5

2.6K 151 5
                                        

(Daniel)

Mantengo una sonrisa permanente en mi cara durante la fiesta de bienvenida, tal y como ordenó mi padre. Es una sonrisa falsa pero creo que las amigas de mi madre se lo están tragando.

Mi madre ha estado conmigo, riendo y abrazándome en público como al hijo reformado. Me pregunto cuánto tiempo podré mantener esta farsa antes de que no aguante más. ¿Por qué las apariencias son tan importantes para mis padres?

— Daniel se ha hecho más religioso desde que ha estado lejos —mamá le dice a una mujer cuando me agarra del codo y me coloca frente a la esposa del sacerdote—, ¿No es así hijo?

— Rezaba todos los días. —le digo sabiendo que no solo ellas están escuchando. ¿La verdad? Yo rezaba todos los días para sobrevivir en el sistema juvenil, volver a Paraíso y hacer las cosas bien de nuevo.
La declaración de mamá es hueca porque nunca hemos hablado de lo que hice en la cárcel. Ella nunca me preguntó, y yo nunca se lo dije.

Además, ella no quiere saber la verdad. Si fingiendo sanaré esta familia, lo haré.

La señora del reverendo se marcha dejándonos a mi madre y a mí solos.

Ella se inclina hacia mí. — Abrocha más esa camisa. —susurra.

Miro mi camisa. Solo tengo dos botones desabrochados. Pero no estoy dispuesto a discutir con mi madre ahora. No vale la pena.

Cuando estoy abrochándome la camisa miro hacia la chica gótica que está apoyada al lado de la casa. Cojo un vaso de cerveza y camino hacia mi hermana. — Ten. —le digo entregándole la bebida. — Tu preferida.

Ella sacude su pelo negro azabache. — Ya no.

Así que ahora estoy aquí de pie con una bebida que nadie quiere. Bebo un poco. — ¡Qué asco! No sé cómo te gustaba esto.

— Ahora bebo agua. Solo agua.

Esto, viniendo de la chica que acompañaba cualquier comida con una jarra de cerveza es demasiado anormal. El agua no le pega a Lorena, independientemente de si mi hermanita quiera admitirlo o no. — Hay mucha gente esta noche.

— Sí. Mamá hizo todo lo posible. —dice.

— Papá no intentó detenerla.

Minutos después oigo la voz de Lorena de nuevo. — ¿Te obligaron a cortarte así el pelo?

Me paso la mano por el rasposo corte de pelo. — No.

— Te hace parecer duro.

¿Debo decirle a ella lo que me parece su teñido pelo negro? Brevemente lo pienso, pero pronto me doy cuenta de que su grado de oscuridad va más allá de su cabello. Sacar ese tema en una fiesta no es lo más adecuado.

Lorena arrastra los pies. — David está haciendo una fiesta en su casa.

— ¿Dos fiestas en Paraíso la misma noche? Chica, las cosas han cambiado.

— Más de uno se da cuenta, Dani. ¿Vas a ir?

— Claramente no. —ya es suficiente mierda tener que estar con adultos. — ¿Por qué? ¿Vas?

Lorena levanta las cejas y me mira. Lo entiendo, no irá.

Un fuerte ruido proviene del porche extendiéndose la voz de nuestra madre por todo el jardín. — Gracias a todos por venir —anuncia con un estilo con el que la reina de Inglaterra se sentiría orgullosa—. Para dar la bienvenida a mi hijo Daniel con los brazos abiertos.

¿Los brazos abiertos? Ni mi propia madre ha puesto una sola mano sobre mi, si no es públicamente. No puedo soportar otra mentira más.

Salgo por una puerta lateral dirección al parque de Paraíso, me pongo una camisa ajustada con un pantalón demasiado apretado y desabrocho cada botón de la camisa hasta dejarla toda abierta.

Por primera vez siento toda la libertad que no he tenido en casa.

Puedo ir donde quiero y desabrochar mi camisa a la medida que yo decida. Y no tengo a nadie que me mira sorprendido o me bombardea a preguntas sobre la cárcel. Como me gustaría poder retroceder al año pasado y comenzar de cero. Pero la vida no te permite hacer eso. No es posible borrar el pasado pero voy a tratar de hacer que otras personas lo olviden.

Llego al parque y poso mi mirada sobre el árbol familiar analizándolo. En cada centímetro de él he pasado tantos momentos que me enorgullece poder recordarlos todo.

Un soplido me toma por sorpresa mientras me acerco al árbol. Está justo en frente de mí, sentada, apoyada en el tronco del viejo roble, es Mery Dail.

———————————————————
Bueno chicas, los protagonistas después de todo un año en el que ninguno de los dos sabía nada del otro por fin se reencuentran.

La "víctima" y el "delincuente"

¿QUÉ PASARÁ? Chan chan chan.

Un beso bitchesss!

Dejando Paraiso ||Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora