¿Quien se enfermo?

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Estaba bajando a desayunar con todos en ese momento, siempre trataba de levantarse temprano para lograr despedirse de Ángel, a veces se sentía mal por no lograrlo, pero se pasaba las noche practicando, y esto hacia que de ves en cuando despertara tarde, lo quería bastante, el era como ese padre que jamás había conocido

—¡Buenos días A todos! -dijo mientras atraía una silla con sus poderes

—Melani no uses tus poderes tan temprano

—Esta bien, pero así era mas divertido

—Mama, quería decirte Ruth esta enfermo, será que hoy podemos ir a su casa Melani y yo

—Por que a mi no me piden permiso en esas cosas

—Papa tú no me dirías que no —dijo Ana en lo que todos comenzaron a reír

—Ruth es un buen muchacho, claro que pueden ir, pero antes de que vayan le prepararé algunos dulce para que le lleven de mi parte a su madre y a el

—Eso lo ayudaría bastante mama, gracias y por cierto Melani no piensas decir nada sobre el

—No... Solo esperó que este bien y se mejore rápido

—Creo que la pequeña Melani esta muy preocupado por ese muchacho

—No es eso Ángel, el es un buen amigo y no tengo ganas de perder a nadie mas en mi vida

—No dije que no pequeña y el estará bien, yo las buscare en la noche

Luego de eso todos comenzaron a comer su desayuno, Amelia era bastante buena cocinando y todos lo disfrutaban a cada horas del día, al terminar Ángel se levanto y le dio un beso a sus tres mujeres favoritas como acostumbraba a decirles siempre que era hora de irse, el al igual que todos habían aceptado a Melani como parte de su familia, todas se dirigieron hasta la puerta para despedirse y luego cada una entro hacer lo que le correspondía en el día, Antes de irse con Ana a ver a Ruth limpio un poco la casa, luego fue a bañarse, mientras Amelia preparaba algunos dulces para el, y Ana terminaba de alistarse, al salir tenia puesto un vestido blanco, que la hacia verse angelical y unas zapatillas rosas, Ana tenia una falda rosa y una blusa blanca, con el sombrero con el que la había conocido aquella primera vez, ambas tomaron los dulces y se despidieron para ponerse a ir hasta casa de Ruth. Ella no sabia llegar, nunca le había preguntado a su amigo donde vivía, pero mientras caminaba con Ana se estaba divirtiendo tanto que no presto atención al camino y entre risas y juegos terminaron llegando al frente de su casa, esta era igual a todas las casas de Amalet

—Llama tu Ana, yo no conozco a nadie más que a Ruth

—Esta bien, lo haré yo —dijo mientras tocaba la enorme puerta

Ninguna tuvo que esperar demasiado cuando una mujer de cabellos negros ojos oscuros blanca y un poco flacos apareció frente a ellas

—Buenos días señora, Ruth nos comentó que estaba enfermo y mi mama hizo unos dulce para el ¿podríamos verlo? Por cierto ella es Melani, vive con nosotros también conoce a Ruth

—Hola Ana, si... El esta un poco enfermo pero me alegra que vinieran y gracias por los dulces si... ya había escuchado hablar de ti, un placer soy Rita Koehler

—Hola

—Bueno pasen, el esta arriba

La casa de Ruth era bastante elegante a comparación de la casa de los Whiler, intento no prestar mucha atención a las cosas y se dirigió directo al cuarto, el cuarto de Ruth era idéntico a su cuarto, con una ventana y un árbol, cerca, solo que desde este no se lograba ver un bosque si no que solo se vía la siguiente casa, el cuarto era de color azul rey y había un estante grande con muchos libros y cajones para lo que se suponía era su ropa, el aun estaba dormido para cuando llegaron, así que decidió no hacer ruido para no despertarlo ella, quería que de eso se encargara Ana, poco a poco la vio sentarse a un lado de su cama y acariciar su cabello, pensó que debía haber olvidado su presencia en el cuarto, ya que esa no era la Ana tímida de siempre, esta se acerco a el dándole un beso en la mejilla, despertándolo de inmediato, solo podía verlos en esa escena romántica, no quería interrumpirlos, sabia que ambos se querían aunque lo negaran, le gustaba ver la mirada de Ruth hacia Ana y se pregunto si un día alguien la miraría así, no quería interrumpir así que intento salir despacio para no hacerlo, pero la puerta sonó sacándolos a ambos del mundo que habían creado para ellos mismo y cuando se dieron cuenta de su presencia ambos de ruborizaron y se apartaron

