Princesa.

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[POV SUNGYEOL]

Una vez en el baño, comencé a quitarme el saco para poder secar mi camisa, pero cuando me gire y vi que el prometido de mi amigo seguía ahí, lo mire un poco confundido.

—Am... ¿Te importa si me dejas solo? No me siento cómodo si la gente me ve mientras me cambio.

—¡Oh!, lo siento, iré por una de mis camisas para que te la pongas, dudo que alguna de Sungjong te quede, es demasiado delgado y bueno.

—Gracias pero no hace falta, solo le quitare el exceso de humedad y ya está, de cualquier manera ya debía irme, tengo algunos pendientes en casa y...

—¡No!, no por favor no te vayas, eres la primera persona con la que logro cruzar más de dos palabras en todo el día, quédate un rato mas, iré a traerte una camisa, no te muevas de aquí.

Y aunque lo dijo con sutileza, podía escucharse la orden detrás de todo, no me lo estaba pidiendo, me lo estaba ordenando, solo pude asentir y mis manos se aferraron al puño de mi camisa, pero opte por comenzar a quitarme la ropa mojada, deshice el nudo de la corbata para luego comenzar a desabotonar mi camisa lentamente, mirándome al espejo mientras lo hacia, el mármol blanco del baño, hacia que mi piel luciera mas blanca de lo que era y los lunares que había en mi cuello resaltaban mas.

Me rasque la parte de atrás del cuello, pues la etiqueta había hecho de las suyas y ahora seguro habría pequeñas ronchas debido a esta, pase mis dedos suavemente por la zona cerrando mis ojos al sentir ardor y picazón, se sentían los pequeños bordes que sobresalían de la piel lisa debido a las ronchas que había en ella, suspire suavemente y continúe quitándome la camisa. Baje la mirada para buscar el ultimo botón y me saque la prenda, normalmente usaba otra playera debajo de la camisa, pero había olvidado lavar  y no tenía ninguna limpia.

Estaba entretenido doblando mi camisa, dispuesto a ponerme mi saco para cuando el menor llegara, que di un grito bastante alto al sentir una suave mano acariciando la zona donde la etiqueta me había rozado.

—¿Te hiciste daño con algo? ¿Te ha picado algún bicho?

El aliento del más bajo choco de lleno con mi nuca, haciendo que me estremeciera, mientras sus manos recorrían lentamente la zona afectada.

—N...No~ Es solo que las etiquetas me causan alergia y me fue imposible quitársela a mi camisa nueva, es todo.

—Se ve bastante feo, vaya Yeollie, tienes la piel tan delicada como una princesa... ¿Quién lo diría?

—¡Ja!, ¿Traigan mas colchones y un guisante?

Ambos comenzamos a reír al mismo tiempo, antes de que me diera cuenta de la situación en la que estábamos, yo estaba medio desnudo con el prometido de mi amigo, pero lo que más me incomodo, fue la manera en la que Myungsoo me examinaba a través del espejo, como si quisiera aprenderse cada parte de mi cuerpo expuesto, carraspee un poco e intente hablar normal

—Bien, pues me pondré mi saco y lo abotonare bien no creo que...

Ni siquiera termine de hablar cuando sentí el peso del pelinegro contra mi espalda, sus labios cerca de mi oído, estiro su mano y tomo alguna de las pomadas que ahí había, puso un poco en sus dedos y la unto con delicadeza sobre mi piel.

—A veces se me irrita la piel por las mañanas cuando me lavo el rostro, espero que esto te sirva, te deje una playera encima del baño... Cámbiate te esperare en el balcón.

—Gra...Gracias.

No sabía porque mi corazón estaba latiendo tan rápidamente, mientras mis manos estaban hechas puños, miraba a Myungsoo caminar hacia la puerta cuando se detuvo antes de abrirla.

—Por cierto Yeollie, tus lunares... Son realmente hermosos.

Dicho esto abrió la puerta y salió del baño, mi mente intentaba procesar lo que el menor me había dicho, pero solo pude sentir el rubor de mis mejillas subir y los latidos de mi corazón acelerarse, incluso podía escucharlos, abrí el grifo y moje mi rostro, para luego secarme e ir por la playera que el menor había dejado para mi, apenas la tome, un dulce aroma broto de ella y por más que intente detenerme, por más que intente no hacerlo, mi nariz se hundió en la prenda, me aparte tan pronto como me di cuenta de lo que estaba haciendo.

Me puse la prenda, el cuello era en V y quisiera o no mis lunares se notaban, trague saliva me puse mi saco, tome mi camisa y mi corbata y salí en busca del menor.

No tarde mucho en dar con él, estaba recargado en la barandilla del balcón, hice un poco de ruido para que notara que estaba ahí, en cuanto volteo una hermosa sonrisa ilumino su rostro.

—Me alegra haber escogido esa playera, te luce bien pero...

En su rostro se dibujo una pequeña mueca.

—Quítate ese saco, tapa uno de tus lunares, porque si conté bien, son dos y solo puedo ver uno.

—Deja de decir tonterías, solo son lunares, manchas en la piel y nada mas, Sungjong debe de tener varios, esos son los que deberías de ver.

—Pues si, tiene uno que otro pero vamos Yeollie, ¿Apuesto a que no soy el único que te ha dicho que tus lunares son lindos?

Algunos recuerdos invadieron mi mente, haciendo que la piel se me erizara, que mis dientes se enterraran en mis labios y mis manos, se hicieran puños.

—No, nadie me lo había dicho.

Mentí intentando borrar esos dolorosos y traumantes recuerdos.

—Bien, pues tómalo como un cumplido mi princesa.

—Déjate de bromas, soy hombre, no puedo ser una princesa...

—¡Shhh! No me gusta que la gente me contradiga Yeollie, he dicho que eres mi princesa y eso eres.

Sus palabras resonaron en mi mente, había algo raro en ellas, había algo raro en él y lo peor de todo... Ese algo, realmente me intrigaba.



Disaster [Myungyeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora