No soy tu juguete

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Ya había pasado un día desde que había conocido a Dakota y a Deisy, dos hijas de las mejores familias de Demonat o eso le habían dicho, ambas ya sabían que ella no era de ese lugar y lo importante que era para Dantalion, no sabia si esa era la mejor decisión que había tomado, pero ya estaba hecha, de repente escucho alguien llamar a la puerta, vio como Deisban se aproximaba para abrir, al observar bien, se dio cuenta que era Dakota quien había llegado, se aproximó a saludar a Deisban para luego entrar, como la casa no era demasiado grande fue directo a sentarse en el mueble de la sala. Aun no se había dado cuenta que Deinan dormía en la cama de su hermano, así que se fue a despertarlo

—Dakota esta aquí Deinan... Despierta, debe estar buscándote

—Déjame en paz Melisa, no despertaré sólo por que ese demonio este aquí

—Deinan, pero debe estar aquí para verte ¡Despierta!

Luego de un rato se dio cuenta que era en vano tratar de despertarlo así que tendría que salir ella

—Hola Dakota ¿que haces aquí? bueno Deinan esta dormido y no quiere despertarse

—Seguro muy dulcemente le pediste que lo hiciera, aprende niña —dijo Dakota en cuanto se levanto a buscar un vaso de agua y fue hasta el único cuarto de la pequeña casa

Melisa solo pudo escuchar el quejido de Deinan mientras la llamaba de mil formas ofensivas. Dakota fue la primera en salir y tras ella venia un Deinan muy enojado y mojado

—¿Para que viniste Dakota?

—Vine a traerle esta ropa a Melisa, es mi buena obra de los mil años

—¡Y PARA QUE DIABLOS ME DESPIERTAS A MI! —grito realmente enojado

—Para que aprendas a recibir visitas imbécil, ahora si, toma Melisa, pero no te a costumbres a regalos en Demonat al menos que sea una bomba o algo que pueda matarte, pero no te asustes nada de esto te matara, además no es como si fuera un regalo... Tú debes pagarme todo esto

—¿Pagarte? Como lo harí... a

No pudo terminar aquella frase, en cuanto sintió algo frío y duro en su cuello, eran puntiagudos y le abrieron la piel, ¿que le estaba haciendo? era todo lo que podía pensar con aquel horrible dolor, luego sintió como succionaba haciendo que el dolor aumentara, realmente necesitaba que parara en ese mismo instante.

Para la suerte de Melisa Dakota por fin se detuvo, Jamás había sentido algo como eso, así que comenzó a marearse, se agarro fuertemente del mueble para no caer, estaba asustada y se estaba poniéndose muy pálida, sin embargo pudo entender lo que le dijo Dakota antes de irse

—Es deliciosa... un día volveré por mas —dijo mientras le daba un beso en la frente y se alejaba

No se había recuperado para cuando Dakota salía de la casa, se sentía débil y estaba apunto de desmayarse, mientras que Deinan solo podía observarla.

Solo podía ver a Melisa desplomarse, sabía que jamás la habían mordido y eso debía ser traumático para ella, quería ayudarla pero ella estaba sola en eso y en todo esta dimensión, además ella era fuerte, en cuestión de minuta se recuperaría y estaría mejor, de repente también comencé a sentirme extraño, era como si algo me llamara, hasta que de la nada la imagen de Dantalion y la cueva no salían de mi cabeza, era un fastidio... Sabía lo que significaba, debía llevarla con el, comencé a sentir lástima por ella, ya que aún no se había recuperado, pero no importaba demasiado así que la tome fuertemente y me puso a volar.

Melisa estaba mejor para cuando estaban a mitad de la cueva de Dantalion, aun recordaba el camino a ese lugar horrible, también sabia que no era culpa de Deinan y quería pensar para ella misma que el lo hacia por que no tenia opción.

Deinan comenzó a descender, en lo que parecía desde las alturas un laberinto de piedras, la dejo y se alejó, desde donde estaba podía ver la cueva de Dantalion, pero algo le decía que el esta vez no estaría allí, quería comenzar a correr sentía que estaba cerca y quería lastimarla, buscaba con sus ojos señal del horrible ser que aun recordaba, pero nada, absolutamente nada, no sabia como podía tener miedo de algo que no estaba en ese lugar, hasta que pensó ¿y si eso lo estaba haciendo el? Ella sabia que tenia poderes, le enseñaría la magia, pero nunca supo cuales, y si todo eso era solo para asustarla, tenia miedo, pero jamás dejaría que el se diera cuenta, seria fuerte y aprendería a sobrevivir en esa horrible dimensión, no le daría el gusto de verla vencida

—Se que no estas aquí Dantalion, No te tengo miedo ¡y no pienso ser tu juguete! ¿Me escuchas? ¡YO NO! El laberinto de piedra comenzó a desvanecer y un enorme Dantalion se veía desde las alturas riéndose. Todo había sido una ilusión, el solo quería jugar con ella, pero ella estaba cansada y no lo permitiría—. ¿Esto te pare Gracioso? No me rendiré y seré más fuerte que tú, para un día largarme de este horrible lugar y jamás volverte a ver

—Niña estúpida, ya te lo dije, fuiste condenada a esta dimensión tan perfecta para los seres como yo y tan horrible como gusanos como tu, en este lugar o aprenderás a matar o te mataran y si lo hacen no tendré un juguete nuevo para romper

—¡No soy tu juguete! —grito—. Yo nunca lo seré, yo sobreviviré, y lo haré por mis hermanas y cuando aprenda de ti todo, serás tu quien me las pagaras por todo el daño que le hicisteis a esta gente

—Gusano, crees que es mi culpa que este lugar sea así, todas estas personas son basuras de la humanidad que fueron enviadas a este lugar, aquí acostúmbrate a las muertes diarias, al olor a sangre y cadáveres pudriéndose, a los gritos de dolor a la traición y al odio, esto es el mismo infierno y tu una estúpida condenada, un simple gusano entre aves

—llámame como quieras, pero saldré de este lugar sin hacer esas cosas tan horribles que dices, saldré y diré que sobreviví a este lugar horrible

Solo podía verlo reírse de ella haciendo que se molestara tanto, pero sabia que eso era exactamente lo que el quería y ella no le daría ese gusto, el no la controlaba, ella no lo divertiría, no seria un simple juguete

Dimenson FourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora