Flechalo, Cupido!!!

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"•"Punto de vista de (tn)"•"
Todos estábamos exhaustos, Arthur era verdaderamente serio con lo de su papel de entrenador. Alfred y Alex estaban hechos polvo, demasiada teoría para sus cabezas. Mags parecía no poder soportar más ejercicios de química mágica y yo ya tenía mi cabeza a punto de estallarme por tanta teoría y ejercicios.
-Hey Arthy, en que momento vamos a empezar a pelear y a movernos???-Pregunto Alfred haciendo pucheros. El británico miro severamente a su pair.
-Primero es necesario tener aprendida la teoría y la práctica antes de poder practicar la física de la magia.-Explico mientras dejaba algunos libros más en la banca del americano. Pobre Alfred.
El frío ya tenía congelados mis piernas, todavía seguíamos en el invierno de Rusia.
-Y por qué estamos estudiando a la interperie??? -Pregunte tratando de calentar mis manos haciendo fricción entre estas. Me parecía increíble que aún con ropa para invierno tuviera frío.
-Para que desarrolles una capacidad de concentración aún en condiciones poco comunes.-Me respondió para revisar rápidamente los ejercicios que había hecho.
-... El 10 esta mal.-Comento mientras señalaba una parte del ejercicio.
-... Por qué???-Volví a preguntar, Alfred dejo su lugar y se acercó haciendo sonar la nieve en nuestros pies.
-... No es poción de moras lo que debes de poner aquí, sino poción de cerezas. Y la cantidad no es 1.5 mililitros, sino 1.2. De otra forma no adquirirá el color y la consistencia de una pomada...-Explico el rubio de ojos azules mientras permanecía a mi lado. Sus mejillas estaban coloradas por el frío, pero, lo más adorable era que su nariz también tenía ese color. Se veía simplemente adorable.
-Entonces, para qué se usa la poción de moras???...-Cuestione algo apenada.
-Esa se puede usar para bajar las inflamaciones por los golpes. O también como un remedio contra la gripa.-Respondió mi pair. Mags me dio una sonrisa alentadora.
-... Ya veo...-Comente comprendiendo la información que me habían dado.
-Tienen 10 minutos de descanso, utilicenlos sabiamente.-Comento Arthur al notar que todos estábamos exhaustos. Teníamos estudiando alrededor de 5 horas sin descanso alguno.
Alex dejo a un lado un libro de química mágica y sonrió victorioso.
-Ya era hora!!!-Comento para levantarse rápidamente de su lugar, pronto lo perdimos de vista.
-Fue a comer algo, verdad???-Pregunte burlonamente.
-Creo que si.-Me respondió Alfred, quién me entrego un chocolate.
-... Para mi...???-Pregunte encantada.
-Yes, little (tn).-Me dijo para ofrecerme una linda sonrisa, la cual ocasiono una aceleración en mi ritmo cardíaco.
-Arthur acompáñame a la biblioteca.-Escuche que pidió a Mags, este miro confundido a la mexicana, pero, más que eso parecía nervioso.
-... Eh...???...-Pregunto, más no obtuvo otra respuesta que mi pair tomando su mano para comenzar a caminar con él. Dos minutos después estaba completamente sola con Alfred.
-Wow!!! Tienes anotaciones con colorcitos!!!-Exclamo el americano admirando mis apuntes, la vergüenza invadió en segundos mi cuerpo.
-No veas los apuntes!!!-Exclame avergonzada, tratando de tapar estos con mis manos.
-Pero, si son igual de lindos que tú!!!-Protesto el chico con la magia del héroe. Quede helada ante su comentario, no por el frío que calaba los huesos sino por sus palabras. Pero, pocos segundos después sentí que mi cuerpo se derretía de calor.
-No es verdad!!!-Trate de negar, pero, al voltear a verlo sólo pude quedar callada. Alfred me miraba con una sonrisa tierna en su rostro. Y se veía aún más tierno debido a sus mejillas y nariz sonrojadas. Maldito!!! <3
-Si, definitivamente son lindos.-Recalco para pasar su mano por mi congelada mejilla, el contacto de la tela de su guante con mi piel me estremeció. El corazón me latía desbocado, como aquellas vez que había corrido con Mags por casi toda la academia. Sentí como se acercaba a mi a tal punto que pude sentir la calidez de su aliento, olía a dulce de menta... Trate de decir algo, pero Alfred me dio un beso en la frente, callandome con facilidad, se separó en poco tiempo, lo vi algo avergonzado. No me dejo decir nada pues no tardo nada en salir corriendo diciendo que debía ir por algo, yo sólo pude admirar su espalda mientras corría... Era oficial, "Arthur" me había flechado. Me gustaba Alfred.