(Daniel)
He estado esperando un año para este momento. No todos los dias tienes la oportunidad de salir de la cárcel. Claro, en el juego del Monopoly solo tienes que tirar los dados tres veces y esperar un doble o pagar una multa y ser libre. Pero no hay juegos aquí en el Departamento Correccional, complejo de menores de Illinois; o DOC como nosotros los reclusos lo llamamos.
Oh, no es tan duro como parece. Toda la división de menores varones es difícil, pero no es como la DOC para adultos. Podrías preguntarte por qué he estado encerrado durante el año pasado. Fuí declarado culpable de atropellar a una chica con mi coche mientras conducía borracho. Fue el golpe y la fuga del accidente lo que en realidad hizo que el juez con mi caso se cabreara mucho. Me impuso tres meses más por aquello.
—¿Estás listo, Daniel? —Pregunta Juan, el guardia de la celda.
—Si, señor —he estado esperando trescientos diez días para ello.
Diablos, sí, estoy listo.Respiro hondo y sigo a Juan a la habitación donde el comité de revisión me evaluará. He sido preparado por los otros chicos de mi bloque de celdas. Siéntate recto, mira lleno de remordimiento, sé cortés, y todas esas cosas pero, a decir verdad, ¿Cuánto se puede confiar en los chicos que no han salido por sí mismos?
Mientras Juan abre la puerta de la sala de evaluación mis músculos comienzan a temblar. Tal vez no estoy listo para esto después de todo.
—Porfavor siéntese, Daniel —ordena una mujer que lleva gafas y una mirada severa en su rostro.
Juro que la escena es de una mala película pasada de moda. Siete personas sentadas detrás de una mesa de 1.82m de largo enfrente de una silla de metal solitaria.
Me siento en el frío y duro metal.
—Como usted sabe, estamos aquí para evaluar su capacidad de salir de aquí y comenzar su vida como un ciudadano libre.
—Sí,señora —le digo—. Estoy listo para salir.
Un tipo grande, quien puedo decir va a jugar al **policia malo** extiende su mano. —Oye, despacio. Tenemos algunas preguntas antes de tomar nuestra decisión.
Oh hombre. —Lo siento.
El grandote comprueba mi archivo, pasando página tras página. —Hábleme de la noche del accidente.
La noche de mi vida que quiero borrar de la historia. Respirando profundamente le digo: — Yo estaba bebiendo en una fiesta. Conduje a casa, pero perdí el control del coche. Cuando me dí cuenta de que choqué contra alguien, me asusté y conduje de vuelta a la fiesta.
—¿Usted conocía a la chica que golpeó?
Los recuerdos inundaron mi mente. —Sí, señor. Mery Dail...mi vecina — no agregué que ella era la mejor amiga de mi hermana gemela.
—¿Y usted no salió del coche para ver si su vecina estaba herida?
Me remuevo en la silla. —Supongo que no estaba pensando con claridad.
—¿Supone? —otro miembro del comité pregunta.
—Si pudiera retroceder en el tiempo, le juro que lo haría. Cambiaría todo.
Ellos me interrogan durante otra media hora.
Por qué estaba bebiendo cuando era menor de edad, por qué subí al coche borracho, por qué pasé de largo despues de la escena del accidente. No sé si estoy respondiendo lo equivocado o lo correcto, simplemente respondo lo que siento. Soy completamente yo...Daniel Oviedo, un joven chico de diecisiete años.
Si ellos me creen, tengo una oportunidad para conseguir la libertad antes. Si no lo hacen...bueno, voy a estar comiendo esta mierda de comida durante otros seis meses y continuaré durmiendo con convictos.

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Dejando Paraiso ||Completada.
FanfictionNada ha vuelto a ser igual desde la noche en que Daniel Oviedo salió de una fiesta, se puso al volante y terminó atropellando a Mery Dail. Tras meses de dura y dolorosa rehabilitación Mery ha vuelto a caminar, pero le ha quedado una cojera de por v...