Dimenson Four

Nueva reina

Despertó de su sueño, pero sintió que fue en vano ya que en su mente aun se encontraba el recuerdo de aquella muchacha, por un momento imagino algo que sabia que era improbable, saco la vieja foto que Iniart le había dado unos años atrás, pensó que tenia mucho tiempo sin verla y recordó a sus hermanas que imaginaba estaban muerta, pero por alguna razón, quería ver mucho mas a Anabell, aquella muchacha le recordaba a su hermana, tenia el mismo cabello que esta hubiera tenido si aun estuviera viva, tenia que saber quien era ella, así que la buscaría o hablaría con la familia de Deisy

—¿A donde vas?

—No es tu problema Deinan

—No me fastidies y responde mi pregunta

—Acompáñame de nuevo a donde estábamos, tengo que averiguar algo

—Es sobre aquella muchacha que viste ¿verdad? La de cabello amarillo y vestido blanco

—¿También la viste? Así que no estoy loca y era real, tenemos que buscarla...

—¿Se te ablando el corazón Melisa? —Deinan comenzó a reírse en lo que Melisa solo podía poner aquella cara de dolor que el recordaba bien, dejo de reírse y fue a buscar una espada sabiendo que era serio lo que harían—. Estoy listo, vámonos

—Sabía que entenderías... Gracias —dijo en cuanto se acerco y le dio un cálido beso en los labios, Melisa quería a Deinan como a nada, el siempre la entendería aunque a veces fuera un imbécil con ella

Luego de lo ocurrido ambos se pusieron a volar sin decir nada mas, tenia que saber quien era aquella muchacha, no parecía de ese lugar, pero ¿de donde había venido? y ¿que le habían hecho aquellos demonios? eran una de las miles preguntas que se hacia Melisa mientras mas se acercaba.
Al pasar la cueva de Dantalion comenzaron a descender, no tenían demasiadas ganas de caminar, pero era la forma mas fácil de encontrar a la familia de Deisy, y así fue, aquellos demonios estaban a pocos pasos, todos con sus enormes ojos rojos que morirán por probar mas sangre, parecían parásitos esperando cualquier movimiento para atacar

—Ustedes parásitos asquerosos, quiero preguntarles algo

—Cuidado con esa lengua muñeca, no vaya a ser que te la corten

—No te rías de mí, ahora díganme ¿que le hicieron a la muchacha de vestido blanco que estaba aquí luego de que nos vieron pasar?

Los diez hombres dejaron de reír ante la pregunta de Melisa, estaban enojados y rabiosos por no haberse comido a aquella dulce joven

—Que ganamos nosotros, si te contamos

—¿Que no los mate de una vez? —dijo Deinan con una sonrisa en la cara

—Interesante propuesta, pero por cierto, apestas a gárgola y ninguno de nosotros habla con basuras como tu

—Este maldito bastardo...

Deinan estaba enojado ante la situación, aquellos seres se creían superiores y el quería demostrarles lo contrario, pero justo antes de que sacara su espada para poder luchar Melisa lo detuvo, ella quería respuestas no una pelea, luego de conseguirlas le daba igual matarlos o no

—El ya te dijo, si eres un Bennett sabrás que aunque sean diez, entre el y yo les ganaremos, así que no desperdicien su patética vida tan rápido y díganme ¿que paso con ella?

Uno de los hombres que estaba más atrás se acerco hasta el frente y comenzó a contar lo sucedido

—Logramos morderla un poco pero luego un tipo salió de la nada y nos ataco, haciéndonos imposible matarla, luego la cargo y se la llevó