Only You 2 ¿De qué estamos hechos?

Capítulo 18

-¿Será que aquí está bien para ti?- le pregunto cruzándome de brazos cuando estaciona enfrente de otro restaurante. Estamos a algo más de treinta minutos de UOL.

-Sí, por eso estacioné.- medio responde y se baja del auto.

Camina hasta el otro lado y me da una mirada para que espere que él abra la puerta por mi. Espero en mi asiento. Cuando la abre le agradezco y salgo del auto.

-¿Seguro que no me vas a halar y a salir corriendo de nuevo?- digo para molestarlo, rueda los ojos y camina solo hasta el restaurante.

Lo sigo a paso lento y me espera con la puerta abierta. Suspira exasperado por mi tardanza pero no camino más rápido. Estoy enojada.

Nos sentamos en la mesa al lado de la ventana y esperamos a que vengan a pedir nuestra orden. El restaurante está construido en una especie de fina madera y tiene un ambiente campestre muy bonito. Si no estuviera enojada con Harry, seguro que estaría muy cómoda aquí.

Una mujer de edad mediana se acerca a la mesa y le doy mi mejor sonrisa para que se disipe un poco el mal ambiente entre ambos.

-Buenas tardes.- nos saluda y los dos respondemos. -¿Qué desean comer?- pregunta.

-Dame unas chuletas de cordero a la plancha sin pimientos, gracias.-le digo.

-¿Qué desea para tomar?- pregunta anotando en una libreta.

-Una seven up.

-De acuerdo. ¿Y usted qué desea?- le pregunta a Harry. Lo mira pacientemente y espera su respuesta.

-Una coca-cola, gracias.- medio responde.

-¿Algo más, señor?- no puedo evitar sonreír cada vez que alguien llama "señor" a Harry.

-No, solo eso. Gracias.- trata de sonreír pero ni siquiera la mira. La mujer se va y nos deja solos.

Me quedo viéndolo y ruedo los ojos mientras mi sonrisa de esfuma.

-¿Qué?- pregunta.

-¿No vas a comer nada?- frunzo el ceño.

-No tengo hambre.

-¿Entonces a qué me trajiste aquí?- digo más enojada que antes. Su actitud me fastidia.

-No me hables en ese tono.- dice entre dientes, cierra los ojos y suspira. Cuando los abre parece un poco más estable. -¿Cómo tienes el descaro de molestarte conmigo después de lo que hiciste?- me mira y no sé si en sus ojos hay enojo o tristeza. Tal vez treinta-setenta.

-¿Qué te hice?

-Michelle me lo contó.

-¿Contarte qué, la mierda que ella misma inventó?- la sangre hierve en mis venas y tengo que tomar unos segundos para tranquilizarme.

-¿Qué?- parece sorprendido por mi repentino enojo y mis palabras.

-¿Sabes qué?- pregunto. -No voy a hablar de esto en público contigo. Pediré que empaquen la comida.- me pongo de pie antes de que pueda oponerse y camino hasta la caja registradora.
Dos señoras que están comiendo me miran como si tuviera dos narices y las ignoro.

-Hola, ¿podrías empacar la comida que pedí?- pregunto impaciente a la chica que está en el mostrador.

-Un momento.- dice.

Llama a la señora que pidió mi orden y esta sale de la cocina. Le dice que empaque mi comida y las gaseosas y ella asiente. Unos minutos más tarde viene con mi orden en una caja y las dos gaseosas en vasos especiales. Pago la comida y salgo con la bolsa de comida en la mano. Harry ya no está en el restaurante.