Only You 2 ¿De qué estamos hechos?

Capítulo 11

Sus grandes manos agarran mi cadera y su cabeza cae hacia atrás en el sofá mientras yo continúo moviéndome sobre él. Sus ojos están cerrados con fuerza y su boca está ligeramente abierta mientras salen toda clase de gemidos y maldiciones de ella.

-Demonios!- gime y mis sentidos se pierden más al ver el placer que le produce. Sus manos alejan mi chaqueta y la tira a un lado.

Me inclino para besar su cuello sin dejar de moverme. Recorro la parte trasera de su oído con mi lengua y se tensa aún más debajo de mí.

-Amor...tienes que...detenerte.- dice entre gemidos.

-Que pasa?- pregunto dejándolo de besar y deteniendo mis movimientos. Mis brazos están al rededor de su cuello y me quedo viéndolo confundida.

-No me veas así. Solo quiero ir despacio esta vez.- dice acariciando mi mejilla con el dedo pulgar,enviando cosquillas por todo mi cuerpo.

-Qué quieres decir?

-Sabes que hace poco más de un mes no hemos hecho el amor, ni siquiera hemos tenido contacto, y me estaba volviendo loco,así que tenerte así.. sentirte... moviéndote así... Dios, si seguías me vendría muy rápido.- me explica sin dejar de acariciarme.

-Ah.- digo sonrojada y feliz por su respuesta.  -Entonces.. cómo quieres hacerlo?

-Quiero hacer esto muy lento, quiero poder verte. poder sentir cada parte de ti, recordar y recorrer cada centímetro de tu cuerpo, sentir tu olor, ver lo que puedo producir en ti.. quiero.. quiero que disfrutemos de esto tanto como podamos.- susurra aún con tono explicativo y su pulgar se dirige a mi labio inferior. Se inclina y pega su frente a la mía.

-Te amo.- sonríe y nuestros labios se unen de nuevo.

Como estoy sentada a horcajadas, Harry lleva sus manos hasta mi trasero para sostenerme y se pone en pie. Enredo más fuerte mis piernas al rededor de su cintura y mis brazos en sus hombros sin dejar de besarlo. Caminamos sin dejar el contacto hasta mi habitación, nos guiamos torpemente por el pasillo hasta que por fin encontramos la puerta.

Una de sus manos deja de sujetarme y la usa para abrir la puerta, una vez adentro, vuelve a unirse a mí. Como lo prometió, sus labios son lentos pero intensos, succionan los míos con suavidad y necesidad. Siento la suavidad del colchón debajo de mi espalda y es cuando me doy cuenta que me está dejando sobre la cama.

Sus labios húmedos bajan por mi cuello, besando, lamiendo, mordiendo y succionando en el camino. Me retuerzo por la sensación y no puedo evitar gemir. Harry lleva sus manos hasta mis piernas y hace que suba las rodillas, una pierna a cada lado de su cuerpo.

-Vamos a desnudarte.- susurra con excitación y las pupilas dilatadas.

Sus manos suben por mi cadera, llevándose consigo mi blusa, dejándome solo el sostén. Con suavidad, gentileza y calma las yemas de sus dedos trazan un camino delicioso y tortuoso hasta mi cadera, donde comienza a jugar con el botón y la cremallera de mi jean. Por fin lo baja y sonríe al notar que no ha quitado mis zapatos, así que se detiene y me los quita junto con las medias, y luego termina de sacar el jean.

-Te ves hermosa.- sonríe admirando mi cuerpo y me sonrojo por sus palabras.

-Puedo quitarte la camisa?- pregunto mordiendo mi labio con timidez.

-Por favor.- dice en respuesta y le sonrío.

Me pongo de pie frente a él y comienzo a besarlo, acaricio su cabello y luego bajo mis manos por su pecho y abdomen, sorprendida de cuán duros son sus músculos. Mi dedo indice juega en su abdomen y puedo notar la forma cuadrada de cada musculo, él sonríe contra mis labios al notar mi admiración. Continúo con mi trabajo y comienzo a subir su camisa, la saco por encima de su cabeza con un poco de torpeza y los dos reímos.