Dimenson Four

Amalet

Debo despertar, era todo lo que Melani podía pensar en ese momento, quizás aun estuviera en el carro, quizás aun podía luchar por salir de allí. Pero cuando logro despertarse y abrir los ojos pudo notar la triste realidad, ya no estaba en el carro, ni siquiera lograba saber donde se encontraba, pensó en Melisa si ella estuviera en ese lugar intentaría calmarla, le diría que todo estaba bien que saldrían de esa situación, quería tanto encontrar a sus hermanas las habían separado sin siquiera dejar que se despidieran, pensó en su colchón sucio, en las veces que había dormido feliz en su hogar, estaba apunto de ponerse a llorar pero ella mas que nadie sabia que de nada serviría, así que como pudo logro levantarse y comenzar a caminar. Era de día y la temperatura era perfecta, desde donde se encontraba logro observar un pequeño arroyo no muy lejos, así que decidió caminar hasta el, quería alejarse de todo, no quería confiar en nadie que no fueran sus hermanas, todo había pasado por su culpa, todo era muy perfecto para ser verdad pero se dio cuenta demasiado tarde, todos estos pensamientos agobiaban la mente de Melani y sin darse cuenta ya estaba frente al pequeño arroyo, decidió lavarse un poco como si el agua fuese alejar esos horribles pensamientos de culpa y de dolor de ella. Pero de pronto fue obligada a salir de estos pensamientos en cuanto se dio cuenta que a lo lejos alguien la observaba, no quería ver a nadie pero quería averiguar donde estaba y con mucha suerte algo sobre sus hermanas

—¿Quien eres? —grito Melani en lo que la extraña comenzó a esconderse—. No te escondas se que estas allí...

—Esta bien... saldré pero no me hagas nada por favor, mi nombre es Ana y vivo cerca de aquí, en Amalet

Amalet... eso era lo que su papel decía, todo comenzaba a tener sentido ella estaba en Amalet por que el papel que escogió había decidió su destino. Mientras la extraña que ahora se llamaba Ana se aproximaba a Melani, pensó que parecía amable pero de inmediato aparto esos pensamientos de ella, había recordado la ultima vez que había confiado en alguien mas que no fueran sus hermanas, gracias a esa estupidez se encontraba en esa situación, en ese lugar y sin Melisa ni Anabell.

Ana se veía bastante linda tenia cabello marrón y unos ojos marrones que combinaban muy bien con su cabello, parecía de su edad llevaba un vestido blanco y un sombrero de paja que parecía haberse hecho a mano tan solo unos minutos antes. De repente se dio cuenta como Ana comenzaba a detenerse a unos pocos centímetros de ella, de inmediato se pregunto el por que lo hacia, no quiso preguntar de inmediato esperaba que ella misma le dijera que sucedía, pero eso no sucedía solo estaba allí viéndola incluso parecía asombrada de lo que observaba

—Tu mami nunca te dijo que es de mala educación ver así a las personas ¡que tanto me vez!

—A mi mami....

—¿A tu mami?

Estaba extrañada ante esto, estaba segura que nadie más se encontraba en ese lugar

—No... Disculpa es que... ¡TU CAMISA!

—¿Mi camisa? De que hablas niña

no había tenido tiempo de pensar en su ropa, habían muchas cosas verdaderamente importantes y pensar en su camisa no era una de ellas, pero decidió observar solo para saber que trataba de decir con "de a su mami" pero cuando miro, se dio cuenta de lo que trataba de decir, ya no llevaba puesta la falda blanca con flores amarillas y mucho menos la blusa amarilla que le había gustado tanto, habían reemplazado la falda por un pantalón y la blusa por una camisa que había sido blanca en un principio, pero ya estaba bastante sucia y las enormes letras negras que decían

"Para Amelia de Iniart"

Melani se dio cuenta que Amelia debía ser la madre de Ana, ella había sido separada por un papel y entregada a Amelia a Amalet eso tenia que ser, tenia que hablar con esa mujer ella entendería que todo era un error que ella no debía estar en ese lugar ella debía ir con sus hermanas, Anabell dependía de ella y estaría sola y Melisa tenia que verla debía estar muy preocupada por su hermana