"•"Punto de vista de (tn)"•"
La chica seguía nerviosa mientras caminaba con nosotras, como si estuviera alerta a todo.
-Hey, pequeña, no conocemos tu nombre. Ella es (tn) y yo soy Mags. Cómo te llamas???-Preguntó mi extrovertida amiga.
-... Y... Yo soy... Ah... Bueno... Soy!!!-Dijo la chica entrando en pánico, su cuerpo comenzó a temblar notoriamente y para cuando nos dimos cuenta se había caído al suelo, regando así todos los libros que cargaba.
-Estas bien!!!???-Preguntamos Mags y yo alarmadas, la de cabellos celestes trato de levantarse rápidamente, pero, se veía que hacia un esfuerzo algo torpe. Entre mi pair y yo logramos ayudarla a levantarse, además de levantar todos los libros.
-Lo siento mucho!!!-Se disculpó está con los ojos llorosos. Mags al ver aquello no dudo en ofrecerle un abrazo que dejó congelada a la chica.
-Ya estas mejor???-Preguntó la de cabellos chocolate al separarse, las lágrimas de la desconocida habían parado de golpe.
-... S-si... Yo... Estoy bien...-Aclaró mientras tomaba los libros que debía de cargar.
-Ten un poco de más cuidado, también, si eres una personita nerviosa te recomiendo que tomes aire, cuentes hasta diez y luego trates de hablar ya más calmada.-Recomendó Mags mientras sonreía confiada.
-Y bien, podemos saber tu nombre???-Pregunté precavidamente después de que la brujita asintiera con la cabeza por la recomendación de la mexicana.
-... Soy Amelia Hunter...-Respondió tratando de que su voz no temblara tanto.
-Bien, Amy. Vayamos entonces a dejar los libros.-Le dije con un tono amable, Amy me miró asombrada.
-... A... Amy...???...-Cuestionó la de grandes y brillantes ojos amarillos como la miel líquida.
-Creo que ese sobrenombre te queda bastante asombroso.-Comenté tratando de hacerle notar que iba en buen plan.
Amy desvío la mirada, podía ver que sus orejas de habían tornado complemente rojas como la paleta de cereza que Mags se había comido cuando estábamos la otra vez en la cafetería.
-... Gra... Gracias...-Susurro con voz baja. Su cabello era corto hasta la mandíbula, de ahí se iba acortando hasta quedar muy corto en la parte trasera, dandole un aspecto fino.
Después de dejar los libros de la biblioteca, Amy se despidió rápidamente. Parecía nerviosa y se notaba algo incómoda.
-Tal vez sea por los rumores...-Supuso Kiku mientras tomaba un poco de té verde. Mags y yo habíamos terminado dirigiéndonos al club después de que la de cabellos azules nos había dejado.
-Puede ser, o, tal vez tenía que reunirse con alguien importante... Un amigo o una amiga... Tal vez...-Comentó Karime mientras veía una serie de chicas mágicas.
-... Espero y sea eso... Sino es así, tal vez no podamos volver a hablar bien con ella...-Mencionó mi pair mientras dibujaba acostada en el suelo.
Estaba por agregar mi opinión cuando la puerta se abrió dejando pasar a un italiano, un gringo y un británico.
-Hey!!! Tenemos noticias!!!-Gritó un emocionado rubio de lentes.
-No son tan grandes.-Replico Kirkland con cara de muy pocos amigos.
-Qué sucede???-Pregunté para esperar una respuesta a su escándalo.
-Me uno a la banda de estos dos.-Sentenció Alex.
-Eso es asombroso, Alex!!!-Exclamó Mags, dejando así de dibujar para poder sentarse en el piso de madera.
-Gracias, pequeña.-Dijo el italiano para despeinar el copete de la mexicana.
-Y por qué terminaste uniendote??? Creí que no querías estar en la banda, ya que habías rechazado la invitación por parte de Alfred....-Dije algo confundida.
-Bueno, parece que al final me convencieron y suena interesante.-Respondió el de grandes ojos azules.
-Bueno, sea como sea, al final ya eres parte de Black Sky.-Finalizo mi pair mientras limpiaba su chamarra rosa fucsia, la cual tenía el número 25 en la espalda de color verde menta pastel. Mags soltó la coleta de caballo que traía y no dudo en saltar sobre el chico de pecas a modo de felicitación. Segundos después yo me había unido mientras ambas le dábamos nuestras más sinceras felicitaciones por haberse unido a la banda.
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Flechalo, Cupido!!!
FanfictionTodos conocen a Cupido. El bebe en pañales que posee alas, además de arco y flechas como principales instrumentos de enamoramiento. Pero... Nadie conoce al verdadero Cupido.