Capítulo 43

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Antes de comenzar quiero decir que cambié mi nombre de usuario, quise hacerlo algo más... "mágico". LOL.

Otra cosa, perdonen por los errores de ortografía, o si hay algo de incoherencia; escribí desde mi celular, so...

Les dejé un capítulo largo, mañana ingreso de nuevo a la universidad, así que no tendré mucho tiempo. Gracias por el apoyo y por votar.

Sé que muchas quieren que Harry vuelva ya y esas cosas, pero les prometo que capítulo a capítulo haré más emocionantes las cosas. La actitud sosa y fastidiosa de Anna es por un propósito. xx

...

Me despierto justo a tiempo para ducharme e irme a casa de mi madre, dejo la pequeña maleta de viaje en la sala y camino hasta mi habitación para llevar conmigo mi preciado tesoro.

Rebusco en mi mesa de noche y saco el sobre de manila que guardo con recelo y extremo cuidado, en él está la carta que Harry me dejó, mí carta.

La conservo con cuidado, velando porque el tiempo y las polillas no acaben con mi último pedazo de Harry. Sé que no es el mejor recuerdo físico que podría tener de él, pero es lo único que me queda, junto con su camisa azúl oscura de cuello en V que aún guardo. La demás ropa que había dejado aquí la llevé para donarla, no quería quemarla ni nada de eso, así que la lleve a caridad y conservé una.
Mi favorita entre las que dejó.

Guardo el sobre con cuidado en el fondo de la maleta, y busco su camisa entre mi armario para llevarla conmigo, ya no tiene su olor como antes, pero de alguna manera me hace sentirlo a mi lado.

En un pequeño bolso de tela guardo mis cosas de aseo, estoy en mis días, así que necesito cuidarme.
Es gracioso porque en los siete meses que estuve con él, sólo una vez pasé a su lado en mis días, las otras veces, por alguna razón, no estábamos juntos; de cierta manera eso me alegra, porque Harry es un fastidioso, y me hubiera hecho bullying..., como siempre.

Sonrío con pesar, suspiro y guardo lo que me faltaba. Camino hasta la cocina y bebo café antes de tomar mis llaves, asegurar el apartamento e irme.

...

En Oxford el clima no es mejor que el de Londres; las calles están blancas por la nieve al igual que las casas, los árboles y básicamente todo. No tengo llantas adecuadas para andar en la nieve y lo único que le falta a mi desaliñada vida es un accidente.

Recorriendo las calles llenas de nieve me doy cuenta que ya no me es difícil reconocer la casa de mis padres, he venido aquí unas tres o cuatro veces. Tres o cuatro veces en más de nueve meses, qué buena hija.

En varias ocasiones me he reprochado la pésima relación que ahora llevo con mi familia. Antes era la niña de sus ojos, antes ellos eran mi única alegría, y ahora me he alejado totalmente. No sé qué es, tal vez lo que hizo mi padre me alejó, pero Harry hizo lo mismo y con el sí seguí siempre; quizá me volví egoísta y olvidé todo lo que ellos han hecho por mí, tal vez olvidé que ellos son las únicas personas que siempre estarán a mi lado.

Dejando a un lado la frustración creciente en mi interior, estaciono el auto y apago el motor. Me bajo y llevo conmigo la maleta de viaje y mi bolso de mano. Aseguro el auto con un clic y camino hasta la casa de mis padres.

Mi madre me espera en la puerta con una sonrisa y una tasa de alguna bebida humeante.

— Hola mamá —le sonrío cuando estoy a pocos pasos de ella.

Only You 2 ¿De qué estamos hechos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora