Doctor Lee.

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[POV Sungyeol]

No pude hacer nada, se había ido... Había tenido la oportunidad de aclarar todas esas preguntas que rondaban mi mente y la había dejado escapar.

Todo por un chocolate... No, Myungsoo realmente se había pasado, no era un animal para que me reclamara como su propiedad, aun así, le había dicho algo terrible.

Hice mi mano puño y golpeé la pared con fuerza, sin llegar a hacerme daño, pero lo suficientemente fuerte como sentir un dolor punzante en esta. Ya no tenía sentido llorar, pero aun así, las lágrimas se amontonaron en mis ojos, cayendo sin mi permiso, arrastrándome hasta la cama para acurrucarme en esta y llorar largo y tendido.

No sabía qué era lo que me dolía más, haber perdido a Myungsoo ó saber que él seguía viéndome como su juguete. Seguramente la segunda, pero... podría jurar que vi algo en Myungsoo cuando le dije aquello, algo en sus ojos, tal vez~ dolor, pero era algo casi loco de imaginar, Myungsoo era una persona que solo veía por sí misma, que solo se amaba a él, lo demás solo eran sus juguetes, incluso las personas, eran algo con lo que él podía pasar el tiempo y divertirse. Kim Myungsoo no entendía, ni siquiera estaba seguro de conocía, el significado de empatía.

Llore hasta quedarme dormido, esta vez los sueños fueron nulos, desperté por el fuerte dolor de cabeza que tenia, mire en reloj de pared que había en mi habitación y vi que solo faltaban diez minutos para las dos. Debía darme prisa. Entre al pequeño baño que había en mi habitación, moje mi rostro y suspire al ver las ojeras bajo mis ojos, me veía cansado, no reconocía a la persona que me devolvía la mirada, ese no era Sungyeollie, pero es que Sungyeollie, había muerto el día que mi hyung me rechazó...

Palmeé mis mejillas e intente peinar un poco mi cabello, sacudiendo la cabeza cuando me di cuenta de lo que hacía.

—Esto no es una cita Sungyeol...

Golpeé mi frente con mi puño, sin fuerza, solo como recordatorio, salí camino al lugar acordado, apenas divise el jardín, me pude dar cuenta de que una ligera llovizna azotaba afuera, haría frio y yo no llevaba mi abrió.

—¡Yeollie!

La voz del doctor Lee cortó el hilo de mis pensamientos, gire sobre mis talones y le sonreí tímidamente.

—¿Te apetece tomar el café en mi oficina?, hará frio afuera...

—Claro, pero... ¿No se meterá en problemas por ello? Soy un paciente... ya sabe

—No seas tontito, anda vamos

Señalo el pasillo con la cabeza, sonriéndome de forma tan cálida, que sentí que el corazón comenzaría a acelerárseme, pero este seguía latiendo normal, punzando un poco al recordar lo que le había dicho a Myungsoo.

—Pasa

El doctor Lee me cedió el paso, yo entre arrastrando los pies un poco, sonriendo al ver que había girado la pantalla de su computadora y ver la cantidad de pastelillos que había para acompañar el café.

—¿Qué es todo esto doctor?

—¿En qué quedamos? Dime Jonghyun, pensé que te haría bien ver una película, traje algunas que creo te gustaran

—¿De verdad? ¡Muchas gracias!

Y por primera vez en mucho tiempo, realmente estaba agradecido de verdad, sintiendo una pequeña punzada en el corazón, algo cálido, muy tenue pero estaba ahí

—¿Cuál quieres ver? La era del hielo, buscando a Nemo, tierra de osos, tú escoge Yeollie

—Todas son películas para niños...

—No puedo dejarte ver algo de terror o romance

—En realidad, me gustan todas, la era del hielo está bien, me encanta la ardilla

—Esta bien, veremos esa... toma asiento

Pasamos las siguientes horas riendo a carcajadas, yo molestando al doctor Lee, diciéndole que era como Diego, el me decía que era igual a la ardilla, incluso había olvidado mi dolor de cabeza, el doctor Lee no dejaba de verme de reojo, aplaudiendo cuando la película llego a su fin.

—Gracias por el café doctor... Jonghyun, debería invitarme de estos mas seguido, me aburro mucho en mi habitación

—Lo haré sí prometes venir

—Lo prometo...

—Entonces es un trato, Yeollie

Se acercó a mí y despeino mi cabello, su mano era cálida y aquel tacto se sentía tan bien, nos miramos unos segundos a los ojos, los suficientes para ver como las mejillas contrarias se teñían de un ligero color rosado, apartando su mano mientras yo le sonreía.

—Debo irme, quiero dormirme un rato, me dio sueño por reír tanto y Jonghyun... Gracias

Aquella última palabra la dije mientras abría la puerta, salí de ahí un poco más animado, muy decidió a algo, recuperaría a Myungsoo a como diera lugar, era mi amigo y me había apoyado a su manera... Sí, tal vez Kim Myungsoo, ya me había contagiado su locura.



Disaster [Myungyeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora