Un pequeño cambio en yandere symulator

Caos

La situación iba de mal en peor.Ahora un horrible crimen había tenido lugar en los terrenos de la escuela.

Una chica había sido asesinada y desmembrada.

Las partes de la chica fueron encontradas en diferentes lugares de la escuela.

El torso en los baños.

La pierna derecha en la oficina de la consejera.

La pierna izquierda en el gimnasio.

El brazo derecho en el aula del consejo estudiantil.

El brazo izquierdo en el club de cocina.

Y finalmente la cabeza en el club de ocultismo.

Un caso excesivamente violento si se tenia en cuenta que la víctima presentaba rastros de lucha, que significaba que aun estaba consciente al momento de ser despedazada.

La policía rondaba la academia sin hacer caso de los reclamos del director. Sacaban a los estudiantes uno por uno para interrogarlos, pero hasta ahora ninguno parecía ser el culpable.

Y las sospechas no se hicieron esperar.

Algunos de los alumnos culpaban a Oka Ruto por esa muerte, al pensar de que se trataba de algun rito satánico. Pero era mas que obvio que ella no era tan fuerte como para enfrentar a Rai sin ayuda y a esa hora todos los miembros de su club ya se habían ido.

Otros creían que se trataba de un asesino serial que había escapado de la policía.

Absolutamente nadie sabia que todos estos asesinatos y desapariciones habían sido obra de tres personas diferentes.

*Dentro de la escuela*

Taro entró al salón como de costumbre, ya había sido interrogado pero eso no le importaba ni le incomodaba.

Desde que se enamoro de Ayano y juró que nada ni nadie los separaría se había vuelto un gran mentiroso.

Pero aun así, se sorprendía de la brutalidad del asesinato. Ni el se creía capaz de realizar un acto así, ni con el estómago suficiente para llevar cada miembro del cuerpo a un lugar diferente dentro de la escuela.

Camino hasta su lugar pasando por alto los rostros preocupados de sus compañeros, pero cuando iba a sentarse, vio que había una nota pegada en el hueco de su pupitre, y con una pulcra y estilizada letra decía lo siguiente:

¿Ya me crees?

*En el club de Artes marciales*

Los chicos estaban de luto por su compañera fallecida y le habían hecho un altar en recuerdo suyo.

- snff..¿Co..como pudo ser posible? Ella era la segunda mas fuerte de nosotros y aun así... - sollozo la rubia mirando el retrato de su amiga que estaba en el altar.

-Calmate Shi Ta - le ordeno Budo con tono serio mirando al frente, sus manos formaban puños temblando en la ira que sentia, él tambien se preguntaba como es que eso pudo pasar ¿acaso Rai no era su mejor estudiante?¿no era la segunda mas fuerte después de él? - Nosotros no debemos estar así de débiles ¡Tenemos que encontrar al que lo hizo y llevarlo a la policía!

- pero no tenemos ninguna pista de quien fue-dijo cabizbajo Sho Kunin.

-Tal vez los del club de periodismo sepan algo- añadió su compañero Juku Ren.

-Dudo que nos digan algo sin tener que pagar por ello- rebatió Sho.

Budo lo pensó un poco, no le agradaba la idea de meterse con esas personas pero...

-Yo iré a preguntarles- dijo y se levanto para salir de esa sala.

-¡Espere Masuta-Senpai!- le paro Shi Ta - déjenos acompañarlo.

-No, esto es algo que debo hacer solo, ella era mi responsabilidad y debo encargarme de esto sin ayuda- le zanjó negándose a que lo acompañaran.

-Ella era nuestra compañera, y juramos que no descanzaremos hasta llevar al que la mató con la justicia. - hablo firme Juku Ren.

Budo se sorprendió por la forma de cómo sus discípulos lo desafiaron, pero sonrió lleno de orgullo.

Al final sabía que donde quiera que esté Mina Rai, ella se alegraría de ver como sus compañeros la defendían a pesar de todo.

*En otro lugar de la escuela*

Shiro salio de la sala donde lo interrogaron dando un suspiro, sinceramente todo este asunto del interrogatorio se le hizo algo estúpido.

¿Donde estuviste ese día?
¿Con quién te viste en la tarde?
¿Conocias a la víctima?, Si es así, ¿cual era tu relación con ella?

Preguntas estúpidas y fáciles de contestar.

Respiro profundamente y camino por los pasillos para ir a su salón. Pero se detuvo en seco al darse cuenta de "quien" era la persona que podría haber hecho "eso" sin siquiera inmutarse o parecer culpable de sus actos.

-"Prima, ¿porque lo hiciste?"- se preguntó mirando por la ventana -"¿en cuantos líos más piensas meterte?"