Danger Days II: The Aftermath is Secondary

De memorias y predicciones

«I'm really not so with you anymore,
I'm just a ghost,
so I can't hurt you anymore»

Dust Shot

El pequeño y humeante coche gris huía por la vieja y destartalada carretera, llevando a su viejo motor al límite, que tosía, soltaba pequeñas explosiones y humeaba constantemente. Se caía a pedazos. No aguantaría mucho más. Su perseguidor se acercaba implacable, dispuesto a acabar con él.

-Vamos, pequeño, aguanta... -masculló entre dientes, completamente tenso, con los dedos que aferraban con fuerza el volante blancos de tanto apretar. Una nueva explosión sacudió el coche, señal de que su perseguidor le había disparado de nuevo- ¡Vamos, joder! -gritó frustrado, apretando aún más el acelerador.

Una suave y bella música de piano flotaba en el aire. En cualquier otro momento, habría disfrutado de ella, pero no ahora, no cuando estaba a punto de perderlo todo. Aporreó nuevamente el acelerador, rezando por que sirviera de algo, por que pudiera escapar.

Para variar, sus rezos fueron en vano. Un nuevo proyectil le alcanzó. El motor exhaló su último aliento, y el coche explotó. Todo se volvió negro.

"GAME OVER", se burló la pantalla.

-¡Joder! -increpó, arrojando el mando con furia, e intentando no mirar la sonrisilla de suficiencia de Gun- Eres un capullo, ¿lo sabías? Disparar por la espalda es un truco sucio, cabrón.

-Ya, pero te he ganado -se burló ese hijo de puta, sonriendo aún más- . Y tal y como apostamos, te toca a ti pagar las cervezas.

-Sigo sin entender por qué no podemos simplemente robarlas. Somos forajidos, joder, ¿qué más da? -refunfuñó.

-Esa ética que tanto le gusta a Hush -resopló su compañero- . "Robar a BL/Ind es una cosa, robar a la gente es muy distinto" -citó, imitando la voz de la chica- . "Ya están bastante jodidos en la ciudad, no necesitan que les jodamos más. Además, robar no ayuda a nuestra imagen, y necesitamos adeptos".

La música se interrumpió con un fuerte golpe a las teclas del piano, que provocó un intenso acorde disonante. Ambos hombres se encogieron inconscientemente. Oh oh.

-Ya, muy graciosos los dos -espetó Hush, cruzando los brazos tras ellos- . Quisiera veros a vosotros intentando controlar mínimamente el comportamiento de esta panda de animales que nos hacemos llamar Killjoys. Y el vuestro, dicho sea de paso. Que no sé cómo pretendéis que se nos una más gente si os dedicáis a acojonarles, joder -terminada la charla, se alejó en dirección a la puerta- . Moved el culo, vagos. Creo que Dust tenía que ir a comprar cervezas.

Los dos suspiraron, aliviados. Había ido mejor de lo que pensaban. Pero entonces, Hush cambió de idea, volviendo hacia ellos.

Y les pegó una colleja a cada uno.

Killer les esperaba en la camioneta, con el antifaz y el pañuelo cubriendo su rostro. Él ya no lo llevaba. ¿Para qué? Ya sabían quién era, quiénes eran todos. Entonces, ¿por qué esconderse? ¿Por qué avergonzarse de quién era? No tenía a nadie a quien proteger, nadie por quien mereciera la pena ocultarse. Así que, ¿por qué no lanzarse al ataque con el rostro descubierto? ¿Por qué no plantar cara, desafiante?

Cuando estuvieron todos dentro del coche, él junto a la ventanilla y Gun en el medio, la chica pisó el acelerador, y salieron disparados en una nube de polvo, dejando atrás aquel viejo almacén/auditorio (tras tantos años, aún no sabían lo que era) al que llamaban hogar.

-¿Qué, Dust, traes los carbons? -se regodeó en su victoria Heat, por encima del estruendo de la música.

-¿Esos que he robado de debajo de tu almohada, quieres decir? -le devolvió la burla.