Flechalo, Cupido!!!

37

"•"Punto de vista de (tn)"•"
Ver a Erinia cambiando los ingredientes de Amy para la clase de pociones me causo una horrible retortijón en la panza. Ella había provocado que la poción estallara y mis amigos fueran heridos. Mi sangre comenzó a hervir de manera desproporcionada cosa que Alfred pareció notar enseguida pues no dudo en sujetar su mano contra la mía. Por unos segundos sentí varias descargas eléctricas pasando por mi columna. Se habían sentido muy bien. Pero, no era momento de sentirme de aquella forma, no cuando Erinia mostraba ser una amenaza para mis amigos.
-Es hora de continuar la clase, vuelvan a sus lugares.-Anuncio la maestra con su magia "Megáfono", a los pocos segundos todos los alumnos estaban en sus puestos. Haruhi y Andrea nos hicieron un ligero gesto de despedida y regresaron a donde estaban antes. Alfred se sentó a mi lado, como para brindarme apoyo. Ambos volvimos la atención a la maestra,
-Ahora serán batallas individuales, así que elegiré a un alumno, o alumna al azar y esa persona decidirá con quién pelea.-Dijo la maestra para comenzar a vernos a todos... Un escalofrío recorrió mi cuerpo en cuanto los ojos de aquella adulta de posaron en mi, pero, al final siguió revisando.
-... Erinia... Al frente y elige a tu contrincante.-Ordeno la maestra después de algunos segundos. Mi sangre comenzó a hervir nuevamente, más cuando Erinia fingió ser una "buena niña", pidiendo el paso con permiso.
-... Sé que te molesta, pero, por ahora no podemos hacer nada... Hasta tratar el tema con todos los demás...-Me susurro Alfred al oído, logrando tranquilizarme ligeramente. En ese momento sus ojos rosas brillantes se posaron en mi, logrando hacer que la sangre hirviera nuevamente dentro de mi cuerpo, más cuando me dio una sonrisa burlona.
-Me gustaría poder combatir contra Mags, si no es ningún problema.-Declaro con una voz tierna que en mi parecer casi me producía náuseas. La maestra afirmo con la cabeza, Mags se levantó de su sitio con una mueca neutra.
Mi interior comenzó a gritar que quería ver a Erinia suplicando por piedad, pero, no era capaz de imaginar a Mags golpeando a alguien de una forma tan violenta como para causar aquella situación.
Mis nervios aumentaron, de forma alarmante. Mags era fuerte, pero, desconocía el poder de Erinia.
La maestra dio iniciada la pelea, ambas se quedaron en su lugar, observandose con seriedad.
-Quieres que de el primer golpe o te doy oportunidad par que me intentes atacar???-Pregunto la arpía de Erinia. Mags se puso en posición de defensa.
-Adelante.-Dijo para darle oportunidad a la chica de cabellos blancos amarrados en una coleta alta.
Segundos después una ola expansiva de fuerza sacó volando a la mexicana quién dio varias vueltas en el suelo para poco después ser golpeada por una patada de su contrincante quién se había movilizado hasta alcanzar a Mags. Quería levantarme del suelo para ayudar a mi pair, pero, mi cuerpo no se movía. Al voltear a ver la razón de aquello, noté que estaba encadenada al suelo, igual que otros compañeros e incluso la maestra. Alfred me miro preocupado, más cuando me señalo con la cabeza a cierta persona. Kirkland parecía querer levantarse, pero, tampoco podía. Todos los demás parecían tranquilos, como si nada pasara. Qué nadie notaba la cadenas en sus cuerpos???!!! Mi atención volvió nuevamente al frente donde estaban "luchando" Erinia y Mags. Podía ver claramente que mi pair ya estaba herida, le sangraba la nariz y tenía unos buenos raspones en los brazos. Comenzaba a desesperarme, por qué Mags no se defendía???!!! Qué demonios pasaba por su cabeza???!!!
Después de algunos ataques más, se podía ver claramente que Mags estaba completamente herida, en cambio Erinia estaba fresca como una lechuga.
-Ya basta!!! Mags!!! Pelea!!!-Grite desesperada, tratando de liberarme de las cadenas de mi cuerpo. Erinia volvió a patear a la mexicana, dejándola en el suelo. Antes de que pudiera pisarla, Mags detuvo el pie de Erinia con su mano derecha, para después levantarse. Una oleada de felicidad recorrió todo mi cuerpo cuando vi una sonrisa en su rostro, comprendí todo de forma inmediata.
Ahora comenzaba la verdadera pelea.