Danger Days II: The Aftermath is Secondary

Efectos colaterales

«And if I'm old enough to die for your mistakes,
let's go!
Can I bleed enough to fill up what the engine takes?
We don't know!
And if you're watching, up above,
they're teaching me to kill, who's teaching me to love?»

Heat Gun

Nunca había visto la sede de BL/Ind por dentro. Un gran edificio blanco, recubierto casi por completo de cristal, y lleno de dracs hasta los topes.

Su corazón latía con fuerza mientras se dirigían a la barrera de dracs que les cortaba el paso. Los draculoids parecían asustados, pero no tenían razones para estarlo. Al menos, esos capullos iban a disparar a matar.

No como ellos.

-Recordad que hay que intentar no matarlos -masculló Diamond. Su voz aún sonaba ahogada, y apostaba a que una parte de ella aún seguía gimoteando por Ghost, pero había entrado en "modo batalla", y avanzaba la primera con la pistola lista y la pena cargada como bala- . No sabemos quién está bajo esa máscara. Podrían ser amigos nuestros. Y si Poison recupera la memoria, podría haber un modo de salvarlos...

Gruñó. Como si necesitara que le recordaran que el hijo de puta que había matado a Cherry descansaba ahora en su guarida. Ni que iba a morir a manos de unos cabrones a los que no podía disparar, pero que no dudarían en coserle a balazos. Los mismos cabrones que probablemente habían matado a Hush y a Dust. Sus compañeros. Sus amigos. Sus hermanos.

-Gun -llamó la vocecilla de Girl, y sólo entonces se percató de las lágrimas traidoras que corrían por sus mejillas, y de lo apretados que estaban sus puños- . Gun, tengo miedo. Todo saldrá bien, ¿verdad?

Gun trató de sonreír, apreciando lo que intentaba hacer la que había resultado no ser tan niñata. La pequeña manita de Girl se abrió paso en sus puños fruncidos, e hizo desaparecer las lágrimas.

-Claro que sí, peque -se tragó la rabia, el odio y el miedo, y encontró dentro de él esa temeridad que antes le había motivado a lanzarse de cabeza al peligro, y que le había abandonado tras ver morir a Cherry, Hush y Dust- . Claro que sí.

La mirada azulada de Diamond se cruzó con la suya, y en ambas se apreciaba el mismo dolor. Cyanide cargó su pistola plateada. Girl desenfundó la suya con manos temblorosas. Los dracs se removieron, inquietos.

Echaron a correr. Todo acababa ahora... de un modo u otro.

***

Hush Killer

Todo le daba vueltas.

Recordaba un disparo... la camioneta... recordaba correr... Dust gritando...

Dust. ¿Dónde estaba Dust?

Tambaleante, se puso en pie, apartando la capa de chatarra que la cubría y que la había ocultado y, probablemente, salvado su vida. Las piernas le temblaban, y su cabeza se negaba a hacer memoria ni a unir los pensamientos de forma lógica. Recordaba la visión del bazuka, recordaba el proyectil volando hacia su vieja camioneta, recordaba haber corrido, recordaba tropezar y caer en la chatarra. Recordaba un ruido sordo, una explosión, los gritos de Dust, oscuridad. Y después, nada.

Algo cálido corría por su rostro. Pasó por su frente una mano temblorosa, y la sangre que brotaba de alguna herida en el cráneo manchó su piel pálida. La sangre goteaba desde su frente, se introducía a hurtadillas en sus ojos, nublándole la vista, y había formado en su flequillo una argamasa repugnante al juntarse con el polvo que apelmazaba su cabello.