Capítulo 38

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Ya es sábado y estoy temiendo por mi salud mental; toda la semana he estado ocupando mi cabeza en mis trabajos y las clases, tanto así que obtuve las mejores notas de la semana. Mis días y tardes se han basado en estudiar, y las noches son agobiantes, aunque trate de evitarlo, el dolor me vence y me quema hasta que por fin logro dormir.

Tengo miedo de que mi mente me juegue una mala pasada estando sola y sin qué distraerme. No debí haber hecho los trabajos en una sola tarde.

Me levanto de la cama y a penas son las ocho de la mañana; me encamino a la ducha y me preparo para el día, tal vez salga, haría cualquier cosa por no sentir dolor.

Después de ducharme y vestirme me dirijo a la cocina a preparar café. El celular suena mientras espero por mi bebida caliente.

Camino a mi habitación para buscarlo, no llevo mucha emoción al hacerlo.

—Hola Niall— respondo al encontrarlo. Camino de vuelta a la cocina.

—Buenos días, Annie, ¿cómo amaneciste?

—Bien, ¿y tu?—. Sostengo el celular entre mi mejilla y mi hombro. Buscaré un cuenco y huevos para desayunar.

—Me alegra escuchar eso. Bien, un poco pensativo en el día de hoy, ¿tienes planes?

—No en realidad—. Aunque he estado sacando excusas todo el tiempo para no salir con Niall, hoy necesito hacerlo. Sé que es grosero negarme a salir con él cuando solo quiere que yo no esté mal, pero mi cabeza y mi cuerpo no han estado muy dispuestos. Quiero a Niall, de verdad lo hago, pero no me sentía con la fuerza suficiente para salir.

—Qué te parece si vamos a... no sé, cine o algo, como en los viejos tiempos—. No Niall, no me hables de los viejos tiempos.

—Sí, sería... genial— trato de sonar emocionada. —Puedes venir y almorzar conmigo aquí, compramos las entradas y nos vamos en mi auto— ofrezco.

—¿En serio?— suena más sorprendido de lo que debería y me siento mal por ello. ¿Tan mal me he portado como para que mi ofrecimiento lo sorprenda?

—Sí, ¿no... quieres?— pregunto incómoda. Bato los huevos en el cuenco y me pregunto si oirá mis movimientos a través del celular.

—Sí, sí, es sólo que... no lo esperaba—.

—Ah— susurro. Nos quedamos en silencio unos segundos y luego Niall pregunta:

—Qué estás haciendo y por qué escucho algo raro.

—Estoy preparándome el desayuno—. Pongo los huevos en el fuego y espero. —Por cierto, ¿ya desayunaste?—. El café está listo y los huevos casi están en su punto.

—Uhm... se podría decir que estoy trabajando en ello—. Estoy segura que si no estuviera destrozada por dentro, hubiera reído ante su comentario.

—Mis huevos ya están listos, así que...— pongo los huevos en un plato —Te veré para almorzar.

—Así es, cuidate y buen apetito.

—¿Buen apetito?

—Sí, ¿sabías que antes de comer de dice "buen apetito" y luego de comer es "buen provecho"?

—No, pensé que siempre era "buen provecho"

—Pues estabas muy equivocada— pone tono dramático y ruedo los ojos. Sé que quiero sonreír, pero la sonrisa no llega.

—Gracias por tus enseñanzas, nos vemos más tarde— es lo que puedo decir tratando de sonar graciosa.

—Está bien. Adiós—. Dejo el celular sobre el mesón y sigo preparando los huevos.

Only You 2 ¿De qué estamos hechos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora