"•"Punto de vista de Mags"•"
Quise dejar solos a los tortolitos, sin darme cuenta que me dejaba completamente sola con Arthur. Mi corazón latió tan rápido como si hubiera estado haciendo cardio, gracias a Kami-sama no podían resonar fuera de mi cuerpo. Llegamos en pocos minutos a la biblioteca, dentro olía a libros viejos. Olía maravilloso.
-... Oye... Mocosa...-Me llamo Arthur, voltee a verlo para preguntarle que pasaba, este se me quedo viendo, pero, no me dijo nada. Traería algo en la cara???
-Ah, Mags. Bienvenida.-Llamo una voz masculina.
-Hola Marty, ya vine.-Salude con una sonrisa.
-... Ah... Vienes con tu novio???...-Pregunto algo desanimado el chico de cabellos castaños.
-... Eh???...-Pregunte sin comprender lo que me había dicho.
-Si, no??? Hasta vienen tomados de la mano y eso...-Explico el de ojos turquesa.
Inmediatamente trate de soltar la mano de Arthur, quería morir de vergüenza, había olvidado ese detalle.
-No!!! No somos novios!!!-Exclamamos Arthur y yo nerviosos. Marty nos hizo una señal de que no volviéramos a gritar y luego señalo el letrero de "silencio". No me quedo de otra más que sonreír apenada.
-Oh, mi pequeña Mags, que mal ojo para los hombres tienes...-Se quejó Marty haciendo un puchero.
-Lo siento, Marty.-Me disculpe levemente apenada, el americano me dio una sonrisa divertida.
-Mocosa, no olvides que ya nos queda poco tiempo, así que ya toma el libro que viniste a buscar.-Comento Arthur con una mueca de enfado muy notoria.
-Hey, tranquilo tigre amargado.-Le dijo Marty para luego entregarme un libro muy grueso y pesado.
-Genial, lo conseguiste!!!-Comente alegre, tratando de no gritar a todo pulmón.
-Todo por una buena amiga.-Me dijo para despeinarme un poco el cabello.
-Vámonos.-Me dijo Arthur para tomar mi mano, guiándome a la salida. Desde lejos sólo pude decirle adiós a Marty usando mi mano.
-... Arthur???...-Lo llame algo dudosa.
-... Tus manos son pequeñas...-Respondió el chico de cabellos rubios. Me confundió un poco su respuesta así que me límite a observar mi mano con la suya...
-... Puede que un poco...-Comente para tratar de separar mi mano de la suya, pero, Arthur no aflojo el agarre.
-... Yo...-Empezó a decir, más fue interrumpido por Alfred, quién corría rápidamente.
-Necesito algo, ya regreso!!!-Gritoneo para luego desaparecer, seguramente había usado su magia.
Arthur parecía enfadado, más se limitó a suspirar cansado.
-Verdaderamente es un idiota.-Concluyo para seguir caminando, cuando estábamos cerca de (tn), el británico soltó mi mano de forma lenta. Sentí unas inmensas ganas de tomarla nuevamente, pero, tal vez eso lo habría molestado...
...Después de todo yo siempre lo molesto...
Deje de pensar aquello en cuanto vi a mi pair hirviendo a lava ardiente. Su cara era una perfecta muestra de sorpresa, confusión, vergüenza y tal vez felicidad.
-(Tn)???-La llame, sin embargo no respondió a mi voz, parecía ida de este mundo.
-Es casi perdido, Mags. Esta en Lalalandia, me dijo una voz chillona que parecía venir del suelo.
-... Caramel???...-Lo llame admirando como una bola de nueva se movía hasta que de esta salió el hámster.
-Qué les sucedió???-Cuestione cargando al pequeño animalito.
-Alfred beso en la frente a (tn), su magia de descontrol o por las fuertes emociones que esta pasando. Por eso volví a mi forma animal y ella está así...-Me explico mientras lo metía al bolsillo de mi chamarra.
-... Pero, qué no también te apoyas con mi magia???-Volví a cuestionar algo confundida, pues según tenía entendido (tn) y yo complementábamos la magia para que Caramel se mantuviera como Alexander.
-... También te descontrolaste, lo olvidas??? Si sólo una se hubiera descontrolado, todo habría estado bien, pero, las dos se descontrolaron, pues no hay suficiente control de magia para mi-Me respondió burlonamente. Estaba por "defenderme" cuando Alfred llego corriendo a velocidad nos tomo a todos sin explicaciones... Pronto pude sentir el aire helado tocando mi rostro de forma un tanto violenta.
Qué estaba pasando con el gringo!!!???
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Flechalo, Cupido!!!
FanfictionTodos conocen a Cupido. El bebe en pañales que posee alas, además de arco y flechas como principales instrumentos de enamoramiento. Pero... Nadie conoce al verdadero Cupido.