Disaster [Myungyeol]

Última vez...

[POV Sungyeol]

Ignore la primera llamada, lo hice con la segunda, pero me llego un mensaje.

"Sé que estas en casa, acabo de verte entrar, abre la puerta y mas te vale que respondas".

Había terminado de leer la última palabra, cuando mi celular comenzó a sonar de nuevo, haciéndome dar un brinco, el celular cayendo de mis manos a la cama, pero lo recupere y luego de tomar aire, respondí la llamada.

—¿Myung...soo?

—¿Por qué no contestabas? Ven a abrir la puerta, estoy afuera de tu casa.

—Espera... Iré a abrir, voy a colgar.

No espere a que respondiera, si bien tome aire antes de salir a abrir, contando hasta diez, sentía mis manos temblar al igual que mis piernas, no estaba preparado para un encuentro tan pronto, aun no había decido que era lo que iba a hacer.

Sacudí mi cabeza y como pude, camine hasta la puerta y la abrí lentamente, sentí un escalofrió recorrerme el cuerpo cuando me encontré con esos ojos oscuros, mirándome fijamente, sin expresión alguna.

—¿Por qué tardaste tanto?

—Estaba arreglando unas cosas...

Ni siquiera espero a que lo invitara a entrar, solo empujo la puerta y paso, me hice a un lado antes de cerrar la puerta detrás de mí, me recargue en ella, como esperando a que Myungsoo hiciera el primer movimiento, pero nada, el simplemente camino hasta la sala y se dejo caer en el sofá mas grande, giro el rostro y me miro, estaba molesto, podía saberlo incluso si el intentaba disimularlo, bufo y se sacudió el cabello.

—¿Piensas quedarte ahí parado todo el tiempo?

—No... Es solo que... ¿Myungsoo, que haces aquí?

—¿No es obvio? Vine a verte, porque al menos... ¡Yo sí me tome la molestia de preguntar qué día salías! Digo, porque de otra forma, tú jamás me hubieras dicho nada... Sungyeol, ¿Qué soy para ti?, ¿a caso soy un juego?

—Por favor Myungsoo, no vengas a hacerte la victima ahora, tú y yo bien sabíamos que ese tipo de relación no iba a llevarnos a ningún lado, por el amor de Dios Myungsoo, ¡Estas casado! No eres una persona libre, no puedes andar por ahí tirándote a cualquiera que se te antoje...

—¿Piensas que voy por ahí tirándome a cualquiera?

Los ojos de Myungsoo se abrieron como platos y su mandíbula comenzó a temblar por el enojo, eso no iba bien, debía calmarlo, debía calmarme también o aquello terminaría muy mal. Me separe de la puerta pero antes de que pudiera hacer algo, Myungsoo estaba parado frente a mí, una de sus manos estaba apoyada contra la puerta y la otra me sostenía de la cintura.

—Contéstame Sungyeol...

—Si lo creo, se que yo para ti no soy más que un juguete, algo con lo que puedes divertirte cuando estas aburrido, este tiempo me sirvió para pensar en todo esto, en nosotros, en lo que estábamos haciendo, en lo que le estábamos haciendo a Sungjong, no podemos seguir así, además... Creo que hay alguien que me gusta

Y casi pude jurar que vi dolor en los ojos de Myungsoo ante mi confesión, pero no podíamos seguir con eso, no podíamos seguir lastimando a terceros, solo por el simple hecho de que los dos nos aprovechábamos de la situación.

—¿Quién Yeollie? ¿Quién es la persona que te gusta?

La manera en que dijo mi nombre me causo escalofrió, lo menciono como si fuera su tesoro más preciado, alguien a quien se negaba a perder.

—El doctor Lee, Jonghyun...

Me corregí mientras miraba fijamente los ojos de Myungsoo, mordió su inferior con suavidad y tuve un terrible impulso de querer atrapar sus labios entre mis dientes, odiaba aquello, odiaba saber que Myungsoo me gustaba tanto, pero más odiaba el hecho de que yo para él, solo fuera un juguete.

—Bien... Entonces supongo que esta será la última vez que nos veremos Sungyeol~.

—¿Qué? No... Myungsoo, aun podemos ser amigos.

—¿Amigos? ¿Amigos dices? ¿Cómo mierda esperas que sea tu amigo? sí justo ahora... tengo tantas ganas de hacértelo contra la puerta

Sus palabras hicieron que mi cuerpo se tensara, pero no de una forma desagradable, al contrario, me exigía más cercanía con Myungsoo, retrocedí lo más que pude cuando él se acerco a mí.

—Cuando quiero arrancarte la ropa y marcar cada centímetro de tu piel, quiero recorrerte con los labios...

Susurro muy cerca de mi cuello, apoye mis manos sobre su pecho para empujarlo hacia atrás, intentaba alejarlo pero mi cuerpo no ayudaba mucho, al contrario, se ponía ansioso y expectante por lo que quería que sucediera.

—Cuando quiero poseerte y hundirme en lo más profundo de tu ser... ¿Dime como quieres que sea tu amigo?

Fueron sus últimas palabras antes de posar sus suaves y delgados labios sobre mi sensible cuello, el cual comenzó a recorrer con una delicadeza que jamás había utilizado, era un roce efímero, uno que me hacia moverme para poder sentir más, porque él me conocía tan bien...

Empuje su cuerpo con fuerza, pero el solo se aparto unos centímetros, los suficientes para que nuestros ojos se encontraran, los suficientes para perder la razón al hundirme en sus hermosos ojos negros... Los suficientes para tomarlo por el cuello y atraerlo hacia mí antes de susurrar.

—Házmelo una última vez...

Y con esas palabras, mande todo a la mierda, lo necesitaba, lo supe cuando sus labios tocaron los míos y se fundieron en un profundo y apasionado beso, un beso que... de no ser porque sabía la situación en la que me encontraba, podría jurar que estaba lleno de sentimientos.