CAPÍTULO 19 ∆

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Cindy

— ¡Vamos! ¡Todos arriba!— grita Wale a todo pulmón.

Anoche, cuando entramos al internado, nos los encontramos a todos atados con cuerdas. De esa forma, se pudieron llevar a Curtis sin ningún problema, excepto Wale y yo.

Cuando se enteraron de lo ocurrido, se cabrearon y se pusieron a pegar voces como unos auténticos locos.

Lily se puso a llorar descontroladamente diciendo que lo iba a encontrar costara lo que costara.

Ya que ninguno sabía lo que hacer. Entre todos pensamos en un plan para encontrarlo. Sabemos que va a requerir un cierto tiempo ya que no sabemos dónde está, ni quienes se lo llevaron, pero lo que sí sabemos es quién dio esa orden.

Nos empezamos a remover en los colchones incómodos, ya que la cama es demasiada pequeña para caber todos. Traimos solamente colchones y los pusimos en el suelo, para así poder dormir todos en un mismo cuarto.

— Un poco más.— susurra Taissa tapándose la cara con la almohada.

Unos diez minutos después, ya nos encontrábamos todos levantados.

Nos dirijimos a la cocina del internado para coger toda la comida que podamos, ya que no sabemos cuánto tiempo va a durar todo el recorrido.

Fuimos buscando dinero por todo el internado, cogiendoselo a los chicos y chicas fallecidos. Rebuscando en el despacho y el cuarto del director.

Una vez ya tenemos, comida, dinero, y algo de ropa para cambiarnos, cogemos las llaves del internado y salimos dejando algunas luces encendidas para que crean que seguimos allí. Eso nos dará algo de ventaja.

Cerramos las verjas con las llaves y las dejamos enterradas bajo tierra dejando una piedra encima, para cuando vengamos, saber en que lugar lo dejamos.

— Bien, ¿Y ahora por dónde vamos?... Yo ya hace tiempo que vine al internado y no me acuerdo exactamente por dónde se sale.— Taisson mira hacia todos lados intentando encontrar el camino.

— Yo creo que es por la izquierda.— dice Lily muy convencida.

— No. Yo creo que es por la derecha.— le lleva la contraria Taissa.

Así sucesivamente, hasta que yo hablé.

— Ya no se habla más. Yo he sido la última en llegar. No tengo tan mala memoria como para no acordarme. Es por la derecha.— por el rabillo del ojo, veo como Taissa le saca la lengua a Lily, y ésta le saca el dedo medio.— Ya está bien. ¡Vamonos!— doy unas leves palmadas.

Cogemos las mochilas que se encuentran en el suelo y nos las colgamos en la espalda.

_______

Dos horas más tarde ya nos encontrabamos en el pueblo más cercano.

Algunas que otras personas nos miraban extraño. Como si tuviéramos monos en la cara y no nos hubiéramos dado cuenta.

— ¿Qué mira?— dice Wale a un hombre parado delante de nosotros.

— Nada. Nada.— levanta las manos y fija su mirada en mi.— Tu nombre es Cindy ¿Cierto?— se le forma una sonrisa y escucho un gruñido.

Wale se encuentra con la mandíbula tensa y las manos apretadas. Mira al hombre con rabia y sin pensarlo, le pongo la mano en el hombro y acerco mi boca a su oído.

— Recuerda que yo soy más fuerte que él. No le eches cuenta. No nos va a hacer nada.— le susurro para que solo él pueda escuchar.

— ¿Quién ha dicho que tu seas más fuerte que yo? ¿Y quién te ha dicho que no les voy a hacer nada?— todos miramos al hombre extrañados y vuelvo la mirada mirando a Lily.

La Chica NuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora