Artillería pesada

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«You'll never take me alive,
do what it takes to survive,
'cause I'm still here»

Dust Shot

-No creo que sea buena idea.

A su lado, Hush se pasó de nuevo la mano por el cabello rubio y rojo en las puntas, nerviosa. Lo llevaba trenzado, señal inequívoca de la inminente batalla. Sus ojos de miel quedaban ocultos tras su antifaz rojo y dorado, pero él la conocía mejor que nadie, y sabía que en ellos se escondía el miedo. Miedo más al fracaso que a la muerte, a fallar de nuevo a sus seres queridos; miedo que no mostraría pues sabía que era su responsabilidad guiarles, y debía aparentar ser fuerte.

Estaba impresionado. Aquella niña asustada con la que chocó en un callejón se había convertido en una gran líder. No había habido una votación ni nada similar, pero los Killjoys habían asumido casi unánimemente que ella iba a guiarles ahora que los Originales... no estaban.

-Conduce, pelirroja. Esto lo hacemos por ellos.

La joven volvió a clavar la mirada en la carretera, mordiéndose el labio, y Dust supo que volvía a escuchar a sus fantasmas, que tanto la atormentaban. A veces le gustaría saber qué decían.

Él también pensaba que no era muy buena idea. ¿Atacar una de las bases más importantes de BL/Ind en el desierto? Ni de coña. Ni con un ejército. Antes jamás se les habría ocurrido, no eran unos suicidas. Pero desde la muerte de los Originales, hacía un año, no habían hecho apenas avances en aquella guerra absurda, y era la hora de las medidas desesperadas.

Porque sí, aquello era ya una guerra. Desde luego, los Originales no eran las primeras víctimas, no; ese honor le correspondía a Toxic Romance y a sus compañeros Solar Static y Star Night, pero estaba claro que su muerte había marcado un antes y un después.

BL/Ind era ahora más agresivo. Ellos también. BL/Ind asesinaba cada vez más Killjoys. Muchas arañas desertaban. BL/Ind desarrollaba cada vez más bombas. Ellos seguían buscando la de Girl.

Así que sí, era la hora de las medidas desesperadas. Y si conseguían colarse y robar algunas armas antes de explotar la base... mejor que mejor.

«Escuadrón Destroya, aquí Ghost Bunny, de los Death Before Disco» la voz de la chica surgió de la radio del comunicador «¿Cuál es vuestra posición?»

-Aquí Dust Shot –respondió. Aún se sentía tonto cuando tenía que hablarle a esa estúpida pulserita- . Nos acercamos a la base de la Zona 3. En unos minutos llegaremos, y estaremos listos para actuar.

Y tanto. Heat estaba en el remolque de la camioneta, revisando sus armas. El bazuka de los Originales, un par de granadas sónicas (el último invento de Kobra, esperaba no tener que usarlas), un montón de pistolas de rayos robadas a los dracs que necesitaban una buena mano de pintura, unas cuantas bombas de humo que había robado Gun (mejor no preguntar), y baterías. Muchas, muchas baterías.

«Perfecto. Dad la señal cuando estéis listos, y entraremos en acción.»

El plan era bastante simple. Los Death Before Disco distraerían la atención de los dracs atacando una gasolinera de la Zona 3, no muy lejos de allí, confiando en que fuera suficiente para desviar una gran parte de la guarnición. Mientras tanto, los Killer Pumpkins atacarían de frente la base, convirtiéndose en el blanco de la mirada de BL/Ind. Y ellos... confiando en que todas esas distracciones sirvieran de algo, se colarían en la sede, la llenarían de cargas explosivas, y tratarían de robar algo interesante mientras huían.

-¡Eh, chicos! –la cabeza de Heat apareció por la ventanilla trasera. De nuevo, esa mirada de maniaco que aparecía en sus ojos cada vez que entraban en acción brillaba en su rostro- ¿Cómo vamos? ¿Falta mucho?

Danger Days II: The Aftermath is SecondaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora