— ¡Ahora vuelvo!— grito al cerrar la puerta.
Como Gigi se esta duchando, me ha tocado a mi ir por la comida.
Como no...
Bajo las escaleras a toda prisa. Me tapo la cabeza con la capucha y empiezo a andar por la calle.
Junto a la primavera, los arboles empiezan a florecer.
Paso junto a unos árboles demasiado bonitos. Mi boca se abre sin darme cuenta. Sonrío como una tonta al ver esos colores que hacen parecer la calle una película de cine. De esas en lo que todo es fantasía.
Cruzo esa pequeña calle solitaria y se empieza a ver cada vez más gente.
— ¡Perdona!— me dice un hombre al chocar nuestros brazos. Lo sigo con la mirada hasta que lo pierdo de vista.
— No pasa nada.— digo una vez ya se ha ido. Suspiro.
Ahora mismo me encuentro buscando a personas que sí son mi familia, o al menos yo las considero mi familia.
Llegaron de una manera muy... Como decirlo, Inesperada.
No sé cuántas veces he llorado por las noches. Por sentirme vacía. Sentirme una mierda de persona, y aún lo sigo pensando, aunque no exactamente como antes.
Me asusto al notar una mano en mi boca. Mi espalda choca contra la pared. Doy un pequeño grito por el impacto.
Apreto los ojos asustada. Mi respiración se acelera por segundos. Mi corazón palpita demasiado rápido.
— ¿Me recuerdas?— ese susurro.
Me quedo paralizada todavía con los ojos cerrados. No pude ser él. No puede ser real.
Su risa ronca hace eco en mis oídos.
—Veo que no has cambiado nada...
Abro los ojos sobresaltada. Me alejo de él rápida y veloz. Su sonrisa se curva hacia un lado.
Lo miro atónita. Sin poder creérmelo. Niego con la cabeza. Apreto la mandíbula con fuerza. Esto no es real.
— Sigues siendo tan tonta como siempre.— subo la mirada fijándola en la suya. Su rostro es serio. Sin expresión. Sus ojos me miran con odio.— ¿Enserio que nunca te diste cuenta?— ríe irónico.
—¿Cu... Cuenta de qué?— mi voz sale entrecortada. Temblorosa. Mis manos tiemblan.
— Nunca te he querido, ni nunca lo haré.— mi corazón duele. Da un paso hacia delante.— Sé que soy un muy buen actor.— se señala a él con su dedo índice.
— Wale...— susurro. Extiendo la mano para tocarlo, pero él vuelve a dar ese mismo paso, pero ahora hacia detrás.
— Ni Wale ni mierda.— gruñe. Sube la mirada fijándola en el cielo. Se tira de sus cortos cabellos.— En un principio me costó un poco fingir, pero luego todo fue más fácil. Te tenía y te tengo comiendo de mi mano totalmente.
Lágrimas bajan por mi mejilla. Mis piernas tiemblan. Caigo de rodillas al suelo haciendo un pequeño ruído.
Me tapo el rostro con las manos. Sigo negando.
— ¿Sabes?— se agacha poniéndose a mi altura.— Tom me cae mejor de lo esperado.
— Tú me dijiste que me amabas.— susurro con rabia.— ¡Lo dijiste!— grito con fuerza.— ¡Me lo dijiste!— sigo gritando. Mi garganta pica.— Mm...— saco las garras con dolor.
ESTÁS LEYENDO
La Chica Nueva
WerewolfCindy esconde un pasado no muy bonito de escuchar. Todo el mundo piensa que ella es como los demás, una cualquiera. Pero eso no es así. Cindy esconde un secreto en lo que nadie nunca en la vida se imagina que existe. Ella lucha por ocultarlo, pero...