Aprende del fuego

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Se despertó y al primero que vio fue a Deisban ya habían pasado cuatro días desde que lo había llevado a esas piedras y apenas había regresado el día anterior, cada noche se acostaba pidiendo que el no le tuviera rencor, a pesar de que la quería matar ella no quería hacerle nada a la gárgola. Se levantó sin hacer mucho ruido y se dirigió al baño, el agua en Demonat estaba escasa y apenas podía bañarse, aun usaba las ropas que le había dado Dakota, esta vez se puso un pantalón negro y una blusa roja, nunca había imaginado verse de esa forma, aun era joven pero un día se vería muy bien con ellas. Al salir vio a Deinan parado frente al sofá, se notaba extraño y no quería saber el por que.

La vi salir del baño, era tan hermosa, seria una bella mujer y quería estar con ella, quería cuidarla, ella me había dado una razón para soportar esta patética dimensión, me había regalado un propósito para seguir viviendo y había dejado de ser una estúpida gárgola gracias a ella, lo único que me fastidiaba era Dantalion ¿por que no podía dejarnos en paz? ella sobrevivía cada día para que cuando a el le viniera en gana la matara, no soportaría verla muerta por eso siempre la acompañaría, dejaría que me matara a mi primero antes que a ella, así no tendría que ver esos hermosos ojos azules cerrarse para siempre, comenzó a mirarme y sabía que ya debía decirle para irnos

—Menos mal que saliste rápido, tenemos que irnos, es Dantalion.

—No de nuevo...

—Salte y no lo diré mas Melisa

—Esta bien... Alcánzame

Salió corriendo y dio un salto enorme, estaba en el aire dio una vueltas por alguna razón estaba tranquila, Deinan la paso así que comenzó a volar mas rápido para alcanzarlo, odiaba tanto que ese vuelo tan divertido fuera para ir con aquel ser tan despreciable. Antes de llegar a la cueva se podía ver mucho humo en todo el lugar, se detuvo para no entrar en la nube de humo pero Deinan desapareció en esta, no podía quedarse fuera si ya estaba tan cerca, así que luego de pensarlo tanto entro, no lograba ver nada y apenas podía respirar, eso no parecía una ilusión, era muy real lograba sentir el calor y el aire lleno de humo comenzaba a entrar a sus pulmones ya le estaba costando mucho respirar, como pudo intento volar lo mas recto posible, quería buscar el causante de todo ese humo, siguió volando hasta que no resistió el calor, había encontrado la causa de todo ese humo, frente a ella las llamas no paraban de crecer, no sabia que se quemaba solo veía el fuego, sentía miedo, moriría y sin encontrar a Deinan ni a sus hermanas, saco esos pensamientos lo mas rápido posible de ella, tenia que hacer algo y quizás la magia que Dantalion le había enseñado le ayudaría en algo, pero solo había aprendido de el a jugar con las mentes y a volar, nada de eso le servía y debía pensar rápido ya que las llamas crecían

—¡Melisa!

Escuchó a lo lejos, sabia que reconocía la voz de Dakota, tenia que ser ella, ahora no solo Deinan estaba en el fuego también Dakota

—Dakota no te muevas de donde estés, tratare de apagar el fuego

—¡Apúrate Melisa! Las llamas ya están muy cerca de Deinan y de mí

No sabia si alegrarse o no de lo que le había dicho, sabia que Deinan estaba con Dakota pero los matarían las llamas a ambos si no hacia algo rápido, trato de olvidar todo por un momento y escuchar algo, la risa molesta de Dantalion era lo único que podía escuchar, todo esto lo había hecho el, solo quería fastidiarla y no le importaba poner a sus amigos en peligro para hacerlo, necesitaba una solución rápido y por esas personas tendría que pedirla

—Se que estas aquí jugando una vez mas conmigo, ¿QUE DEBO HACER PARA APAGAR EL FUEGO? —grito frustrada

—Pequeño gusano, hasta que no tomes una flama del fuego no se apagara y claro niña estúpida eso no será fácil, por cierto diviértete escuchando a los bastardos morir

No quería hablar con el, así que sin pensarlo dos veces metió una mano en el fuego sacándola rápidamente ante el dolor que le causo esto, su mano se quemo y volvió un poco roja le dolía tanto pero tenia que hacerlo de nuevo, seguía doliendo y no funcionaba, ya no soportaba esa mano así que necesitaba intentarlo con la otra cerro los ojos y procuro tomar una llama pero nada funcionaba, se estaba desesperando y mas cuando comenzó a escuchar los gritos de Dakota y Deinan, esta vez debía conseguirlo o ellos morirían, ella estaba tan débil apenas podía volar, dejo de pensar en todo, en el dolor que sentía, comenzó a controlarlo y pensar que no dolía solo eran pequeñas cosquillas, metió el brazo y saco la llama, dolía pero no tanto, se contento como pudo cuando logro ver la llama en su mano, pero no resistió mas. Melisa callo sin poder ver cuando el fuego se apago, ni ver como Deinan la tomo en sus brazo, pero la tranquilidad y el alivio que pudo sentirse al desmayarse duraron tan poco para ella

—Melisa nos salvaste —grito Dakota haciendo que reaccionara

—Creo... Que si.

—Estas muy lastimada Melisa... —dijo Deinan mientras la bajaba de sus brazos, sabia que eso no era todo, nunca era todo y Melisa también lo sabía

—Esto no es todo, quédate cerca de Deinan, si te alejas de el te mueres Dakota

—Esta bien...

Estaba muy lastimada, pero por alguna razón lograba controlarlo, soportaba las quemaduras y todo el dolor que debería tener. Dantalion apareció desde el cielo volando rápidamente hacia ella, se hecho a correr lo mas lejos que pudo intentando alejarlo de Dakota y Deinan, cuando lo vio muy cerca se puso a volar, no podía verlo y no se detendría para hacerlo, de repente bolas de fuego la sobrepasaron por un lado, Dantalion quería derrumbarla, pero no lo permitiría así que intentaba esquivarlas lo mas posible. Una estuvo muy cerca de darle y sabia que debía voltearse, ya no quería huir de el, estaba tan enojada, casi mataba a Dakota y a Deinan y no permitiría eso jamás, se volteo con tanta rabia que con sus manos logro tomar una de esas bolas de fuego que Dantalion le lanzaba y la lanzo dando en el blanco, no estaba conforme con eso y quería lastimarlo mas, quería golpearlo por lo que les había echó a sus amigos, bolas de fuego comenzaron salir de sus manos que fue lanzando a Dantalion, todas impactaron en el, así que mientras tuvo oportunidad fue hasta Dakota y Deinan

—Ya es hora de irnos —dijo mientras la tomaba a Dakota y volaba a toda velocidad con Deinan atrás, los protegería sin importar nada, el ya no haría lo que quisiera.

Dimenson FourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora