Ese día empecé como cualquier otro, me levante temprano junto a mi hermana y luego de desayunar nos fuimos a la escuela, mientras caminábamos pude ver que estaba deprimida, últimamente era raro verla feliz, lo entendía, teníamos ciertos problemas en casa, no queríamos estar en medio de las constantes peleas de nuestros padres de modo que preferíamos no estar en casa y siempre buscábamos la forma de estar fuera, para mí era fácil estaba el sexto secundaria, mi último año así que pasaba casi todo el día en la escuela, pero ella que era 2 años menor tenía menos horarios y tenía los típicos problemas y complejos adolescentes, no podía refugiarse en casa claro estaba, era un tanto tímida así que no contaba con muchos amigos y últimamente la veía más sola, por lo que me dedicaba a escucharla y entendía que ella tenía muchos problemas, generalmente detalles, se ahogaba en un vaso de agua, pero sabía que para ella eso era importante porque siempre los problemas vistos desde afuera son tonterías pero para la persona que los tiene significan grandes dificultades, me preocupaba mucho pero últimamente ya no podía prestarle demasiada atención por que llegaban mis exámenes finales y una vez que los pasara me graduaría y me iría a estudiar lejos, eso ultimo nos preocupaba a ambas y a ella más que nada porque entonces no tendría con quien hablar le dije que la llamaría a diario y con eso estaba un poco mejor, además luego de 2 años podría terminar sus estudios e irse a estudiar y viviríamos juntas, pero dos años era mucho.
Finalmente llego el día de mi graduación, con todo fue una noche hermosa, y luego de eso solo quedaba preparar todo para mudarme en dos días y entendía que sería difícil para mi hermana y para mí, la veía más triste que antes, pero no pensaba quedarme porque entonces en dos años ella también se quedaría y no se cumpliría la idea de vivir juntas y felices y le había prometido llamar a diario, lo primero que compre fue un teléfono. Pero cuando llego el día de mudarme estaba tan ocupada que casi no estuve en casa y recibí una llamada de mis padres, me dijeron que habían discutido con ella y que se encerró en nuestra habitación y ya no quería salir. A los pocos minutos fui a casa e intente abrir la puerta, pero estaba con llave hermanita ábreme soy yo fue lo único que alcance a decir y escuche como lentamente se iba destrabando la puerta, entre con cuidado sintiendo una extraña sensación horrible de vértigo, se había suicidado, nunca pensé que llegaría a esto, no podía más que gritar y llorar, nunca se me ocurrió que podía pasar...
Decidí quedarme una noche más en casa, nunca me había sentido peor, era culpa mía ¿por qué tenía que querer irme? estaba recostada en mi habitación, seguía llorando cuando caí en la cuenta de que yo.... le pedí.....que me abra la puerta, pero ¿cómo? ella no podía, entonces ¿quién abrió la puerta?... solo podía pensar en eso mientras escuchaba el sonido de la puerta de mi habitación cerrarse con llave...
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Historias De Terror e Invocaciones.
De TodoHistorias de Terror. De esas, que te provocan miedo sólido puro... De esas que no te dejan dormir por la noche, ni caminar en tranquilidad...