Dejando Paraiso ||Completada.

8

(Mery)

— ¿Cómo fue la fiesta? —Mamá pregunta mientras plancha el uniforme del trabajo.

— Genial.

— ¿La pierna bien?

— Está bien. —ni si quiera he pensado en mi pierna en toda la mañana, es la menor de mis preocupaciones. Estoy obsesionada con Inglaterra. Ayer por la noche, Daniel reforzó mi opinión de dejar esta ciudad—. ¿No hemos recibido ninguna carta del programa de intercambio aún? —la web decía que el paquete debería de haber llegado hace una semana.

Ella sigue planchando. — Aún nada Mery. Espero que incluya información sobre la accesibilidad para sillas de ruedas. Si la pierna comienza a dar problemas, tendrás que llevarla.

— Mamá, porfavor. ¿Siempre tienes que pensar en el qué pasará si..?—voy a la nevera lo más recta que puedo.

— Preparse no hace daño, Mery. No voy a estar allí para incordiarte o ayudarte una vez que llegues.

— Voy a estar bien. Deja de preocuparte mamá.

Es triste. Primero me obliga a salir y hacer cosas con mis amigos como antes y ahora está siendo sobreprotectora, y demasiado asfixiante. Se contradice todo el tiempo. Creo que es porque está tratando de actuar como un padre responsable y una madre protectora, todo de una. Se está confundiendo en el proceso. Y a mí, me está confundiendo también.

Pone la plancha boca abajo y me da un gran abrazo. — Yo quiero que viajes a Inglaterra. Lo has estado esperando durando mucho tiempo. Pero también necesito saber que estás bien. Tan solo porque te quiero mucho, y lo sabes.

— Ya lo sé—chillo. No le quiero añadir que, un abrazo de los suyos, puede ahogar a una persona, incluso provocarle la muerte.