Es imposible

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Despertó al escuchar que golpeaban la puerta, no sabia que sucedía ni quien era, así que rápidamente se levanto para abrir, lo que vio fue a un Ángel Whiler muy sonriente

—Se que aun es temprano Melani, pero ya debes despertar, hoy saldremos para darte una sorpresa, que queda cerca de aquí, ya desperté a Ana y así que faltabas tu

—Esta bien, pero quiero decir que no es una sorpresa si ya lo se, pero gracias

—Tienes razón pequeña, pero ya que lo dije, cambia esa cara y ve al cuarto de Ana, tiene que buscarte unas cosas para ir

Melani se quedo viendo como el hombre bajaba, para ir a buscar lo que le dijo, el era muy amable, pensó. Tocó la puerta del cuarto de Ana y ella la abrió, el cuarto de Ana era muy lindo, no tenía ventana y tenía un estante y espejo enorme, tenia luces que debían verse hermosas de noche

—¡Melani! Buenos días me alegro que ya estés despierta, bueno pasa, te daré estos trajes de baño y tu escoges el que mas te guste, tu eres de mi talla así que todos te quedaran muy bien

—Escojo el morado con flores negras

—Había algo que me decía que era el que escogerías, dime ¿crees que este me quedara bien?

—El color verde es lindo, pero el amarillo con rayas blancas te quedaría mejor

—¡Muchas gracias hermana! El amarillo es mi color favorito

—Hermana...

— Yo... Melani lo siento sabes que...

—No importa, dime ¿no necesito nada mas?

—Si... Bueno toma este bolso tiene flores es de mama pero como te gustan tanto las cosas así, se lo pedí prestado, mete otra ropa

—Esta bien, gracias Ana

Fue hasta su habitación ordeno las cosas para luego bajar y bañarse, había aprendido que la ducha era su mejor amiga, Ana la consideraba una hermana eso era agradable, quizás Ángel y Amelia también la consideraban su hija.

Término de bañarse y se probó alguna de su ropa nueva, primero se puso el traje de baño morado con flores que Ana le había prestado y arriba se puso una falda negra y una camisa rosada sin flores ya que sus zapatos las tenían, amaba las faldas negras, tenía mas de una.

Amelia ya estaba lista tenía un vestido con flores verdes y unos lentes muy grandes, Ángel llevaba un short y una franelilla, Ana era la única que faltaba así que mientras esperaba se acerco a Amelia

—Hola... Amelia, yo solo quería agradecerte por ayudarme a irme de aquí lo mas rápido posible y encontrar a mis hermanas es algo que yo valoro, y aunque no quisiera confiar en nadie... confió en ti

—Hoy estarás a un paso más de ese reencuentro mi pequeña Melani

La conversión acabo allí, Ana ya estaba lista tenía un vestido muy parecido al de Amelia solo que era rosado, ya todos estaban listos así que se apresuraron a ir hasta el carro de Ángel. Estuvieron en el durante un rato, para pasar el tiempo Amelia les contaba historias de mundos mas lejanos a ese y lo maravilloso de la magia

—¡Llegamos! —grito Ana mientras señalaba un lugar que Melani aun no conocía.

Ángel se estaciono y todos bajaron. No podía dejar de ver ese lugar, jamás había visto algo tan hermoso, había una cascada maravilloso y todo el lugar era tan tranquilo, habían tantas plantas por doquier, quería quedarse allí para siempre, ni siquiera podía moverse, sentía que debía observar toda esa belleza

Dimenson FourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora