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(Daniel)

Esta mañana me encontré con Carlos, después de convencer a mis padres de que volví tan tarde porque estuve en casa de Angel y perdimos la noción del tiempo. Carlos vino para hacer una evaluación. Entrevistó a mi familia, incluso a Lorena, y luego nos quedamos en mi habitación donde me llenó de preguntas.

Le conté que le había pedido a Mery ver su pierna, sin mencionar el hecho de que trabajamos juntos todos los días, o que ella es la única persona que me hace olvidar que el año pasado de verdad pasó. Sin olvidar que la noche anterior había dormido con ella, en el sentido literal de la palabra.

Carlos sacude la cabeza. — Está prohibido examinar a tu víctima, Daniel.

— No la examiné.

El hombre camina por mi cuarto y pone la mano sobre su frente como si tuviera dolor de cabeza.

— ¿Eres dulce con ella?

— ¿Con quién?

— Mery.

— No, jamás—miento.

— Los chicos de pueblo pequeño sois un caso aparte. Vale, este es el trato: Mantente alejado de ella.

— ¿Tengo otra opción?

— No—Carlos abre su carpeta y hace clic con su bolígrafo—. En nada acabas el servicio comunitario. Una glorieta para la señora Pardo eh.

— Si todo sale bien terminare a finales de la semana que viene.

Él está impresionado — Buen trabajo Dani, empezaste inestable pero eres un chico decente.
Nos veremos la semana que viene, y hablaremos sobre lo que pasará después de que estés en libertad.

Estoy lleno de alegría por la visita de Carlos, sabiendo que falta poco para que la carcel sea una etapa cerrada con llave. Solo tengo que guardar como un secreto el hecho de que estoy con Mery.

Llamo a la puerta de la habitación de mi hermana. Ella está ahí. Su cuarto es su cueva, excepto por el insti y las comidas.

No responde, pero golpeo más fuerte. —Lorena, abre.

— ¿Qué quieres?—dice tras la puerta.

Suspiro, esto es más difícil de lo que pensaba. — Solo abre la maldita puerta.

La abre unos centímetros. Empujo el resto de la puerta y entro. Está demasiado oscuro para mi gusto así que abro las cortinas.

— Ciérralas.

— Claro, bueno, tenemos que hablar y no veo una mierda.

— No quiero hablar.

— Que pena—digo con los brazos cruzados sobre mi pecho.

Sujeta el pomo de la puerta, como si estuviera a punto de escaparse.

— ¿Mamá y papá están en casa?—pregunta nerviosamente.

— Han salido.

Ella deja salir una pequeña respiración.

Nisiquiera sé por dónde empezar, solo sé que estoy preparado para decir en voz alta lo que he estado reprimiendo en mí desde hace más de un año. El demonio se ha desatado. La vida no se trata de esconder la mierda y vivir en un mundo de fantasía.

Tomo una profunda respiración y empiezo.

— Tú atropellaste a Mery con el coche y yo me tiré la culpa. Me lo he estado guardando, pero se acabó. Te aseguro que no lo hubiera hecho si hubiese sabido que te convertirías en un cadáver para el resto de tu vida.

Sus ojos se ensanchan como si su cerebro analizara la verdad por primera vez.

— Habla Lore—exijo—. Di algo...¡cualquier cosa!

— ¡No puedo con esto!—ella grita y se lanza sobre la cama.

Cojo una caja de pañuelos y se la paso. Estoy de pie mientras ella llora histericamente.

— Lo siento Dani, lo siento mucho—dice entre sollozos—. Podía haberla matado, Dani.

— Pero eso no pasó.

— Me quedé allí sin hacer nada mirando como te esposaban.

Estaba tan acostumbrado a ser el problemático, solía ser el que siempre lo arruinaba todo. Lore siempre había sido la hermana santa. Yo era el rebelde. Incluso borracho, no dudé en tirarme la culpa del accidente. Lore no sería esposada, arrestada y condenada. Ella no podría sobrellevarlo. Yo lo haría por ella.

Los policías no dudaron cuando confesé en el mismo momento. Joder, mis propios padres no dudaron mi culpa.

Pensar que todo empezó porque mi hermana quería esquivar una maldita ardilla...

— Se acabó—digo.

— No, Dani, nunca ha acabado. Nunca se acabará. Voy a cargar con la culpa el resto de mi vida. Nisiquiera puedo mirar a Mery a la cara. Joder Dani, nisiquiera puedo mirarte a la cara. Es tan duro, no puedes ni imaginártelo.

Tiene razón. No puedo.

Gira hacia mí con una dificultosa respiración. — No se lo dirás a nadie, ¿verdad? Prométeme que no lo harás.

Miro a mi melliza, la chica con la que compartí el vientre de mi madre, al igual que cumpleaños y con la que he crecido lado a lado. Ella debe conocerme como yo la conozco, sentir mi dolor como yo siento el de ella. Ella sabe que este secreto me destroza por dentro. Pero lo ignora y se enfoca solo en ella. Ella es, después de todo, una extraña para mí.

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Mis niñasssss

¡¡YA SOMOS 10k de leidos!! B
VALE ÓSEA NO ME LO CREO, OKAY? RELAX RELAX

Buuuuuuueno puess....¡ZAS! Aquí tenéis el misterio de la novela, ahora toda la historia no es como pensabais, eh aquí tenéis a lo que me refería en el resumen de la historia.

Todo da una vuelta y quizás os vayan encajando cosas o viendo otras más claras o no se, la mente de uno da para mucho 😉

Dejando Paraiso ||Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora