— Hermana, abre la puerta por favor. — dijo, Flor con cansancio, quién se encontraba fuera de mi habitación.
Llevaba ahí todo un rato tocando, pero mi respuesta era la misma.
— No, Flor.
Siguió tocando y bufé ante su insistencia. Sabia que dejaría de molestar hasta que le abriera, lo que no iba a suceder por obvias razones.
Son las 8:30 de la mañana, lo cual es un fastidio para mi, no pude pegar el ojo en toda la noche, me dormí a las 4:00 de la mañana, eso significa que dormí solo cuatro hora. Magnífico. Ahora tenía unas ojeras enormesque madre mía.
Es horrible no poder dormir y solo por estar pensando en una persona. Y si, esa persona era, Axel.
Seguía en una pequeña depresión y sabía que no era bueno para mi, me veía más pálida que de costumbre; esa era una de las razones por la que no dejaba entrar a mi hermana. No quería que notara como estaba, no quería oirla decir "¿estás bien? ¿que tienes? ¿voy a llamar a un doctor? ¿quieres que te acompañe en tu momento de soledad?" Aunque no dijera esas mismas palabras, lo sentía así.
Axel en ningún momento se comunicó conmigo, ni para preguntar como estaba. Me lo imaginaba molesto, confundo, pero un completo idiota.
— Hermana, abre la puerta. — dijo mi hermana, otra vez.
— Vete. — mi voz salió temblorosa.
No tardaron las lágrimas en salir. Odiaba mi vulnerabilidad. Y también lo odiaba a él.
Camila, no olvides tu promesa.
Tenía que ser fuerte o al menos aparentar serlo. Axel podía estar con quisiese, ya no le daría tanto interés a su relación con Wendy. Esa chica tenía más suerte que yo, pero tampoco me iba a morir.
Axel seguiría siendo mi mejor amigo y de quién estoy enamorada, pero no haría nada por arruinarle algo a, Wendy. Ella también es mi amiga. Y no le haría daño.
Repentinamente apareció algo en mi mente, el nombre de alguien exactamente y entonces una idea loca surgió. ¿Qué podría pasar?
Sería una buena idea...
Sería un golpe bajo para alguien.
Esperaba no arrepentirme de la decisión que tomaría, solo sabía que tenía que olvidar a, Axel y es lo que haría, de cualquier manera lo haría. Estaba decidida a olvidarme de él por completo.
Dicen que un clavo saca a otro clavo. Veremos si es verdad.
"No dejes que se aprovechen de ti, sé más fría" Repetí varias veces mirándome através del espejo.
Toc, toc.
Suspiré ya con cansancio, fui hasta mi puerta, giré la llave para que la puerta se abriera. En ese momento se me lanzó, Flor encima, perdí el equilibrio y caí de nalgas. Demonios.
¿De casualidad la Flor que me odiaba podría hacer su aparición nuevamente?
- ¡Hermana! ¡Por fin me abres! ¡No vuelvas a hacerlo, Camila! ¿me oiste? - Me regañó, Flor. Asentí con la cabeza y la quité de encima. - ¡Rayos! - Gritó, me tocó la frente con la mano y la alejó de inmediato, como si tuviera un bicho que le asuste mucho. - ¡estás que ardes de calentura, Camila! - Gritó preocupada.
Lo que me faltaba.
Ya estaba hasta las chanclas de estar mal por todo. Ya no quería ver a un doctor, quién solo daba vueltas por toda mi habitación, regañandome por no cuidarme y diciendo que tenía que descansar. ¡Mandarines que!
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Mi amor imposible © |#1 ✔|
Teen FictionCamila McCrory Holly. Una chica con un gran corazón, pero todo a su alrededor dará un giro inesperado. Para ella la familia es lo más importante. Hay verdades que deben quedar enterradas por el bien de ciertas personas, pero hay verdades que deben s...