entonces ¿por qué siempre que ella está en su clase, usted no le quita la mirada de encima? Por si no lo había notado, Camila se siente muy incómoda por la forma en que la mira, ella me lo ha dicho. Se siente acosada por usted. — Lo miré y se veía muy nervioso.

— No quería que se sintiera asi, ella es muy importante para mi y para... — El profesor se detuvo y examinó mi cara.

¿¡Que!?

— ¿¡QUE!?

¿Cómo, Camila sería importante para él si no la conoce? No sabe nada de Camila, esto ya no me está gustando.

— Camila...

Él se detuvo y vio al padre de Camila. ¿Por qué siempre que estoy en algo importante, alguien llega a interrumpir?

— ¿¡Dónde está!? ¡Mi hija! — Vi al señor McCrory, estaba muy asustado y cómo no, si yo estuviera en su lugar me hubiera muerto, saber que empujaron a su hija de las escaleras no es nada agradable.

Le señalé el lugar y desapareció del lugar, mi vista volvió al profesor Eduardo, éste se veía demasiado molesto y su mandibula estaba apretada. ¿Qué le molestaba?

— Ahora si, que decía. — Él volvió su vista a mi.

— Camila es... Solo es importante para mi cómo cualquier alumno, punto. — Dijo lentamente viendo mi rostro. Cómo si de un chiste se tratara, me reí.

Ajá si.

— ¡Está loco! ¿¡Cómo va a ser importante para usted!? ¡Ni siquiera la conoce! — Dije. — ¿Sabe qué? Olvídelo, voy a ver a Camila. Es una locura lo que dice. Ella no es nada de usted, para que le importe y yo que usted me voy guardando distancia si no quiere tener un problema legal. — Dije advirtiéndole. Si, de grande quería ser abogado.

— ¡Ey! — Me gritó el profesor. Me detuve. — Déjame explicarte todo y lo entenderás.

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Me costó trabajo asimilar lo que el profesor, Eduardo me había contado.
Estaba loco si creía que no le diría la verdad a, Camila, no más mentiras para ella.

Debo decirle la verdad.

Ella debía saber la verdad de una buena vez y primero tenía que hacer que volviera a confiar en mi, que me considerara otra vez como su mejor amigo, que supiera que la quería mucho y que era un idiota por tratarla tan mal.

A veces pensaba que yo no merecía estar con Camila, ella es tan perfecta y yo siempre tenía que arruinarlo todo.

— Axel. — Me llamó Flor, ella estaba parada en la esquina de la puerta de la enfermería, la miré. — Camila quiere verte.