Un accidente

106 26 24
                                    

Salía cada día a practicar, quería volverse buena muy rápido y cada vez que lograba algo nuevo se alegra, ya no solo lograba mover rocas, si no todo lo que quisiera, era experta en la telequinesis y eso la acercaba cada vez mas al reencuentro con sus hermanas, también estaba feliz por que cada día se sentía mas a gusto con su otra familia, ya los consideraba también como su familia, era feliz por tener dos familias a las que amaba.

En ese momento se encontraba fuera, estaba corriendo con Ana, se estaba volviendo una costumbre ya que le gustaba correr luego del almuerzo, le parecía bueno para su salud, Ruth los acompañaba en ese momento siendo el ultimo, ella siempre seria la mas veloz de todas, su vida era bastante buena y imaginaba que la de sus hermanas podía ser igual de buena a la de ella, ya conocía a varios vecinos, como los Parker, los Collins, los Jackson o los Cooper todos eran excelentes personas, y se sentía muy aceptada entre todos

—¿Que tal si descansamos un rato? —pregunto Ana en medio del bosque

—Por mi esta bien par de lentos

—Melani, no es culpa de Ana o mía que seas tan rápida, mejor descansemos un rato

—Esta bien pero mientras descansan, seguiré practicando telequinesis, solo observen lo buena que me he vuelto

—Que tal si práctico contigo desde aquí, así Ruth puede vernos a ambas ser las mejores en esto

—Obsérvanos Ruth —dijo Melani

No podía dejar de mirarlas a ambas, eran tan bellas haciendo algo que yo no sabía ni quería saber, ambas eran tan diferentes, una había sido feliz y hermosa siempre y la otra había sufrido y comenzaba a hacer feliz, a pesar de eso ambas estaban frente a mi divirtiéndose, como si sus vidas dependieran de eso

—¡Vez que somos las mejores! —grito Ana sin darse cuenta que una enorme piedra se dirigía a ella

Ruth que si la vio, logro empujarla rápidamente, haciendo que la enorme piedra no golpeara a Ana, pero en cambio término golpeándolo a el fuertemente en la cabeza. Melani corrió de inmediato hasta el desmayado Ruth, estaba desesperada no sabia que hacer, que había hecho

—¡RUTH DESPIERTA! —gritaba Ana desesperada

—Esto es mi culpa, Ruth lo siento tanto... pero ¡por favor despierta!

—Estoy bien... De verdad —comento Ruth aun con los ojos cerrados

—Yo... De verdad lo siento tanto Ruth, esto es mi culpa.

Se desespero tanto, le había hecho daño a su amigo y eso le dolía, salió corriendo y llego hasta la casa de los Whiler ignorando completamente a Amelia que se encontraba cerca de la entrada. Subió ha su cuarto cerrando con llave, se sentía tan mal nada le salía bien, estaba feliz y pasaban esas cosas, había sido un simple accidente pero le dolía haberlo lastimado, incluso pudo haber lastimado a Ana y eso también era horrible. Escuchó unos pasos en la escalera, y luego como tocaban la puerta

—Déjame pasar Melani, estoy bien, hablemos

—Ruth... Lo siento

—Ven abre la puerta

No quería abrirle pero sentía que merecía unas disculpas de frente, así que se levanto de la cama y abrió, Ruth estaba parado frente a ella, rápidamente entro y la tomo del brazo atrayéndola hacia el para darle un cálido abrazo, con un pies cerro la puerta y se arrodilló dejándolos a los dos sentados en el piso, ya en ese momento Melani no soportaba mas sus lágrimas y comenzó a llorar, los brazos de Ruth eran el mejor lugar para hacerlo, no había querido herirlo, ni a el ni a Ana, no solo lloraba por eso, lloraba por que extrañaba tanto a sus hermanas, jamás dejaría de llorar por eso, sentía que estar feliz sin saber como estaban ellas estaba tan mal. Lloro mucho y ya se estaba cansando de hacerlo, de nada servía aunque debía admitir que la hacia sentir mejor.

Dimenson FourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora