20: Simulación por turnos.

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Podía sentir clavados en la parte trasera de su cabeza los ojos de, al menos, un tercio de todas las personas en el comedor. Lo que era desquiciante y bastante sorprendente al mismo tiempo, teniendo en cuenta que había pasado ya una semana desde que todos en la escuela parecieron ponerse al día sobre el cotilleo más reciente: su relación con Luhan.

Yeonjoo era consciente de la popularidad de Luhan en la escuela, había recibido varias miradas mordaces de chicas que ni siquiera conocía desde que comenzaron a tratarse como amigos y a reunirse de vez en cuando a charlar. Pero el lunes siguiente a que la noticia viajara entre sus compañeros ridículamente rápido, la cosa empeoró. A partir de entonces recibió desde miradas irritadas por encima del hombro, hasta comentarios sobre su apariencia, sobre cómo no era ni siquiera lo suficientemente linda, que no entendían qué le había visto Luhan a alguien como ella. 

A Yeonjoo con honestidad le daba igual. Llevaba una semana entera compartiendo los descansos y algunos almuerzos con él, así que lo que dijeran un montón de chicas de otros grados no le podía importar menos. Y Luhan se dedicaba a enviar miradas desdeñosas cada vez que escuchaba algún comentario fuera de lugar, para después pasar a disculparse con ella, como lo estaba haciendo justo ahora.

―Realmente lo siento. Esto ha sido una malísima idea.

―Ya deja de disculparte ―regañó, estirándose por la mesa para tomar la botella de su refresco. Giró la tapa, frunciendo el ceño cuando ésta no se aflojó―. Me da lo mismo, nadie me ha molestado directamente o algo. Y bueno, no puedo culpar a la gente por sentirse sorprendidos... Es un poco raro que alguien como tú salga conmigo.

Luhan le quitó la botella de las manos y la abrió por ella. Yeonjoo le sonrió en agradecimiento y bebió alegremente.

―¿Qué diablos significa eso?

―Pues, tú eres como... famoso aquí, ya sabes. Eres atractivo, bueno en los deportes, todo mundo piensa que eres genial y quieren volverse tus amigos... ―explicó, revolviendo las verduras en su bandeja―. Y yo solo soy famosa por no entrar en los rankings de los promedios aunque estudie sin pestañear.

Luhan resopló y bebió de su lata de coca-cola, encogiéndose de hombros.―Oh, ¿quieres hablar sobre promedios? Porque el mío apesta un montón también. En todo caso, haríamos una pareja con mucho en común... Como que ninguno entrará a la Universidad de Seúl, por ejemplo.

Yeonjoo sabía que Luhan solo estaba hablando hipotéticamente y bromeando, mas no pudo evitar la sonrisa tonta que le surcó el rostro.

―Je, supongo que tienes razón ―concedió, llevándose un poco de comida a la boca.

Alzó la vista, mirando alrededor del comedor sin reparar en las miradas curiosas, hasta encontrar las sonrisas entusiastas de sus amigas a unas pocas mesas. Le dieron pulgares arriba tan poco disimuladamente como ellas eran y Yeonjoo les sonrió de vuelta. En la periferia de su campo de visión, encontró la mesa donde los amigos de Luhan se sentaban y les prestó atención. Eran muchos. Estaban todos charlando, riéndose y molestándose, excepto por uno de ellos.

Toska «hunhan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora