El catastrófico día

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Había vuelto de la celebración que habían hecho por salir todos vivos del laberinto a muerte, le dijeron que había sido afortunada por que nadie logro notar la marca que había tenido, también que no logro llegar a nada del laberinto a muerte a pesar de eso estaba contenta por estar viva y ahora mas que podía decir orgullosamente que había sobrevivido a eso. Estaba tan cansada, se recostó en el sofá y no quería saber de nadie hasta el día siguiente, pero antes de lograr dormirse Deinan y Deisban llegaron, había tenido tantos problemas con aquellos dos seres pero los quería tanto, ellos eran su nueva familia, familia que no quería pero que tuvo que aceptar

-Me alegra que hayan vuelto ambos...

-Deja de ser tan linda Melisa ya te lo he dicho

-Lose Deinan pero estamos solos aquí da igual, quien podría escucharme si solo estamos nosotros

-Eso no es verdad, una tipa nos ha seguido y dijo que quería verte fue un fastidio, por lo menos no la tuve que cargar sabia volar

-¿Quien es Deisban?

-Sal y pregúntaselo tú -dijo por último la gárgola

Les pasó por un lado a ambos quería saber quien la buscaba ya que solo conocía a Dakota y Deisy pero ellas ya debían estar en sus casas luego de casi todo un día de celebración. Estaba despaldas cuando la vio, pero aun así logro reconocerla, era ella, esa mujer que le había hecho tanto daño a su familia, esa mujer por la cual estaba en esa dimensión que tanto odiaba. Estaba tan enojada quería lastimarla, quería hacer justicia por todo aquello que le había hecho, su enojo comenzó a notarse mientras se acercaba a Iniart que aun estaba despaldas, pero Deinan se dio cuenta y la sujeto, fuertemente

-¡SUELTAME! ¡Que hace esta mujer aquí! -grito, haciendo que Iniart se girara hasta ella

-Al parecer esta dimensión ya te esta cambiando Melisa

-¡CALLATE! No tienes derecho a hablar de eso, no lo entiendes, además que yo este aquí es tu culpa, que no tenga a mis hermanas y estén quien sabe donde es por ti, como te atreves a venir hasta donde estoy ¡que quieres de mi!

-Cálmate, se que aun no eres reina de esta dimensión

-¡No quiero serlo! Este lugar es horrible

-Es por tus hermanas, hablando de eso te he traído algo, no te lo daría yo pero quería ver como estabas

-¡COMO QUIERES QUE ESTE! ¡Que crees que es esto! Yo practico para matar, bebo sangre, salí de un campo de muerte ¡donde pude morir! ¡Y tú querías ver como estaba!

-Piensa lo que quieras de mí, solo es por un bien

-Creo que es mejor que se vaya -dijo Deinan a aquella mujer que solo había conocido por todo lo que Melisa le había contado una vez

-Toma es un regalo y no te preocupes ellas siguen vivas y también tienen una de esta.

Logro soltarse de Deinan pero antes de lograr alcanzar a Iniart esta desapareció frente de ella, dejando en el espacio donde se encontraba una pequeño papel que decía

Para Melisa:

Ya una de las tres hermanas es una Reina, estamos muy orgullosa de esta, ahora faltan dos, para que no olvides por quienes haces esto, un regalo para ti

Atentamente: Iniart.

Término de leer lo que decía y giro aquel papel, allí estaba ella, con sus hermanas, con sus tan preciadas hermanas, callo de rodillas y comenzó a gritar le dolía ver esa foto, quería tenerlas, abrazarlas, esa mujer, Iniart, ella le había quitado todo y llegaba como si nada a recordarle todo lo que amaba y en ese momento le dolía, Deinan trataba de levantarla del suelo mientras Deisban desde la puerta solo los observaba. No pudo resistir mas sus lágrimas y comenzó a llorar mientras gritaba, no le importaba si la mataban por eso, lo necesitaba, su desesperación no terminaba, había comenzado como un día tan bueno, estaba viva y celebro eso, pero ahora se había vuelto un día horrible se había vuelto un catastrófico día. Comenzó a abrazar aquella foto mientras lloraba desesperada, tendría un día eso, las volvería a ver e Iniart las pagaría

Sentía lástima por Melisa, soy un demonio de esta dimensión y se que si mataran a Deisban yo me sentiría mal, la familia es la familia sin importar el tiempo o que no los escojas, quería abrazarla, protegerla siento que necesito eso mas que mi estúpida vida, necesitó protegerla y siento que falle, si hubiera reconocido a esa mujer yo mismo la hubiera matado, ahora que lo se no lo dudaré dos veces, pero antes de matarla con mis propias manos, así como dice ella le diría Gracias, por que conocí a esa tonta que haría que me mataran, pero le diría que no me importa por que le hizo daño.

-Solo quiero irme a dormir, disculpen esto ambos -dijo en cuanto se calmo

-Muéstrame la foto, dinos quienes son tus hermanas

-Esta bien Deinan... Deisban acércate tú también

-Esta es Melani y la más pequeña es Anabell... Decían que nos parecíamos mucho solo que ella siempre ha tenido un hermoso cabello y yo mas corto, las amo... Y mi pecado es amarlas

Les dejo la fotos a ambos para que la vieran mejor mientras ella solo entro a la casa para ir hasta el cuarto, no quería ver a nadie, solo quería recordar, recordar todos los buenos momentos que había pasado con ellas, y olvidar el catastrófico día.


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