— Wale.— le advierto en voz amenazadora.
Su risa en mi cuello hace que me mueva por las cosquillas que ocasiona. Va subiendo hasta quedar muy muy cerca de mis labios. No aparta sus labios de mi piel, solo se queda mirándome directamente a los ojos pidiéndome permiso para seguir.
Sonrío mostrando mis dientes y asiento con la cabeza. No tarda ni un segundo en juntar nuestros labios.
En un principio es suave. Nuestros labios se mueven sincronizados, nuestras manos nos tocan mutuamente sin ningún pudor.
Separa sus labios y los acerca a mi orejas para lamerla y morderla.
— Te haré gemir como nunca antes lo habías echo...— gruñe con picardía.
Sus manos buscan el filo del camisón y hace el intento de levantarlo, pero mis manos lo detienen.
— No es adecuado hacerlo en estas circunstancias. Tengo siete meses Wale. Podrías hacerle daño a los gorditos.— sus ojos viajan a mis labios y forma los suyos en una inmensa sonrisa.
— Una mala excusa Cindy Farmiga. Para la próxima vez que me pongas una excusa deberías currartelo más.— deja caer la cabeza en la almohada y ríe a carcajadas haciendo que la cama se mueva un poco.
— No es gracioso.— le doy un débil golpe en el brazo y ríe aun más fuerte. Segundos después me uno a sus carcajadas.
Lo observo detenidamente sin creerme del todo lo que está pasando. Tiempo atrás me afirmaba que jamás volvería a estar así con él, pero veo que me equivoqué.
— Sé que soy guapo.— parpadeo mirándolo y cayendo a lo que se refiere.
Elevo una de mis cejas y saco mi lengua mostrándosela. Acerca su mano rápido para atraparla pero consigo guardarla a tiempo.
— Esta señorita.— saca su lengua y la señala de forma graciosa.— quiere jugar con la suya. ¿Se lo permite?— abro la boca asombrada por sus palabras. Acerca su mano y me la cierra.— Te pueden entrar moscas.— hace una mueca graciosa.
— No hay moscas en el cuarto.— lo miro intimidante.
— Pero podrían entrar.— dice moviendo sus manos en el aire.— ¡Mira!— señala la pared.
Miro en esa dirección y al no ver nada me giro de nuevo hacia él, pero pasa algo que no me esperaba. De nuevo sus labios estaban juntos a los míos.
—¡Ahh!— separo nuestros labios fijando la mirada en la puerta.
Me llevo las manos al corazón sintiéndolo latir muy rápido. Miro asustada a Wale y noto que su rostro muestra lo mismo que el mío.
— Wale.— susurro sin saber como reaccionar.
Me llevo la mano a lo labios pasándola por estos. No aguanto más y me levanto de la cama haciendo una mueca. Pongo los pies en el suelo y antes de que de un paso siento mi cuerpo tambalearse.
— ¡Cindy!— la voz de Wale se mete por mis oídos como si fuera una melodía para dormir.
Nesecito saber que ha pasado. No tengo un buen presentimiento.
Respiro hondo y ya con Wale a mi lado comienzo a caminar despacio intentando estabilizarme.
Él abre la puerta y salimos al exterior encontrando enfermeras corriendo por los pasillos. Me acerco a una mujer sentada en un bancos.
— ¿Qué ha pasado?— le pregunto angustiada.
— Una chica se ha ahorcado frente al hospital.— siento mi cuerpo descomponerse por completo.
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La Chica Nueva
WerewolfCindy esconde un pasado no muy bonito de escuchar. Todo el mundo piensa que ella es como los demás, una cualquiera. Pero eso no es así. Cindy esconde un secreto en lo que nadie nunca en la vida se imagina que existe. Ella lucha por ocultarlo, pero...