Camafeo

252 33 83
                                    

-He llamado ya a la tienda donde se compró el vestido y dicen que fue una mujer a comprarlo. -Nos dijo Alan a Paul y a mí.

Nada más mandarles la foto vinieron a mi casa a investigar el regalo. Los dos hermanos eran muy eficaces con su trabajo, eso había que decirlo...

-¿Una mujer? Pensaba que el de las notitas era un hombre -comentó Paul.

-Yo también... O puede que haya mandado a esa mujer a comprarlo, todo es posible. -Afirmé.

-En la nota decía claramente que acababa de pasar por el escaparate, no creo que llamara a nadie justo en ese momento y le dijera que lo comprara... -Respondió Alan a nuestros comentarios.

-¡A saber!-Exclamó su hermano.

Se fueron con mi vestido para examinarlo en el laboratorio y yo me quedé con la máscara en las manos. Era preciosa pero extraña, aún seguía dándole vueltas a la pregunta que me había hecho a mí misma hace unos minutos: ¿tendría alguna relación con mi laguna? En eso no me podrían ayudar los gemelos, ni nadie. Yo sola tendría que intentar hacer memoria y conseguir descifrar el porqué de mi falta de recuerdos. Algo grande tendría que haber pasado como para lograr olvidar una época así.

Me dejé caer en el sofá y apoyé el cuello en el respaldo mirando al techo.

-Algo se me escapa. -Dije en voz alta.

Por el rabillo del ojo vi algo brillar y giré la cabeza en esa dirección. Venía de la ventana. Me levanté rápidamente y me acerqué a abrirla. Era un tercer piso, pero aún así me dio vértigo al mirar hacia abajo. Justo en la esquina del alféizar había un colgante con forma de corazón y nada más verlo se me encogió el corazón. ¡Ese camafeo era el que me dio mi madre en las navidades de hace once años! Lo cogí con sumo cuidado, estaba tal cual estaba cuando me lo dio. Era de oro, por lo que alguien lo tendría que haber estado limpiando y cuidando todo este tiempo.

Recordé que lo perdí el día de la masacre y nunca más volví a saber de él. Tampoco lo había echado en falta, pero en ese momento lo cogí y lo agarré tan fuerte como si lo llevara deseando volver a tocar desde hace mucho tiempo.

Volví en mí y cerré la ventana dando un golpe. Me senté en el sofá y coloqué el camafeo en la palma de mi mano, con un dedo acaricié la grabación que tenía: "Build a wall, not to block anyone out, just to see who loves you enough to climb over it".

-Construye un muro, no para bloquear a nadie, solo para ver quién te ama lo suficiente como para escalarlo. -Repetí en voz alta.

Eso era justo lo que me decía mi madre cada vez que iba a llorar a su lado siempre que alguien me hacía daño. Se me hizo un nudo en la garganta al recordarla diciéndomelo, pero no se me saltaron las lágrimas hasta que no abrí el camafeo y vi la foto que había aún puesta. Éramos mi hermana, Violet, mi hermano, Mike, mis padres y yo sonriendo junto al árbol de navidad. Ese mismo día nos pusimos la ropa a juego en tonos verdes y rojos para ir los cinco iguales; mi hermana nos compró sombreros de papá Noel a todos para la foto, pero Mike no se lo quiso poner porque lo veía absurdo.

Sonreí con aquel recuerdo, pero eso solo hizo que me entraran más ganas de llorar. Me sentí sola. Completamente sola en el mundo. Sin nadie a mi lado que me apoyara para cualquier cosa, sin ningún hermano con el que discutir día sí y día también, sin padres a los que llevar la contraria en muchas ocasiones, sin familia con la que compartir nuevas aventuras y risas. Estaba totalmente sola. No tenía a nadie.

Cerré el camafeo y lo apreté en la palma de la mano con fuerza. Intenté respirar profundamente para calmar la agonía pero las lágrimas continuaban saliendo sin cesar. Lo dejé en la mesita que había al lado del sofá y me levanté para lavarme la cara. Cuando volví a darme la vuelta miré hacia el sofá y vi que había algo junto al sitio del sofá donde me había sentado. Me acerqué y vi que era una notita doblada de forma muy precisa, la cogí y supuse que se habría caído del camafeo. Me hice ilusiones, creí llegar a pensar que sería una nota que me habría escrito mi madre, pero nada más ver la letra mi cara cambió de expresión.

En el enigma [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora