5: La tercera opción.

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La sala de estar apenas estaba iluminada por la pantalla en la pared reproduciendo una película de terror elegida al azar que era honestamente mediocre, con el mismo argumento que la mayoría de las películas del género. Al menos el maquillaje de efectos especiales en todas las escenas sangrientas estaban bien logradas y la banda sonora conseguía ponerles los pelos de punta. 

El personaje principal era sencillamente un idiota, como todos los protagonistas de películas de terror. Se había mudado a una casa en la que poco tiempo atrás había ocurrido un asesinato, solo para escribir un libro al respecto. Al mudarse, encontró una caja llena de cintas sobre distintos asesinatos y desde ahí, por supuesto, todo fue en picada.

Con el paso de los minutos, la película se volvió un poco más terrorífica. Nadie estaba hablando. Esa era una clara señal de que estaban muy ocupados intentando mantener la compostura para evitar ser el primero en pedir que quitaran la película. En el sofá, Jongin tenía una mueca asustada mientras miraba la pantalla y apretaba fuertemente el brazo de Chanyeol en una mano, éste último tapándose los ojos y viendo solo a través del espacio entre sus dedos. Kyungsoo miraba la película comiendo la última pieza de pollo frito, mientras que Baekhyun y Minseok estaban acostados sobre sus estómagos en el suelo, frente a la pantalla. Junmyeon se mantenía sentado sobre el brazo del sofá, abrazando un cojín, actuando indiferente. Luhan estaba en el suelo, rodeándose las piernas con los brazos y con la cabeza descansando contra una de las rodillas de Sehun, quien se sentaba en uno de los sofás individuales.

En la pantalla, el tipo oyó el proyector funcionar en el ático. Subió a revisar, la música de tensión generando que todos en la sala de Luhan contuvieran el aliento, esperando una escena de susto que sabían que vendría. Aun sabiéndolo, cuando el rostro horrible del demonio que acechaba la casa apareció, todos pegaron un brinco en sus lugares, menos Chanyeol que se había tapado los ojos por completo.

―¡Quítenla, ya no me gusta! ―chilló Jongin.

―Quítenla, Jonginnie tiene miedo ―estuvo de acuerdo Junmyeon, como si ninguno supiera que también estaba por mearse los pantalones.

―Yo quiero seguir viendo ―se quejó Kyungsoo, sentándose encima del control remoto―. Queda poco, no sean llorones. 

―¡Mírala en tu casa! 

―Shhh ―calló Minseok desde su lugar, sin despegar los ojos de la pantalla.

Sehun hizo una mueca de dolor cuando la mano de Luhan le rodeó la pantorrilla, apretando demasiado fuerte alrededor de ésta cada vez que lucía como si fuera a aparecer algo en la pantalla otra vez. Sacudió la pierna, causando que el mayor lo mirara con interrogación. Al darse cuenta, lo soltó y murmuró una disculpa, aflojando el agarre y deslizando las manos hacia abajo, hasta solo rozar ligeramente con los dedos la piel de su tobillo. Sehun sintió algo parecido a un cosquilleo gracioso en su estómago ante el toque y pestañeó hacia la pantalla, presionando los labios juntos. Ideas suyas, se dijo.

Para cuando la película terminó, eran cerca de las once de la noche. Luhan se puso de pie, se estiró y prendió la luz mientras el resto debatía sobre lo que habían visto. Sehun se dejó caer sobre el otro sofá, invadiendo el espacio personal de Kyungsoo. Jongin, ya recompuesto, rebuscó dentro de su mochila y sacó una botella de vidrio llena de oscuro líquido dorado. La acunó entre los brazos como si fuera un bebé y la meció suavemente de lado a lado.

―Tu papá va a partirte las piernas ―dijo Chanyeol.

―Probablemente ―aceptó Jongin―. Luhan-hyung, necesitamos vasos.

―Oigan, sí saben que mañana hay clases, ¿no? ―preguntó retóricamente Junmyeon, echándose las manos a la cadera. 

―¿Y? Vamos a tomar un poquito, solo para probar. Es whisky caro, no voy a gastarlo todo en un montón de paladares ignorantes.

Toska «hunhan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora