Me despierto temprano en la mañana, esa es mi rutina desde hace ya un par de meses. Tomo una ducha y me visto para ir a comprar comida y algo de ropa, necesito un vestido para navidad.
Lo cierto es que todo este tema navideño londinense es algo extraño para mí, yo sólo estoy acostumbrada a que en Colombia -y creo que en gran parte de Latinoamérica- celebremos el veinticuatro de diciembre y el treinta y uno, nada más; mientras que aquí hay acción de gracias o cosas así... no tengo ni idea.
Después de comer una galleta y beber algo de jugo, salgo del apartamento con mi bolso, una sombrilla y las llaves del auto.
Conduzco algo distraída por la neblina blanca y espesa; antes pensaba que hacía frío..., pues bien, ahora hay cuatro grados bajo cero. Eso sí es frío.
Llego a un almacén de cadena bastante grande, conduzco alrededor y entro al estacionamiento subterráneo. Me es fácil encontrar un espacio ya que el lugar está casi vacío. Luego de apagar el motor, me bajo del auto y lo aseguro para luego caminar hasta los carritos de compras que están ordenados en una fila al lado del ascensor, tomo uno y subo.
En la planta de compras ya no hace tanto frío, debe tener calefacción. Empujo mi carrito por los pasillos buscando comida y leyendo las etiquetas, asegurándome de las fechas de caducidad. Me meto en el pasillo de "granos y especias" y leo los ingredientes de cada tarro que tomo.
–Sal marina...bla, bla, bla– balbuceo mientras "leo" la etiqueta del tarro de vidrio en mis manos. –¿para qué quiero sal marina?, necesito sal norm-
–¿Ahora hablas sola? –.
Se me resbala el tarro de las manos y por suerte cae dentro de mi carrito, justo sobre el azúcar que está en una bolsita. Levanto la cabeza y veo a Niall a un metro de mí, también tiene un carrito -más grande que el mío- y va acompañado por una señora rubia.
–Hola– le sonrío avergonzada, me inclino, tomo el tarro de sal de mi carrito y lo pongo en el estante de nuevo. Necesito sal normal.
–Hola, no sabía que andabas de compras– me sonríe y ambos se mueven un poco más cerca de mí. Me quedo viendo a la señora, tratando de descifrar por qué me resulta tan familiar.
–Ah, lo siento, Anna, te presento a mi madre: Róisín.
–Oh– susurro sorprendida. La amable mujer sonríe y me saluda con una mano en el aire. –Es un gusto– asiento y le sonrío.
–Igual para mí..., no sé por qué me resultas familiar, Anna–. Su voz es suave y cantarina, refleja la misma alegría que su hijo. Inmediatamente me encanta conocerla.
–No sé, tal vez ya nos habíamos visto alguna vez– me encojo de hombros y niega con la cabeza.
–Hubiera recordado tu rostro, eres muy hermosa... y castaña– agrega y suelto una risita avergonzada. –Creo que ya me habían hablado de ti...– dice pensativa y veo a Niall sonrojarse.
–Tal vez– sonrío y evito ver a Niall para no burlarme de él.
Caminamos juntos por algunos pasillos, Niall empujando su carrito y yo el mío. Su mamá me cuenta que quiere hacer algo grande para fin de año, y me ha invitado.
–Muchas gracias, es muy amable al invitarme, seguro estaré allí– sonrío y se queda viéndome a los ojos por unos segundos, parece como si recordara algo.
–¡Ya sé!– chilla feliz y Niall y yo brincamos asustados. –Tú eres la novia del pequeño Harry. Me quedo en silencio sin saber qué decir o qué hacer. El pequeño Harry...
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Only You 2 ¿De qué estamos hechos?
FanfictionLa historia de amor entre Anna y Harry continúa, trayendo consigo penas, alegrías, corazones rotos y un poco más. El amor no es fácil, pero cuando se ama...nada es imposible. "No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasi...