Only You 2 ¿De qué estamos hechos?

Capítulo 7

De camino a la habitación de Liam pienso en cuán ridícula me comporté con respecto a ver a Harry de nuevo. Sinceramente mi reacción fue un poco estúpida, exagerada y vergonzosa. Gracias al cielo nadie se dio cuenta.
Tengo que aprender a tomar esto con calma, ya pasó un mes desde aquel día, solo tengo que superarlo y moverme de ahí.

Estaciono el auto en mi antiguo espacio para aparcar, sigue vacío ya que Liam no tiene un nuevo compañero o compañera aun.
Apago el auto y tomo una respiración lenta y profunda para tratar de calmar mis nervios. Cierro los ojos y hago una pequeña meditación para luego bajar del auto.

Calma, solo verás a Liam.

Camino hasta la puerta de vidrio y la empujo para entrar. Demonios, no tengo la tarjeta para el deco.

Tomo mi bolso y busco en él mi celular, lo tomo y marco el número de Liam. Espero a que él responda mientras veo en dirección a mis desgastados tenis.

Vamos Liam, responde. Mi paciencia comienza a agotarse mientras espero a que Liam conteste mi llamada, lo llamo tres veces y nada.

Vamos a intentarlo la ultima vez, si no contesta me v..

-Ne..necesitas ayuda?

Levanto la vista tan lento como me es posible, esa voz...

-S..si.- asiento. Mi garganta se seca y tengo que pasar saliva mientras lo veo sacar la tarjeta blanca del bolsillo trasero de su jean negro.

-No esperaba..verte.- dice con cuidado.

-Yo..yo tampoco, Harry.

Mis manos comienzan a sudar mientras el chico de ojos verdes abre la puerta.Por Dios, está tardando una eternidad!

Por fin abre la puerta y espera a que yo entre. Quiero correr y literalmente esconderme, pero por Dios, tengo diecinueve años, tengo que mostrar madurez.

Camino a paso lento y espero a que él entre, parece distraído. De repente sus ojos se abren al verme de pie esperando que entre, tal vez al igual que yo, pensaba que iba a salir corriendo.

-Vienes a ver a Liam?- su voz aún es tímida y precavida.

-Si.- asiento con simpleza. Harry camina hasta donde estoy y comienzo a caminar también.

-Ya veo.- susurra. Sus labios se abren para decir algo más pero los cierra por un momento, luego se decide y habla. -Lo siento por lo de anoche, no quería derramarme en tí, quiero decir, derramar mi cerveza, eh..- sus palabras son enredadas, para sorpresa de ambos suelto una risita ante su torpeza.

-Tranquilo, no es nada que el jabón y el agua no puedan solucionar.

-Eso creo.- sonríe un poco y mi estomago se revuelve ante su sonrisa.

-A qué hora te fuiste anoche?- pregunta después de unos minutos de silencio. Desde cuando nos toma más de cinco minutos llegar al ascensor?

-En realidad no me fui anoche.- me encojo de hombros y su mirada se dirige a mi. Su ceño se frunce.

-Qué, por qué?- su tono cambia y parece.. molesto?

-Porque puedo.- susurro. En sus ojos puedo notar el entendimiento y sus facciones se relajan.