Mi amor imposible © |#1 ✔|

20. Accidente.|✔

- ¿Estás bien? - Fue lo primero que me dijo. Me miró preocupado.

¿A qué se refiere si estoy bien? Claro que estoy bien.

- Si. - dije algo confundida. - ¿Por qué?¿Me ves mal acaso? - Pregunté. El negó.

- Mi hermano me dijo que un ladrón entró a tu casa en la noche, y tú estabas sola. - Dijo preocupado.

El recordar aquel momento de nuevo no fue nada agradable. Mi enojo habló por mi.

- Fue tú culpa. - Mi voz salió en un susurro audible para él. Sabía que él no era el culpable, porque él como hubiese sabido que eso pasaría. Mi lengua se desconectó de mi cerebro.

- ¡Claro que no! - Gritó molesto.

- Y ahora me gritas. - Dije algo ofendida. - ¡Me echaste de tú casa de la peor manera, Axel! Y me pasó eso. - Mis ojos los sentía mojados, y el recordar aquel momento en dónde me trató mal y por culpa de Silvia.

No llores, estúpida.

Te vera débil.

¡Deja de llorar! Hazlo pagar al idiota.

Pero no lo golpes, ¡GRITALE!

Dile que es un maldito desgraciado sexy.

Si... espera ¿Que? ¡No, obvio no!

Me limpié unas cuantas lágrimas que tenía atrapadas en mis ojos, no quería llorar y no lo haría, menos en frente de Axel. Ya tenía suficiente de él.

- Tenía todo el derecho del mundo, era mi casa y no quería verte. - Dijo molesto. Lo miré con decepción.

- ¿Eres tú, en serio? - Lo miré. - Ya no se quién eres, ya no sé si eres el amigo que conocí hace meses, "MI" amigo bueno, lindo, agradable, fastidioso, gracioso, gentil. O sólo me mostraste lo que te convenía. - Dije. Axel sólo miró el suelo, él no era capáz de mirarme a la cara y me molestaba. - Has cambiado Axel, o no sé si eres así y no me había dado cuenta hasta hace poco. Me has lastimado de una manera cruel.

Así era. Jamás creí que Axel tuviera esas actitudes, que fuera así de malo con alguien. Nunca me mostró sus verdaderas actitudes, él me mostraba solo lo bueno, y hasta éste momento me mostró lo malo, que honestamente no me gustó para nada.

Dejó de ver el suelo y me volvió a ver, sus ojos mostraban tristeza y arrepentimiento. Pero ya no me importaba eso.

- Tú me cambiaste. - Confesó. Lo miré mal, me estaba diciendo que yo era la culpable de su comportamiento. Tonto, e idiota. - Y odio eso, porque tenía bajo control mis sentimientos, porque no puedo imaginarte con otra persona que no sea... - Lo interrumpí.

- ¡No me culpes a mi de tu estúpido comportamiento! - Le grité molesta. Axel, iba a hablar, pero todavía no se lo permitía. - ¿Por qué no vas y culpas a Silvia? A ella si que le haces caso, ella te metió ideas de mi que tu creíste, ¡Ahora déjame en paz y lárgate con ella, hazlo! - Grité furiosa. No podía contenerme. Me miró como si no pudiera creer lo que acababa de decirle.

- ¿Como sabes que Silvia me dijo? Yo te... - Dijo, pero lo detuve. Ya me daba por interrumpir lo.

- Me lo dijo tú hermano y mi hermana. - Dije secamente.