—Melani... Hola... —dijo Ruth aun muy rojo por lo sucedido

—Yo... Disculpen, enserio

—No te preocupes hermana, bajaré a hablar con tu mama un momento, tú cuídalo

—Esta bien —dijo mientras la observaba alejarse del cuarto—. Eres un idiota ¡como te enfermas! Me preocupe mucho por ti Ruth y créeme yo no me preocupo por nadie

—Estaré bien no tienes por que preocuparte, pero sabes lo único que me molesta es que no puedo prender mi velita de noche, fuera genial solo mover los dedos y prenderla —dijo al imitar sacar fuego de sus manos

—Estas enfermo y en lo único que piensas es en tu velita, eres un tonto, pero bueno no puedo negar que seria divertido poder prender fuego en tus manos con solo un clac con tus dedos

—Vamos Inténtalo conmigo Melani, es solo un clac con los dedos

Su amigo estaba enfermo así que decidió seguirle la corriente y frente a la vela hizo el clac para supuestamente encenderla, de pronto la cara de impresión de Ruth la asustaba, ella no estaba viendo lo que hacia pero al ver sus dedos tenían fuego, fuego real un fuego que no la estaba quemando, eso era único y asombroso, pero no entendía que había pasado, Amelia jamás le había enseñado a usar el fuego pero estaba pasando y sin dolerle, volvió hacer el mismo clac con los dedos y este se apagó dejándolos asombrados ambos

—¿Como hicisteis eso? —dijo Ruth desde la cama aun asombrado de lo que había visto

—No tengo ni idea... Ni siquiera sabía que podía hacerlo

—Y a ustedes dos que les pasa, tienen una cara de sombro que no se las quita nadie

—Ana, Melani puede sacar fuego de sus manos

—¿Como que fuego de sus manos? mi familia no sabe hacer eso ¿como pudiste aprenderlo?

—Tampoco lose Ana, yo solo jugaba con Ruth a prender la velita y sucedió, ninguno sabe que paso... No se ustedes pero que tal si vuelvo a intentarlo, quizás vimos mal o yo que se

—Yo quiero ver eso hermana

Y como lo había hecho antes, la llama apareció en sus dedos, no podían creer como era posible, pero se acostumbraron rápido a la idea ya que siempre les decían que todo era posible y eso era de esas cosas que nunca pensaron posible y ocurrían. Ambas acordaron olvidar el asunto del fuego por Ruth, ya que el seguía enfermo y querían ayudarlo, intentaron animarlo no existía mejor medicina que la risa y una buena tarde entre amigos, comieron dulces y hablaron de lo que les gusto de Iniart, todos estaban de acuerdo en volver un día, a ambos les pareció divertido y único el lugar. La tarde paso demasiado rápido entre risas y juegos, pero ya debían irse Ángel había pasado por ellas para llevarlas a casa, se despidieron de Ruth sin antes decirle que esperaban que se recuperaran pronto y de Rita su mama que las había tratado muy bien. El camino no era demasiado largo y al llegar a casa Melani fue la primera en contarles lo que había ocurrido en casa de los Koehler, incluso les demostró que era cierto, pero nadie podía explicarle exactamente como lo había logrado, pero por la cara que había puesto Ángel debía de tener una idea

—Se dice Melani, que los gemelos son muy similares y que siempre lo serán, he sabido historia de hermanos gemelos que son separados al nacer y tiene vidas muy parecidas a lo lejos, lo que trato de decir es que, quizás tu hermana gemela sepa manejar el fuego y por eso ahora tu también puedes, incluso si esto no es cierto, dime ¿no te gustaría creerlo?

—Eso me gustaría mucho, por cierto muchas gracias por dejarme ir a ver a Ruth hoy y así descubrir que puedo controlar el fuego, gracias por todo -dijo al abrazarlos a los dos y luego salir corriendo hasta su cuarto, estaba muy contenta quería imaginar a su hermana usando este poder, Melisa y ella aun seguían conectadas, y ni el tiempo ni la distancia las separarían jamás

Dimenson FourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora