— Wale.— le doy un pequeño empujón y gruñe.— No seas malo...— le susurro al oído.
Al ver que no me contesta, acerco mi boca a su oreja y se la empiezo a morder. Se mueve un poco, pero se sigue haciendo el dormido.
— Wale...— mete la cabeza debajo de la almohada y algo se me pasa por la cabeza.
Me levanto de la cama y salgo del cuarto dejándolo solo.
Anoche, una vez pasó todo, decidimos dormir en la casa y al día siguiente seguir con el recorrido.
El señorito Wale amenazó a todos diciéndole que íbamos a dormir él y yo solos en el mismo cuarto.
Y aquí me tienen...
Bajo las cortas escaleras intentando hacer el menor ruido. Entro en la cocina y me acerco al congelador. Saco unos cubitos de hielo y los echo en un vaso.
Cojo el vaso y subo las escaleras con el mismo cuidado. Entro en el cuarto pudiéndolo ver de la misma manera.
Una risa malvada se me forma y me acerco a él. Estiro un poco los labios acercandome a su trasero.
Me posiciono delante y lo más rápida y veloz que puedo, levanto un poco su pantalón y bóxer echándole los hielos allí.
En un principio encoje un poco el culo, pero luego... Grita como un loco.
— ¡¡Cindyyy!!— mis risas se empiezan a escuchar por todo el lugar y sin darme cuenta lo encuentro bajándose los pantalones junto con el bóxer.
— ¡¡Wale!!— me tapo los ojos.— ¡Tapate!— grito dando pasos hacia detrás.
— ¿Por qué? No veo ningún problema. ¿Tu lo ves?— encojo los labios y abro un pequeño abujero entre mis dedos.
Abro mis ojos asombrada al ver su... Culo.— ¡Wale!— le vuelvo a gritar. Se da la vuelta y cierro los dedos con más fuerza haciendo que no vea nada.
— ¿Qué?— sus risas se empiezan a escuchar por el cuarto y anda hacia mi.
— No te acerques.— echo la mano hacia delante tocando su dorso desnudo.— No quiero ver porno en vivo. No, no, y no.— niego.
— ¿Porno en vivo?— su cuerpo empieza a vibrar por sus carcajadas.— En todo caso no lo estarías viendo, lo estarías disfrutando.— abro la boca sin darme cuenta. Esto es... Vergonzoso.
— Callate— susurro. Seguro que estoy más roja que un tomate.
— ¿Qué pasa?— quita mi mano y se acerca un poco más. Yo todavía con los ojos cerrados, flexiono mis piernas y me tiro al suelo.— ¡Ehh!— abro los ojos sobresaltada por su grito y lo que encuentro delante mía es peor de lo que me imagina.
— ¡Joder!— gateo por debajo de sus piernas y me levanto rápida para salir por la puerta, pero él me agarra por la mano y me pega a su cuerpo.— ¿No te gusta estar de esta manera?— pregunta con una inmensa sonrisa en su rostro.
Sin querer, me muevo un poco incomoda, y él... Gime.
Dios.
Cierro los ojos muy nerviosa y echo un poco el culo hacia detrás para que mi feminidad rose un poco menos en su... Ya sabéis.
— W... Wale. Tapate.— intento sonar lo más firme que puedo.— Los chicos pueden llegar y verte.— intento convencerlo.
— Me da igual.— me susurra echandome el aliento en la oreja.
— Wale.— lo advierto. Un cosquilleo se me forma allí abajo y aprieto los dientes.— Ponte la ropa.— digo haciendo una pequeña mueca.— Por... Por favor.— al escuchar lo último, se aleja un poco y yo abro los ojos mirando los suyos.
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La Chica Nueva
WerewolfCindy esconde un pasado no muy bonito de escuchar. Todo el mundo piensa que ella es como los demás, una cualquiera. Pero eso no es así. Cindy esconde un secreto en lo que nadie nunca en la vida se imagina que existe. Ella lucha por ocultarlo, pero...