19: Lo que no puede ser.

24.4K 2.2K 1.3K
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Los dedos de Luhan temblaron sobre el picaporte de la casa, la piel de sus manos enrojecida.

―¿Tienes frío? ―le preguntó, en voz baja.

El cielo sobre sus cabezas apenas se había aclarado un poco, aunque fueran ya pasadas las seis de la mañana. Sehun podía sentir la baja temperatura, pero no tenía frío. Por el contrario, el calor construido en su interior lo mantenía tan acalorado que bien podría estar bajo los rayos del sol veraniego de agosto.

―Mmh ―fue toda la respuesta de Luhan.

Sehun había avisado a sus padres que estaría en casa de Minseok, aunque ya sabía que se quedaría a dormir en casa de Luhan, para volver al día siguiente sin lucir destruido. No podía andar mostrando de forma obvia el hecho de que estuvo toda la noche en un club cuestionable a treinta minutos de su vecindario. Sus padres no solían dudar de él y siempre le creían ciegamente, además, Bin era buena cuidando sus fachadas desde casa. Pero aún así debía ser cuidadoso.

Caminando a través del inmueble, Sehun podía sentir el aire tenso entre Luhan y él casi materialmente.

 Subieron las escaleras sin mediar palabra, y cuando estuvieron dentro de la habitación, Sehun se desabrochó la camisa, la deslizó fuera de sus hombros y la dejó a un lado. Se sentó sobre la cama, consciente de que Luhan no se había movido del umbral de la puerta. Estaba reclinado en ella, con los brazos cruzados sobre el pecho, mirándolo sin ninguna expresión específica; o por lo menos no una fácil de reconocer en la escasa iluminación, la única luz que entraba en la habitación era la que llegaba desde el corredor a sus espaldas.

―¿Te divertiste? ―le preguntó desde allí.

Le dio una sonrisa y asintió.―Bastante.

―Sehun ―llamó, ladeando un poco la cabeza con curiosidad―. Me da la sensación de que has estado actuando un tanto extraño esta noche. No quisiera levantarte falsos, pero... ¿estabas intentando darme celos?

Inclino la cabeza también, dándole su mejor mirada confusa.―¿Eso pareció?

―Sí.

―No fue mi intención. Yo solo trataba de mostrarte cómo funciona con una chica. 

Luhan soltó una risa fuerte y burlona, que borbotó desde su pecho y llenó la habitación. Sehun se mordió el labio, sintiendo el calor asentado en su abdomen crecer y extenderse a lo bajo de su vientre. Estaba excitado con solo oír la profundidad de su voz. El alcohol lo había puesto caliente, y eso era algo nuevo. No sabía que podía tener ese efecto.

 ―Gracias por la clase, entonces ―dijo Luhan sarcásticamente. 

―¿Te molestó?

Toska «hunhan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora