Suena mi teléfono.
—¿Aló?
—Aló, ¿Javier?
—Sí, es él. ¿Quién habla?
—Soy yo, ábreme la puerta.
—¿Perdón, quién?
—Soy yo, ábreme la puerta, estoy afuera.
—¿Quién habla?
—Soy yo, ¡ÁBREME LA MALDITA PUERTA YA! ¡HACE MUCHO FRÍO!
—¿E... Esto es una broma?
—Ábreme la puerta, Javier.
—...
—Rápido, hace mucho frío...
Colgué el teléfono.
Corrí a la puerta con lágrimas en los ojos. Era realmente increíble, pero en este caso, estaba acostumbrado a ilusionarme con la mayor facilidad.
Abrí la puerta, pero no había nadie allí. Solo sentí una brisa fresca que corrió por todo mi cuerpo.
Estaba realmente triste, más que confundido o asustado, estaba sumamente triste.
Pero también, ¿qué era lo que esperaba? Ella llevaba tres años muerta, ¿realmente esperaba que apareciera en la puerta de mi casa? No lo sé, sólo sé con seguridad que esa era su voz.
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Historias De Terror e Invocaciones.
RandomHistorias de Terror. De esas, que te provocan miedo sólido puro... De esas que no te dejan dormir por la noche, ni caminar en tranquilidad...